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Cuestionando lo impresentable. Por Jorge Enrique Vanegas
- Actualizado: 13 septiembre, 2018
Por Jorge Enrique Vanegas
*Nadie sabe para dónde va este barco rojo tampoco, qué planes tienen, eso genera también desconfianza, cisma.
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-Otro feo y desagradable escándalo. Lo del dueño de Águilas señor Fernando Salazar con Hubert Bodhert, reciente. Qué show tan vergonzoso, que lamentable imagen y mal ejemplo como de falta de compostura y de auto control. Lo del directivo, habitual, y el otro error, por primario, del técnico: “Qué nos respete nuestro color, somos oscuros, porque no somos indios”. Los indígenas también merecen respeto total.
-Lo del portero extranjero Lucero de Rionegro, un muy buen guardavallas como tal, quien produjo noticia mundial por su inadmisible tratamiento racista a los rivales por ser de color. No hay derecho a que un profesional incurra en esas verdaderas tonterías. 31.000.000 de pesos su multa, 8 fechas de suspensión, perjudicando al equipo.
-Que hayan caído 8 técnicos en el meridiano de la Liga Águila 2. Es un reflejo de la inestabilidad, la falta de planificación, de proyectos y del corto placismo con el que tan mal se manejan la mayoría de clubes colombianos. Estamos definitivamente muy atrasados en sus modelos de gestión. Y está muy claro que caerán más técnicos.
-Que los árbitros den el ridículo show y espectáculo deplorable de salir corriendo con los jugadores que son cambiados, los que se hacen héroes quemando tiempo cuando abandonan el campo. Ese fútbol lleno de fingidores, de payasos, enorme flagelo del mediocre torneo colombiano.
-La fastidiosa muletilla de técnicos, futbolistas y comentaristas: “Es un equipo con jugadores de muy buen pie”. Como el mal trato al idioma, declaraciones con los términos “hubieron” –lo correcto hubo, los habían –lo correcto había-, por citar solo ellos. Claro que muchos “periodistas” y ex jugadores hoy “colegas”, también.
-Los muy malos entrevistadores de la radio y TV colombiana en todos sus canales. No saben del género de la entrevista, y no hay allí en gestión humana o en capacitación, quien les mejore destrezas y habilidades. Qué vergüenza que al que se supone “indaga” los hagan quedar tan mal los entrevistados: “Si como vos o tú lo dijiste”. Es de muy mal gusto, comentan pero no preguntan.
-La nula comunicación del Atlético Nacional y su inercia con respecto a dar claridad total a su hinchada y a la opinión pública acerca del rumbo de este barco que viene hace rato a la deriva desde la dirigencia. No son claros y acrecientan la ansiedad, la incredulidad y ansiedad del propio equipo como de su afición.
-El daño que le hicieron el señor Almirón y la famosa comisión técnica del club verde. Nieto, jugador estelar en el Caldas, nada raro que prestado gratis y pagándole el sueldo. Arias, le regalaron el pase, otro puntal del equipo de Manizales y figura. Ídem el caso de Macnelly en el Cali y continuado el de Camilo Vargas en la misma institución. Cuánto servirían hoy en el equipo señores directivos. Pero este Nacional es el reino del despilfarro.
-Que en Medellín, la tierra del “orgullo paisa”, se caen los edificios, las presas, quedan mal hechas muchas obras, como puentes, intercambios viales y un estadio construido en 1953, hace 65 años, con más de “12” refacciones, no cuente con un techado total en todas las tribunas. Y si se presume de la ciudad del pionerismo.
-Que en el Medellín ocurra un corto circuito extendido de su dueño el señor Giraldo y voceros del Club -¿Quiénes y Cuáles, Ah?- ante su gran fanaticada. Nadie sabe para dónde va este barco tampoco, qué planes tienen, eso genera también desconfianza, cisma y lo peor es que termina permeando la relación de hinchas con el propio equipo y perjudica a jugadores y cuerpo técnico. Hoy lo estamos viendo.