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De dulce y de agraz (Leonardo Vélez, La Tercera)
- Actualizado: 23 octubre, 2015
Por Leonardo Véliz,
La Tercera
*En el fútbol no bastan sólo las ganas. Hay que poner algo más y eso no aparece por decisión divina.
Sobria inauguración del Mundial Sub 17. Con sorpresivo y cálido saludo de la Presidenta Michelle Bachelet me apresté a ver el debut de la roja juvenil. Tenía mis temores de una derrota abultada frente a una Croacia muy fuerte, que eliminó a España. Chile en un escabroso proceso, con más derrotas que triunfos, era un enigma.
Ya en los himnos percibí el desaliento, las comparaciones antropométricas de cada cuál, que la estatura, la fortaleza física, etc. Chile con fervor cantaba el himno, mano en el corazón.
Del minuto uno hubo un total desequilibrio en las fuerzas. Los chicos de rojo, aún con el himno en los labios y la emoción, se las arreglaron con la única herramienta que podían esgrimir, la técnica. Y cuando uno dice técnica, dice dominio. Así es como Saavedra, Allende, Leiva y, sobretodo, Díaz, equipararon las acciones en el mediocampo. Allí se libran todas las batallas, allí prevalecen la inteligencia y las mejores decisiones. Con la pelota en el piso sobran los gigantes.
Equipararon las acciones en el segundo tiempo con un empate ilusorio. Halagos y comentarios positivos acrecentaron esperanzas de días dulzones.
Ante 21.000 hinchas vino la prueba de fuego ante Nigeria. A los 20 segundos vino el primer gol, los africanos colocaron su letrero no en el camarín sino en la cancha “aquí están los campeones del mundo”. La velocidad, exuberancia física y poder de gol cantaron en la ciudad de los festivales. Cinco goles lapidarios nos demostraron que en el fútbol no bastan sólo las ganas. Hay que poner algo más y eso no aparece por decisión divina. Tres penales fueron producto de la impotencia frente a la eficiencia.
Debemos mejorar un 100% para seguir en carrera y hoy, viernes, veremos ante Estados Unidos si vamos hacia un Merry Christmas o nos detenemos en un Halloween más. Total, imitamos todo lo que proviene desde esas tierras, sea de dulce o de agraz.