Capsulas de Carreño

Final. CALI: LA DULCE NOVENA ! MEDELLÍN: SALDO EN ROJO! (Wbeimar Muñoz Ceballos)

La tristeza roja reflejada en Juan David Pérez.  Medellín aportó músculo, pero tuvo cerrada la fábrica de las ideas. Foto Juan Antonio Sánchez /El Colombiano

La tristeza roja reflejada en Juan David Pérez. Medellín aportó músculo, pero tuvo cerrada la fábrica de las ideas. Foto Juan Antonio Sánchez /El Colombiano

 

Por :   Wbeimar  Muñoz  Ceballos

ZZZZZZZZZZZZWbeimar Muñoz (25)

Minuto 94 :  al frente de nuestra cabina de transmisión, un niño de 7 años lloró desconsoladamente… su padre lo abrazó… y al final, los dos se confundieron  en las mismas lágrimas:  las de la derrota.   Nos hicieron  recordar a Boadbil, el último califa de Granada, cuando vencido en el último bastión moro, en la Alhambra, también llenó su rostro  con esas perlas de amargura.  Habían terminado ocho siglos de dominación islámica, en la Madre Patria.   Su tutor le dijo: ‘’ no llores como mujer, lo que no supiste defender como hombre’’ .   Es posible que la escena , se haya repetido  en toda Antioquia y en los cuatro puntos cardinales del país, donde los seguidores rojos, soñaban con la sexta estrella.

Cali por novena vez, es el campeón del  fútbol colombiano, de la mano de un viejo zorro, llamado Fernando ‘’El Pecoso’’ Castro.  Lo admirable es que un plantel juvenil, salido de su cantera, superó  a los inversionistas de la cartera ( Nacional, Santa Fe, Millonarios, Medellín, Junior, etc).  LOOR AL REY  !

De entrada se sabía, que pesaría demasiado la ausencia de Cristian Marrugo, el jefe de máquinas en el medio, para manejar la posesión y la circulación  del balón, los cambios de orientación, la interpretación del juego, las filtraciones de  pases entre los defensa rivales y el control de los ritmos y las pausas.  Sin  él, todo dependería de Bryan Angulo, un hombre fogoso, pero sin  el panorama de la ubicación previa, de compañeros y enemigos.  Faltaban también los movimientos rompedores de Juan Fernando Caicedo, reemplazado por CHARLES MONSALVO, quien a pesar del gol del empate,  ( 69’), anduvo con más equivocaciones que aciertos.  Para agregar, volantes  de contención que como ha ocurrido en toda la temporada, no dieron  el suficiente equilibrio,   ( entre Didier y Córdoba, sumaron 19 entregas equivocadas, cuando tuvieron la pelota).

En la primera media hora, el DIM imprimió un ritmo diabólico a sus desplazamientos.  CORRIÓ MUCHO Y PENSÓ POCO.  Pudo abrir el marcador con un tiro libre de J.C. Angulo, que rebotó en el horizontal, pero se fue agotando con  el esfuerzo y cedió la iniciativa al Cali, que en 15 minutos se arrimó con la posibilidad de marcar gol, hasta que lo convirtió en un cabezazo de ANDRÉS ROA,  en jugada proveniente de un tiro de esquina, ejecutado por Candelo (39’).   Reculó el DIM a sus fronteras y los azucareros, le aumentaron del grado de dificultad a  la cuesta, con el 1-0,  (habían  ganado por la mínima diferencia en Palmaseca, en el partido de ida).

A  los 49’, hubo una jugada DECISIVA.  Cobró una pena máxima, Vladimir Marín y estrelló el balón en el horizontal.  Una posibilidad de gol, que al final, hizo falta, para al menos igualar la serie y forzar los cobros desde los 11 metros.  La diosa fortuna, no estuvo en ese instante, de parte de la gente de Leonel Álvarez.

El DT local, cambió a los 59’,  el dibujo de su formación a un 3-1-3-3, con el ingreso de Pertúz.   Jugó las cartas con dos hombres intrascendentes  : Daniel Hernández y Alfredo Morelos.  La idea era encadenar al rival en el medio, pero  El Pecoso respondió sacando a sus creativos Roa y Candelo y optó por un 4-4-2,  con una línea de recuperadores netos, incluíos Giraldo y Cabezas y situando a 9 hombres por detrás de la línea del balón.  A partir de entonces,  Medellín sacó fuerzas de flaquezas, pero su esfuerzo terminó en neblina.

Cali es un justo ganador y dejó una vez más en proyecto, otra vuelta olímpica de los rojos, que ya se frustraron frente a Millonarios en el 2012  y contra Santa Fe, el año pasado.

Medellín aportó músculo, pero tuvo cerrada la fábrica de las ideas y por eso aprendió por tercera vez, que el arte de vencer se aprende en las derrotas.   Ahora sabe también, que la gloria no consiste en no caer nunca, si no en levantarse las veces que sea necesario.

No les parece ???

Compartir:

4 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *