Capsulas de Carreño

Catalina quiere volver al estadio (César Polanía, El País-Cali)

Cesar PolaniaPor César Polania,
El País


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* Ella solo quiere que ese equipo rojo que el lunes pasado vio por primera vez en el Pascual le haga la vida más feliz.
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Catalina tiene 11 años. Le gusta el fútbol, pero hasta el lunes pasado nunca había ido al estadio. Su mamá, una abogada que ha visto al América rozar el techo del cielo y quemarse en el fondo del infierno, la llevó ese día al Pascual. Jugaban los ‘diablos rojos’ y Bucaramanga, partido que terminó 1-0 a favor del visitante y sepultó prácticamente las esperanzas de los americanos de volver a la A.

De regreso a casa, Catalina le dio las gracias a su mamá por haberla llevado por primera vez al estadio. Le dijo que le gustaba el ambiente que se vivía en el Pascual. Que la emocionaban los cánticos de los aficionados. Que le dio mucha alegría cuando salió el equipo a la cancha y volaron papelillos brillantes hacia el cielo. Que vibró con cada grito de los hinchas cuando hubo una jugada de gol y hasta movió su cuerpo al ritmo de los tambores que retumbaban en el tercer piso de Occidental. Por eso, por todo eso, Catalina le dijo a su mamá que quería repetir la experiencia. Que quería volver al Pascual. Y después le soltó una pregunta, cargada de inocencia, que ella tardó algunos segundos en responder:

—“¿Mamá, tú has visto alguna vez ganar al América?”.

—(Silencio)… Muchas, hija, muchas. Y tú también lo verás ganar muchas veces.

Catalina dibujó una mueca de felicidad en su cara y guardó silencio hasta llegar a casa.

La pequeña Catalina aún no ha sufrido por culpa del fútbol. Apenas está comenzando a construir el corazón del hincha, que es más intenso que el corazón del que ama. Ella ignora el dolor de los miles de aficionados americanos que han probado durante cuatro años seguidos el trago amargo de la B. Se podría sorprender si le dicen que América fue trece veces campeón en la A, pero no sentiría como propios esos títulos. Levantaría los hombros en señal de indiferencia si le mencionaran al médico Ochoa, Pascutini, Falcioni, Willington, Gareca, Cabañas o Bataglia. Le interesarían poco o nada cuatro finales de la Copa Libertadores. Lo que a ella le importaría, lo que realmente la emocionaría, sería volver al estadio y ver ganar muchas, muchas veces, al América, como se lo dijo su mamá. Ella solo quiere que ese equipo rojo que el lunes pasado vio por primera vez en el Pascual le haga la vida más feliz.

Catalina, si alguna vez te encuentras en la calle a algún directivo, al técnico o un jugador, diles que desde hace una semana tu corazón ama con verdadera pasión al América. Pídeles que entre todos le devuelvan la grandeza al equipo. Que respeten el principal valor que tienen que es el hincha. Hazles énfasis en que tú poco sabes de eso de la B, pero quieres conocer todo de la A. Y que, de una vez por todas, jueguen en la cancha, pero no con tus sentimientos.

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