Capsulas de Carreño

De esta eliminación del DIM, mucho  por decir.. (MVZ, I)

La camiseta emblemática del DIM que tiene al goleador de Liga y el equipo tristemente eliminado. Foto @DIM_oficial.

Por María Victoria Zapata B.

*Y  a los hinchas rojos tampoco nos sorprende puesto que fue anunciada con  bastante antelación y  en cada uno de los partidos en los que el  Deportivo Independiente Medellín dejó   en evidencia sus múltiples  carencias deportivas, técnicas y administrativas.

La victoria,  en el estadio Manuel Murillo Toro, en  el  juego  de cierre de la fase clasificatoria,  no alcanzó ni para maquillar de manera sutil  el fracaso, la decepción y las  frustraciones sumados fecha a fecha por el DIM, en este tortuoso  camino de su advertida eliminación.

Dolió mucho que el esfuerzo  del gladiador Germán Ezequiel Cano materializado en   21 goles, nuevo récord en torneos cortos de la Dimayor, ni el liderazgo del veterano David González,  no tuvieran eco en un equipo que, en definitiva,  falló en la gramilla y, sobre todo, en la oficina de administración.

No fueron las  fallidas combinaciones de resultados en otros compromisos,  ni fueron Santa Fe,  Patriotas, Once Caldas, Nacional o Unión Magdalena, con sus triunfos y/o derrotas en la última  jornada, los que dejaron al Equipo del Pueblo con las manos vacías.  Fueron OTRAS COMBINACIONES, al interior de la institución,  las que rubricaron este nuevo y vergonzoso fracaso rojo:  La dirigencia,  con su mayor accionista, Raúl Giraldo, a la cabeza, y sobre quienes recae la mayor responsabilidad del mismo. Los mal llamados refuerzos,  los  “inventos” de los cuerpos técnicos – tanto  del ecuatoriano Octavio Zambrano como  del interino Ricardo Calle-, el  bajo rendimiento de la casi totalidad de jugadores y la apatía de una escuadra que no respondió anímica ni deportivamente.

 

DESDE LA ADMINISTRACIÓN

“Lo que duele no es la eliminación, lo que duele es la negligencia de los que comandan este barco que cada semestre se hunde más. No planifican, buscan en el mercado lo más barato, le mienten a la hinchada prometiendo equipo competitivo. Es hora de darle al DIM el lugar que merece” @Fredim27.

Esta frase, publicada hace pocas horas en twitter por uno de los hinchas más emblemáticos del DIM, Freddy Giraldo Rios,  define con meridiana claridad el sentimiento del hincha frente a este nuevo fracaso deportivo.  En ese orden de ideas, era y es imposible esperar en la gramilla resultados que no se gestan desde  una  administración, hoy  carcomida  por la incapacidad, la mediocridad y el conformismo.

Por ello, la reestructuración del Deportivo Independiente Medellín debe partir justamente de su “plantilla” dirigencial. Ni el dueño, Raúl Giraldo, ni el presidente, Michael Gil Gómez, ni el gerente de desarrollo deportivo, Felipe Trujillo,  son ajenos al nublado presente y sombrío futuro del equipo. De nada sirve, ni servirá, licenciar a ocho, diez o quince jugadores que no justificaron su vinculación al DIM,  si los dirigentes causantes  del fracaso continúan anquilosados en sus cargos, si  persisten las erróneas políticas de contratación de cuerpo técnico y  futbolistas,  si el equipo continúa huérfano de dirigentes con sentido de pertenencia, trayectoria y  conocimiento, y  si las decisiones no tienen como fundamento   un proceso serio y coherente, el crecimiento institucional ni los logros a corto, mediano o largo plazos.

Con base en  lo anterior,  me  sostengo en que  el DIM requiere de  cambios estructurales, especialmente en su cúpula administrativa. Otros propietarios, otro presidente, otro gerente deportivo y otros dirigentes. De no producirse estos, seguiremos estancados en la mediocridad, la incapacidad, la intrascendencia y la frustración.

Mañana, en la segunda entrega de este balance,  abordaré el tema  refuerzos.  Un asunto  neurálgico en un DIM que ha pecado una y otra vez en la forma como se asume consecución de jugadores. Ésta, sin lugar a dudas, la peor de todas las políticas institucionales,  el peor de todos los fracasos rojos en la era Raúl Giraldo, desde la obtención de la sexta  estrella.
[María Victoria Zapata B.]

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