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¿De qué nos sorprendemos? Por Gilberto Maldonado Bonilla.
- Actualizado: 23 mayo, 2019
Por Gilberto Maldonado Bonilla
*En la crisis deportiva de Atlético no debe haber espacio para el asombro. Las crisis de hoy es la crónica de una crisis anunciada.
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Miremos el prólogo del inicio del presente campeonato. Los idus de marzo anunciados desde finales del año anterior: los líos con el TAS que no permitían la confección de una nómina de respeto que nos ilusionara con un buen desempeño en el campeonato y en la copa libertadores.
Lo del TAS hay que tenerlo en cuenta a la hora del juicio a cuerpo técnico y directivos de Atlético Nacional. Una realidad mas no un pretexto absoluto; porque hay que tener en cuenta la industrialización de los equipos de fútbol que implica la aplicación de axiomas y teorías de economía política.
Bajo el signo del TAS se entregó una nómina que entregó una conducta deportiva y resultados acorde a la cantidad y la calidad. No hay espacio para el asombro y el rasgar de vestiduras.
Corresponde esperar que el próximo semestre sea diferente. El balón está lo tienen los directivos. Ardua tarea les espera; empezando por la definición en el tema del cuerpo técnico. Parodiando al príncipe Hamlet: Autuori o no Autuori, he ahí la cuestión.
La continuidad del director técnico brasilero sería la posibilidad de una disección a profundidad de la nómina de jugadores. Se supone que el actual cuerpo técnico tiene ya suficientes elementos para conformar una nómina acorde al prestigio y la historia de Atlético Nacional. En cambio la llegada de un nuevo cuerpo técnico implicaría la posibilidad de la continuidad de algunos jugadores desgastados frente a la afición. La terrible e indeseada «segunda oportunidad». Sencillamente porque quiere «conocer» a sus jugadores.
Un nuevo cuerpo técnico es la posibilidad de la reproducción circular de la historia. Esperemos que no sea así.
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