Capsulas de Carreño

Cayeron el DIM  y su cuerpo técnico.

PALMIRA. José Ortiz y el colectivo del DIM la pasó muy mal con el Deportivo Cali, que a la postre desencadenó en la salida del cuerpo técnico encabezado por Alfredo Arias. Foto @Dimayor.com.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola. 

 

 

 Peor no pudo ser la presentación del Deportivo Independiente Medellín  ante el Deportivo Cali, en el estadio Palmaseca, que no solo llevó al DIM a la derrota, 0-2, y la consecuente pérdida de un invicto de 14 fechas, sino al despido  del cuerpo técnico  rojo, que  hasta ayer encabezó el orientador uruguayo Alfredo Arias.

 

El comunicado dado a conocer pasada la media noche, y en el que se informaba de manera oficial la decisión unilateral de dar por finalizado el contrato del técnico Arias y su equipo de trabajo, fue repentino por  la hora en que se produjo pero previsible en virtud  del paupérrimo fútbol rojo en el presente campeonato y sus precarios resultados.  Igualmente,  por  los particulares y ya conocidos antecedentes  de la administración Raul Giraldo.

 

Uno de ellos,  es el caso de adiestrador tolimense  Hernán Torres,  despedido por vía telefónica   el 3 de mayo de 2015, al término de la décimo octava fecha de Liga  Águila I del año citado,  y después de un magro empate 2-2 con Alianza Petrolera, en el Atanasio Girardot. El cuarto lugar en la tabla con 32 puntos y una clasificación anticipada a cuadrangulares, no detuvieron la drástica y, en esa ocasión, inesperada determinación, a dos fechas de conclusión de la fase todos contra todos.

 

Futbol sin explicación.

La vergonzosa  presentación  del DIM ayer en Palmaseca no fue un caso aislado, una noche para el olvido, ni un  bache  para la reflexión, la corrección o el aprendizaje. Fue la más cruda  demostración de la pobreza futbolística, táctica y motivacional de un DIM  que cada vez se hunde más en su propia incapacidad y de un cuerpo  Cuerpo Técnico sin  brújula ni ascendencia sobre el grupo que dirige.

 

Incomprensible que una escuadra reforzada con siete  futbolistas (Luis Sandoval, Jersson González, Jherson Mosquera, Marcus Vinicius, Francisco Chaverra, Homer Martínez y Joaquín Varela,  este último vinculado la semana inmediatamente anterior) no muestre todavía  señales de mejoría ni  avances en fútbol ni en estrategias de juego. Por el contrario, no hay aprovechamiento de las fortalezas de los nuevos jugadores – ni los antiguos-  y el Medellín luce cada vez más desencajado.

 

Incomprensible  el retroceso cada vez más evidente del DIM  que, no obstante la  continuidad de su cuerpo técnico desde hace más de un año, hoy  carezca de los elementos básicos de fútbol individual y asociativo, de solvencia en su zaga, de ideas en mitad de campo, de contundencia en su ataque, de manejo del balón de ordenamiento táctico  y de trabajo de semana. La gestión de Arias se desdibujó por completo y en todo sentido.

 

Son incomprensibles, así mismo, las cada vez más cuestionables nóminas titulares, las  contraproducentes lecturas del partido, las inexplicables sustituciones, y muy especialmente la presencia en el terreno de juego de fútbolistas hoy sin ritmo, nivel,  ni aporte alguno al equipo, tal es el caso de Baldomero Perlaza, Jimer Fory y  José Aja, entre otros. ¿Qué función cumple la Comisión técnica del DIM, si es que la hay? ¿Hasta dónde llega la autonomía de director técnico del equipo?

 

Y son incomprensibles también, las fluctuaciones motivacionales y anímicas de los jugadores en el gramado, su indolencia en muchos de los partidos, su conformismo frente a un marcador  1-0,  castigado, finalmente, con el empate y hasta la derrota, y la carencia de líderes y liderazgos que inyecten actitud y  tracen el norte emocional en cada juego.

 

Y, en definitiva, resulta incomprensible cada presentación del DIM: Vergonzosa, decepcionante y definitivamente  incompatible con la nómina 2024-2,   a la que le falta rigor  en la escogencia de titulares, lo mismo que en  un alto porcentaje de las sustituciones. Es un DIM en  el que desentonan por igual jugadores  y cuerpo técnico.

 

Es que sin desconocer las deficiencias y limitaciones de nómina,  el DIM cuenta con una plantilla  que puede dar más  pero que infortunadamente  adolece de manejo  deportivo, táctico  y mental.  Es un equipo pasivo, sometido y desordenado. Un equipo  subyugado por cualquier rival, un equipo sin fútbol ni ambiciones. Un equipo al que no se le ven trabajo ni evolución, un DIM en el  que era apenas previsible el relevo de su cuerpo técnico.

 

Por ello, cualquier otro concepto que se emita sobre el DIM  actual será redundante  Solo  tenemos certeza de  lo mal que juega el equipo, del panorama sombrío frente a la  muy cercana  programación de los dos juegos ante Palestino por Sudamericana y de los múltiples  cuestionamientos al hoy ex técnico rojo, Alfredo Arias,  extensivos  a los dirigentes responsables de la contratación  de jugadores  y culpables  en grado superlativo  de algunos de los descalabros  con los llamados refuerzos.

¿Caerán ellos también?
María Victoria Zapata B.

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Un comentario

  1. Saùl Restrepo

    5 agosto, 2024 at 4:28 pm

    Arias no se pudo recuperar.

    El DT padeció y no se recuperó del guayabo de haber perdido la final contra Junior. Ese hecho fue muy relevante en él, cosa muy notoria al comenzar la Liga I en enero, porque tanto el equipo como él, se quedaron en ese partido.

    El desasosiego del DT es entendible, durante todo el juego fue campeón, le da por hacer unos cambios para defenderse y en el último minuto después de sufrir el asecho tiburón le anotan, empatan y pierden. Y él se quería arrancar la cabeza, porque nada de lo que pensó echándose atrás le funcionó.

    Cada partido posterior a este, él pensaba en reivindicarse, a demostrar que ‘si quería pero no pude, pero que ahora si’ y de ese circulo no salió.

    Una buena decisión y ya que dicen que Giraldo es mas emocional que racional, era que en ese instante lo hubieran rescindido y cortar por lo sano. O en el anterior torneo al no entrar a los 8. En este momento su salida es reaccionaria como condicionada, a semana y media de un juego importante hasta ahora en el año y trayendo a un técnico de afán a ver con que sale.
    Riesgo que asume el dueño en algo que podía haberlo evitado.

    Que hay unos jugadores que no han estado en optimas condiciones, ni se han recuperado, es cierto. Sin embargo, esa aflicción no los dejo ni los iba a dejar, porque esa sombra siempre estuvo y estaba ahí, patentemente.

    Reitero que la salida del uruguayo se debió dar mucho antes.
    Saúl Restrepo

    Hincha de Nacional
    Bogotá

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