De esta eliminación del DIM, mucho por decir (MVZ – III)

By Alfredo Carreño
Updated: 9 mayo, 2019

En septiembre de 2018, el Administrador de Negocios Michael Gil Gómez asumió la presidencia del DIM. El equipo ocupaba el puesto 12. Se desconocen cuáles son sus funciones, su injerencia en la toma de decisiones o su grado de responsabilidad en la debacle actual.

—

Por María Victoria Zapata B.

Así como el de los mal llamados refuerzos se ha constituido en un problema gravísimo en el Deportivo Independiente Medellín desde el año 2017, el de sus directivos es aún peor, en virtud de la recurrencia en la toma de decisiones que ha afectado, de manera muy negativa, el rendimiento del equipo en todas las competiciones, nacionales o internacionales, en las que ha participado.

Cuando debería ser la piedra angular del DIM, la dirigencia roja se ha movido entre la superficialidad y la poca seriedad. Ha demostrado incompetencia en todos los niveles de su gestión y ha sumido al Equipo del Pueblo en una orfandad total en materia administrativa. La elección de cuerpo técnico, por ejemplo, se ha convertido en un show al que le sobran mentiras e inconsistencias, y con la consecución de jugadores nuevos, torneo a torneo, desde el segundo del 2017, ocurre exactamente igual. La falta de inversión y la irreflexión son dos características comunes a todas las ejecutorias de una dirigencia que es la responsable directa de los reiterados fracasos del equipo.

¿Presidente y Gerente de Planeación?

No es un secreto para nadie el carácter totalitarista que se maneja en las oficinas del Deportivo Independiente Medellín, el cual se manifestó abiertamente después de la renuncia del carismático dirigente Eduardo Silva Meluk, acaecida en enero de 2018.

Tras la salida del “presi” se desmoronó todo el andamiaje administrativo-deportivo en el DIM y el mayor accionista, Raúl Giraldo, asumió también las tareas de presidente y gerente. Decayó de manera considerable el emblemático programa de abonos Todos en Uno, se cerraron los canales de comunicación entre la afición roja y sus directivos, la credibilidad se ubicó a muchos grados bajo cero y la carencia de rumbo y objetivos devolvió al DIM a aquellos tiempos vacíos de aspiraciones, proyectos, conquistas y dirigentes idóneos y comprometidos con el Equipo del Pueblo.

Con la designación del Administrador de Negocios Michael Gil Gómez como nuevo presidente, en septiembre del año inmediatamente anterior, y del Abogado especializado en Gerencia Deportiva, Felipe Trujillo, como Gerente de Planeación y Desarrollo Deportivo, tres meses después, se pensaba que Independiente Medellín recobraría al menos una fracción de la notoriedad administrativa que alcanzara en los primeros años de era Giraldo. El fracaso en todos los ámbitos en este primer campeonato del 2019 y la confusión que se percibe en las oficinas del equipo nos devolvieron abruptamente a la realidad.

Tal como lo expresara por este mismo canal de Cápsulas hace algunos días, las ejecutorias de ambos dirigentes son un enigma para nosotros, los hinchas rojos. Desconocemos cuales son sus funciones, su injerencia en la toma de decisiones o su grado de responsabilidad en la debacle actual. Lo único que tenemos claro, es que los disparates en materia de refuerzos vienen de tiempo atrás y el vacío administrativo del DIM se extiende cada vez más.

Infortunadamente, hasta el momento no hemos visto gestión por parte del presidente ni del gerente de planeación del DIM. Tampoco acercamiento ni empatía con la hinchada poderosa.

Rueda de prensa, epitafio al fracaso

Pero si quedaba alguna duda acerca del caos que hoy envuelve al Deportivo Independiente Medellín desde su cúspide dirigencial, tanto la rueda de prensa convocada por el presidente Michael Gómez para el pasado martes 7 de mayo como sus declaraciones en la misma, dieron cuenta de la ausencia de un norte institucional en el Deportivo Independiente Medellín.

En primer término, la rueda de prensa no fue más que una loa a la improvisación y la falta de seriedad con las que hoy se maneja el DIM. Igualmente, la carencia de profundidad y análisis en los temas abordados por el presidente, incrementó la desazón y la incertidumbre en la feligresía Poderosa. Las siguientes fueron algunas de sus afirmaciones más inquietantes

-“Trabajamos siempre para mejorar. Los jugadores que lleguen tienen que marcar diferencia”.

¿Así como la marcaron Héctor Urrego, William Palacios, Luis Tipton, Nicolás Palacio, William Arboleda, Carlos Sinisterra y Julián Figueroa, entre otros?

-«Hacemos una revisión de todas las líneas y con base en eso reforzaremos el equipo».

¿Pasaron 20 fechas del campeonato y dos de Copa Libertadores y aún no saben dónde se precisan refuerzos?

– “No vamos a esperar técnico para contratar jugadores” ¿Cuál es, entonces, la autonomía del cuerpo técnico del DIM? ¿Le impondrán, también, alineaciones?

Finalmente, en esta tercera entrega del balance sobre el DIM modelo 2019, reitero mi inquietud por el nublado presente y el sombrío futuro de nuestro amado Equipo del Pueblo. Quiera Dios que la cadena interminable de desatinos administrativos no nos regrese, en vuelo sin escala, a aquellas nefastas eras Castillo y Ciro, de las cuales no quiero ni acordarme.
[María Victoria Zapata B.]