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De esta eliminación del DIM, mucho por decir (II)..
- Updated: 7 mayo, 2019

Trece jugadores y una seguidilla de disparates imposibles de asimilar. El caso más llamativo, el del atacante William Palacios vinculado no obstante su extenso historial disciplinario que aumentó, tras su despido del DIM, por las mismas razones. Solamente duró 41 días en el Equipo del Pueblo.
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Por María Victoria Zapata B.
*Uno de los mayores fracasos en los dos últimos años de la era Raúl Giraldo en el Deportivo Independiente Medellín, es el relacionado directamente con los REFUERZOS que involucra, igualmente, los reencauches de jugadores que ni antes ni ahora han justificado su presencia en el DIM.
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Después de la obtención de la sexta estrella, en junio del 2016, es verdaderamente difícil hablar de refuerzos en un equipo cuyas políticas de contratación de jugadores se hace al bulto, a bajísimos costos, sin el más mínimo reconocimiento de la calidad, nivel, historial disciplinario ni requerimientos de la escuadra profesional y, mucho menos, sin contar con el visto bueno o análisis previo del cuerpo técnico de turno.
El de los refuerzos, un problema recurrente y gravísimo en el DIM, es también el ADN de la dirigencia roja y el mejor referente de una administración soberbia, incapaz y carente de rumbo, objetivos y metas institucionales.
EN LOS 4 ÚLTIMOS TORNEOS
Los siguientes cuadros, dados conocer en fecha reciente por el colega Marco Antonio Hoyos Ochoa, son más que concluyentes:
Diez jugadores. A excepción de los zagueros argentinos Santiago Echeverría y Rodrigo Erramuspe, de aceptable rendimiento, los demás refuerzos fueron un fracaso. Aun hoy seguimos sin entender el por que del intercambio del defensor Marlon Piedrahíta por el atacante Edison Toloza. Un despropósito mayúsculo, que se suma al descomunal yerro que fue la vinculación del entrenador Juan José Peláez, quien llevaba nueve años alejado de la dirección técnica
En este torneo se produjo, además, la transferencia de Christian Marrugo y Andrés Felipe Mosquera Guardia al fútbol mexicano, en el mes de julio y pocas fechas después de iniciado el campeonato.
Catorce jugadores. El regreso del goleador argentino Germán Ezequiel Cano, para el que fueron determinantes la presión de la hinchada roja y el aporte de uno de los patrocinadores del equipo- Wplay Colombia- y la contratación del volante Andrés Ricaurte, fueron los únicos aciertos en la vinculación de jugadores que, en su gran mayoría, quedaron en deuda con el DIM.
La ratificación del técnico español Ismael Rescalvo, en interinidad tras el despido de Peláez y en medio de un cúmulo de mentiras e inconsistencias administrativas, más la venta del volante Yairo Moreno, al fútbol mexicano en plena fase final del campeonato, tuvieron lugar en el primer campeonato del 2018.
Bajo las órdenes del orientador ecuatoriano Octavio Zambrano, se contrataron ocho jugadores, tres de ellos extranjeros, y se produjo el préstamo del volante de marca Didier Moreno a una escuadra de segunda división en España, pocas fechas después de iniciado el campeonato, algo habitual en la era Raúl Giraldo.
La cuestionada vinculación de los futbolistas Luis Luna, Jonathan Barboza y Alejandro Barbaro en virtud de la precariedad de su nivel e, igualmente, del centrocampista Déinner Quiñones quien solo alcanzó a jugar un partido con el cuadro rojo y fue transferido por el mismo DIM, en calidad de préstamo, al club Santos Laguna de México, dejaron nuevamente en entredicho la gestión administrativa en materia de refuerzos, en el segundo torneo del año inmediatamente anterior.
Trece jugadores y una seguidilla de disparates imposibles de asimilar. El caso más llamativo, el del atacante William Palacios vinculado no obstante su extenso historial disciplinario que aumentó, tras su despido del DIM, por las mismas razones. Solamente duró 41 días en el Equipo del Pueblo. Incomprensibles resultaron, además, las contrataciones del volante Carlos Sinisterra, quien apenas jugó 118 minutos en todo el campeonato (19 en el partido ante América, 45 ante Millonarios y 54 ante Cúcuta) y Julián Figueroa, quien ni siquiera hizo su debut con la camiseta del DIM. No sabemos, tampoco, los motivos del reencauche de Luis Tipton y William Arboleda, jugadores que han desaprovechado una y otra vez las oportunidades que se les ha dado en Independiente Medellín.
Héctor Urrego no justificó su contratación y Nicolás Palacio no rindió como zaguero ni como volante de marca. A Dairon Mosquera las reiteradas lesiones le quitaron ritmo de juego y Diego Arias,el único de los 13 jugadores que merece el rótulo de refuerzo, infortunadamente no contó con el respaldo del cuerpo técnico y fue relegado a la suplencia. La falta de continuidad conspiró contra su rendimiento.
UN FRACASO CONTINUADO
Vistos los cuadros, hay que buscar con lupa los jugadores que han sido verdaderos refuerzos para el equipo y aun así cuesta trabajo encontrarlos.
Un factor si es común a dichos gráficos y a la contratación de jugadores para el DIM en los últimos cuatro campeonatos: el absurdo…!
Sea por negligencia o por desconocimiento, la consecución de refuerzos para Independiente Medellín es una cadena ininterrumpida de barbaridades que nos llevan a preguntarnos, por enésima vez, con que criterios, además de los económicos, suficientemente detectados, se eligen y/o reciclan jugadores torneo a torneo. ¿Quién o quiénes son los encargados de cometer tales desatinos en el DIM? ¿Tiene alguna injerencia o capacidad decisoria el cuerpo técnico en la escogencia de los refuerzos? ¿Es el totalitarismo de Raul Giraldo, el responsable de tan repetidos exabruptos? ¿Qué papel desempeñan el presidente Michael Gil Gómez y el gerente deportivo, Felipe Trujillo, en la búsqueda, selección y contratación de nuevos jugadores para el DIM?
Es muy posible que ni el mayor accionista, ni el presidente, ni el gerente deportivo, ni ningún dirigente rojo se haya percatado del grado de desvalorización al que llegó el Deportivo independiente Medellín en los últimos dos años y medio. Se destrozó de un plumazo todo lo bueno que se construyó entre el 2014 y el 2016. Se rifaron la seriedad y credibilidad institucionales y, ahora, se acabaron del todo los argumentos que nos impulsaban a los hinchas a recargar con ilusión y alegría nuestro abono. Frases como “el 2019 será un año histórico para el DIM” (Felipe Trujillo) o “Trabajamos para tener un mejor futuro. Seguimos construyendo”, no son más que la retórica de una dirigencia que, por su falta de visión, cree que los ciegos somos nosotros, y que ya lo perdió todo, hasta su capacidad de reconocer cuanto y como se equivocó.
¿Con qué nuevo disparate irán a salir este martes (07), en la rueda de prensa convocada para la 10 A.M?
[María Victoria Zapata B.]
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