Capsulas de Carreño

Desde lo grande de antes a lo pobre de hoy.

BARRANQUILLA. No fue un buen partido para Mateus Uribe y en general para la Selección, especialmente por la propuesta pasiva y sumisa del primer tiempo. Foto Colfutbol.


Por Jorge Alberto Cadavid M.
Columnista Cápsulas.

 

*El orgullo que nos brindó el empate ante Brasil, se convirtió en gran decepción ante Ecuador.

 

Los dos empates ante Uruguay y Brasil tenían significación si ante el Ecuador se lograba un triunfo, este otro empate deja mal sabor en este periplo de octubre.

Tres partidos sin gol en contra y sin gol a favor, es un descalabro, porque el no tener gol en contra solo se debe a la actuación del mejor hombre, DAVID OSPINA, para escribir en letras de molde. El resto es darle vía libre a quienes harán leña del árbol caído.

Ecuador vino a especular, a cortar el desarrollo del encuentro, a jugar físico y Colombia de quien esperábamos actitud y fútbol, se vio perdido, sin idea de juego, enredado en en su ansiedad e impotencia.

La inicial fue peor que lo presentado en los dos partidos anteriores, entonces todo se fincaba en la reacción del segundo tiempo, pero no alcanzó.

La alineación en mi concepto era la que esperábamos, sobre todo en lo que respecta a Zapata y Falcao García y sostener a Borré y a Quintero.

Pero nada funcionó, ni aun cuando llegaron las sustituciones, no tenemos juego, no tenemos desequilibrio, ni profundidad, ni gol.

Entonces el orgullo que nos brindó el empate ante Brasil, se convirtió en gran decepción ante el Ecuador, equipo de marrulla, especulativo, mañoso.

Todo quedó para que al profe Rueda el mundo se le venga encima.

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