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De frustración en frustración con el DIM..
- Actualizado: 25 febrero, 2019
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Por María Victoria Zapata B..
Columnista Cápsulas.
*Ocho fechas completa ya el DIM sin conocer la victoria.
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En esta ocasión, y ante el Deportivo Cali, una anotación del mejor jugador del DIM en el partido de ayer, Leonardo Castro, al minuto 88, salvó al Equipo Del Pueblo de otra derrota en el campeonato actual.
El gol de “chacho”, sin embargo, no pudo evitar una nueva desilusión en la hinchada, lo único poderoso que hoy le queda a Independiente Medellín. El 1-1 ante el cuadro azucarero fue una bofetada más. En las circunstancias actuales y en condición de local, un empate es una derrota más. Hoy le añadimos otra tristeza a nuestros rojos corazones…
Es cierto que el equipo evidenció mejoría en funcionamiento y, especialmente, en actitud. Se observaron algunas sociedades, el ingreso de William Arboleda, al minuto 67, le imprimió más movilidad a la zona medular, se aumentó el volumen ofensivo y el arquero Camilo Vargas se constituyó en la figura del encuentro. No obstante lo anterior, un error defensivo permitió la apertura del marcador por parte del cuadro visitante al minuto 54 y, como en juegos anteriores, el DIM tuvo que luchar contra el cronómetro y, en esta temporada, también contra su inefectividad en pórticos contrarios.
A pesar de ello, Independiente Medellín repitió por octava vez consecutiva su película del 2019. La de un colectivo inconexo, con graves problemas defensivos carente de orden y táctica, predecible e inconstante, la de un onceno que aun no encuentra el fútbol ni la senda del triunfo.
En ese orden de ideas, ya no es necesario repetir que la zaga es un dolor de cabeza crónico, que el juego por las bandas presenta serias deficiencias, que es notable la orfandad de Diego Arias en primera línea de volantes, que Andrés Ricaurte todavía no encuentra su ubicación ni su fútbol en la presente temporada y que la fortaleza atacante se desvaneció por falta de enganches, sociedades, claridad y efectividad.
¿Y qué decir del trabajo del técnico Zambrano? Continúa sumido en la confusión. Tres derrotas y cinco empates, incluyendo los dos de Libertadores, son irrefutables, como determinantes son, además, la aceptación de unos refuerzos en su gran mayoría inoperantes y, como consecuencia de ello, sus experimentos y la pérdida de rumbo táctico, estratégico y futbolístico.
No obstante la mejoría anímica y el aumento del volumen ofensivo que el DIM mostró ante el Deportivo Cali y le permitió salvar el empate sobre el final del partido, es un hecho que el equipo sigue sin mostrar argumentos en la gramilla, cohesión en sus tres líneas, trabajo táctico ni identidad en su fútbol. El juego colectivo está reducido a la mínima expresión, las grietas defensivas persisten, el equipo carece de un líder en mitad de campo y la otrora fuerza atacante hoy se limita a acciones individuales.
Tal como estamos, nos hallamos más cerca de un nuevo fracaso en el 2019, tal vez peor que nuestra humillante participación en fase II de Copa Libertadores y más distantes de un digno papel en Liga Águila. Una remontada similar a la del campeonato anterior es una utopía.
Con 3 puntos de 18 posibles, un rendimiento del 16.6%, un vergonzoso último lugar en la tabla de posiciones, la obligación de ganar diez de los 14 partidos que restan por jugar y un fútbol que escasamente le alcanza para “arañar” un empate en condición de local, el panorama de Independiente Medellín es más que desolador así ayer se viera un equipo más comprometido desde el punto de vista anímico.
Y ese lóbrego presente es, infortunadamente, el resultado de una gestión directiva sin ambiciones, seriedad, proyectos ni organización. El DIM actual es fiel reflejo de una administración que hace rato perdió su rumbo y es en ella, lo reitero, en quien recae la responsabilidad de la situación actual, penosa, decepcionante y dolorosamente anunciada.
Ocho fechas, dos de Copa Libertadores y seis de Liga, no nos han dejado más que desengaños. Y ayer, ante el Deportivo Cali no fue la excepción. El 1-1 fue, en conclusión, una amargura más en este DIM 2019 que sigue de fracaso en fracaso, de frustración en frustración.
[María Victoria Zapata B.]
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