Clásico con empate incoloro e insaboro

El empate en el clásico fue el producto final de lo que cada equipo hizo. Ni más ni menos. Foto @Dimayor.com.

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Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

La pinchada Bella Villa, dichosa con su reina nacional de la belleza, se puso el pantalón largo, para ser la sede del clásico montañero, un clásico de campanillas por lo que había en juego. Por el lado verde un triunfo para ser cabeza de grupo, y por el lado rojo un triunfo para quedar a tabaco y medio de entrar a los ocho.

Así las cosas, con un casi lleno, repartido en una cuarta parte para los hinchas rojos apostados en norte, y tres cuartas partes para la hinchada verde, se dio comienzo al clásico 336; no sin antes pronunciar el abracadabra para que aparezca por arte de magia el humo con los colores insignia de cada equipo.

El árbitro Ortega da inicio para que cada equipo tome posiciones. Una mancha de polvo blanco adorna una zona del campo en el sector suroriental,  lo que daba la apariencia de haber nevado, y convertía el balón en una polvorosa. Un helicóptero apareció surcando el estadio; dando la impresión de tratarse de la visita de una alta funcionaria del gobierno.

Fue un primer tiempo con más llegadas de Nacional, lo que originó tres acciones de gol, dos bien controladas por Chaux y una por el horizontal. En cuanto al juego tuvo más posesión del balón el Medellín.

Comienza el segundo tiempo, y mientras organizo la almohada para recostarme, miro la pantalla y gol del Medellín, equipo al que le correspondió el saque, pase largo desde atrás, cabezazo de Perlaza que supera a los centrales verdes, el balón le llega a  Brayan León quien saca un disparo de mediola´o e infla la red; gol logrado en tan solo 12 segundos, ante el desconcierto de los jugadores de Nacional y de las tres cuartas partes del estadio. La celebración se hizo al frente de la tribuna sur, escriturada a los hinchas verdes. Hasta en esos momentos, así sean cargados de euforia, se deben tener mucho de “pispicia”.

No duró mucho la algarabía, porque 4 minutos más tarde, Nacional sale por el medio, Román le pasa el balón a Cardona, quien se lo devuelve de taquito elevado, Román entra al área y de zurda logra la anotación del empate. Gol que también se celebra en zona roja. ¡Válgame Dios!

Medellín carbura, Nacional trata de contragolpear. Chaux se luce con una tapada a tiro de Román, ejecutando una vuelta de valet. Posteriormente se presenta un cobro de tiro de esquina, desde el costado noroccidental, el ejecutor Cardona se ve obligado a entrar a la cancha para evitar que le caiga lo que lanzan de la  tribuna; luego de un minuto regresa al punto de cobro, y en el camino se levanta la camiseta y en ademán de secarse la cara lo que hace es besar el escudo de Nacional, gesto irresponsable que con toda razón Alvarado va a reclamarle y allí se “calienta el parche”, comenzando por los brabucones de Morelos e Hinestroza. Esa acción mereció ser tenida en cuenta por el árbitro, quien solamente sacó amarillas para los buscapleitos.

El técnico Juárez entiende la situación y saca a Morelos y a Hinestroza, por lo que entran Asprilla y  Viveros. Posteriormente Campuzano por  Zapata, Ceppelini por Cardona y Parra por Sarmiento. Nacional se defiende y contragolpea, como en aquella oportunidad en la que Román marca otro gol que es anulado por fuera de lugar; y Medellín no encuentra la horma del guayo salvador. Aguirre en las últimas se hace mostrar la amarilla en forma intencional, para ajustar la quinta y borrarlas todas en el partido contra el Tolima. Ortega da seis minutos de adición que pasan sin sobresaltos.

Empate que no le sirve a ninguno. A Nacional porque para ser cabeza de grupo tiene que ganarle al Tolima y esperar otros resultados, y Medellín tiene que ganarle al Envigado y también esperar otros resultados; resultados que para ambos tienen tintes de milagrosos.

Este clásico, además de clásico, fue un partido ajeno a la situación de cada equipo, y fue obligación de cada equipo alcanzar los propósitos que solamente se lograrían con el triunfo; por lo tanto, el empate fue el producto final de lo que cada equipo hizo. Ni más ni menos.

“Queremos controlar nuestro propio destino, pero debemos asumir la responsabilidad de nuestro resultados”. Doug Ducey.

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One Comment

1. Jose Zuka

   12 noviembre, 2024 at 3:55 pm

   POR COMENTARIO DE JORGE IVÁN LONDOÑO
   Buenos días Jorge y fanáticos verdolagas:

   Si, se podría decir que el empate es insaboro, ya que no le sirvió a ninguno de los equipos (menos a Medellin que está cuasi-eliminado) pero en general el ambiente en la tribuna y momentos del partido fue agradable. En mi opinión lo pudo ganar Nacional con las oportunidades del primer tiempo y la de Sarmiento en el segundo tiempo, pero también lo pudimos perder en esa última jugada, donde el jugador rojo se atraganta de gol.

   Nacional dice la gente, que tiene más nómina que el Medellín, pero me preocupa la forma en que están entrando los jugadores de recambio en los ultimos partidos. En este partido, en mi opinión, ninguno de los jugadores que entró para Nacional mejoró lo que había en la cancha y ya se había visto lo mismo en los últimos encuentros.

   Ayer al menos no tuvimos que aguantarnos en la transmisión al nefasto Vélez, el dios del futbol en Colombia, aunque nos mandaron a su lacayo, quien no se cansó de repetir como un muñeco, las mismas palabras de su patrón, con la cantaletica de que Nacional tiene mas puntos que fútbol y que no domina el partido los 90 minutos. Será que este señor conoce algún equipo del mundo, que domine un partido 90 minutos?
   ¿Hasta cuándo WINN va a sostener estos mediocres comentaristas? Cuándo será el 2026, a ver si el nuevo operador nos ofrece algo mejor,

   Saludos,
   José Zuka

   Hincha de Nacional
   Calgary/El Retiro

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