Diego Placente, la raíz de Pekerman, el apego por la simpleza y el lineamiento con Scaloni

*Perfil del entrenador de la Selección argentina Sub-20, ex lateral izquierdo que fue campeón del torneo en 1997 y también dirigirá la Copa Mundial Sub-17, en Catar.

===

No había muchas vueltas ni dudas en la forma de jugar de la Selección argentina que salió campeón de la Copa Mundial Sub-20 en 1997, el tercer título de la Albiceleste en la competencia (luego llegarían las estrellas del 2001, 2005 y 2007). Sus jugadores tenían una capacidad técnica tan alta que su obsesión se trataba únicamente en tener el balón. Incluso si el equipo ocupaba un espacio avanzado en ataque pero no encontraba los huecos necesarios para lastimar al rival, llevaba la pelota hasta sus centrales y la jugada volvía a empezar. No había prisa, no había sentido de obligación por lo vertical, no había urgencia.

En ese esquema orbitaba Diego Placente. Era el lateral izquierdo. Muchas veces servía de apoyo para ese retroceso en la posesión, otras funcionaba como descarga por la banda para finalizar secuencias. Era técnicamente bueno, fino, con buenos controles y criterio en el manejo de la pelota. Como todos sus compañeros: un equipo que se divertía con el balón. A su lado, en la línea defensiva, estaban Walter Samuel, Leandro Cufré y Juan José Serrizuela. En el medio, Diego Markic, Esteban Cambiasso y un tal Lionel Scaloni. De enganche, una posición prácticamente extinguida, Juan Román Riquelme, el cerebro. Arriba, suelto pero cerca de la línea de mediocampistas, Pablo Aimar. Bernardo Romeo era el goleador del equipo.

Placente, ahora entrenador de la categoría de la que fue jugador y campeón, adora al equipo que en 1997 dirigió José Pekerman y parece sentirse orgulloso por ser parte de esa raíz de un árbol que no solo dejó jugadores de élite si no que, una vez que terminaron sus carreras, repartió roles importantes. Samuel (ayudante de campo de la Selección mayor), Aimar (ayudante de campo y entrenador de la Sub 15), Scaloni (entrenador de la Selección mayor), Romeo (coordinador de las Selecciones juveniles) y Placente forman parte de la Selección argentina en diferentes roles. Riquelme, por su parte, es presidente de Boca Juniors. A pocos de esa generación le tocaron funciones de perfil bajo.

El entrenador de la Selección Sub 20, exdefensor de River Plate, Bayer Leverkusen y la Selección argentina, entre otros, viene de un proceso largo al mando de las juveniles. Desembarcó en la Asociación del Fútbol Argentino en julio de 2017 para hacerse cargo como entrenador de la Sub-15 y asistente de la Sub-17. Campeón sudamericano de la categoría por primera vez en la historia, tomó el Sub-17 primero con una buena campaña en el Mundial de Indonesia 2023, donde alcanzó las semifinales tras golear a Brasil en el clásico de cuartos. En noviembre de 2024, tras la salida de Javier Mascherano al Inter de Miami, asumió las riendas del Sub-20: su debut fue en el Sudamericano en el que consiguió la clasificación como subcampeón, una travesía en la que dejó para la historia una goleada por 6-0 ante la Verdeamarela en el debut. Luego del torneo en Chile, viajará a Catar para conducir al Sub 17 en el campeonato que comenzará el próximo 5 de noviembre.

En 1994, José Pekerman asumió en la Selección argentina Sub-20. Un año después, salió campeón del Mundial de la categoría, en Catar. Los títulos seguirían en 1997 y 2001, ya con Hugo Tocalli como entrenador y él como coordinador general. Sin embargo, el legado parece ir por otro lado. El equipo tenía un estilo de juego pero también una manera de conducta, disciplina. Se enseñaba a futuras estrellas, se formaba hombres.

«Ellos pusieron la semilla, crecimos todos con esas bases, y respetamos mucho lo que son los valores. Lo que le decimos a los chicos: jugar bien no te permite hacer cualquier cosa. Hay que tener en claro que estás con la camiseta de Argentina, defendiendo ese escudo que merece mucho respeto, y portarse bien. Crecer tanto fuera como dentro de la cancha, no es que está una o la otra, sino que vayan de la mano y creo que todos crecimos con esas ideas y base de José y todos lo ponemos en práctica», dijo Placente a FIFA.com.

El entrenador, que trabaja con una base del plantel que estuvo en Indonesia 2023 y ahora representa a Argentina en Chile 2025, es simple. Siempre parece preferir una respuesta clara y sin complicaciones a una rebuscada o que puede sonar particularmente pretenciosa.

«La verdad es que de José me gustaba mucho su tranquilidad, su paciencia o cómo analizaba las cosas y la elección de jugadores. Porque después, cuando ya los conocés, hacía cambios o los planteles que tenía, siempre jugaban bien, entonces, bueno, eso porque elegía a los jugadores para jugar de una manera y después, bueno, cuando corregía, corregía desde la tranquilidad, desde la confianza del jugador y eso me quedó muy marcado», dijo a FIFA.com.

Tras la victoria de la Selección argentina ante Colombia con la que avanzó a la final de Chile, Pekerman fue consultado por su vínculo con Placente. «Es fantástico verlo ahí, siempre tuve una gran relación con él, siempre ha sido muy correcto y tuvo mucha constancia y disciplina y ha crecido mucho», dijo a TyC Sports.

Cuando a Scaloni le preguntaron por su opinión alrededor de la tendencia empezada por Luis Enrique de ver los partidos desde algún lugar alto del estadio, como en la platea, respondió: «Puede engañar bastante de arriba, te lo puedo asegurar. Engaña, porque el futbolista ve otra perspectiva y de arriba uno ve todo tan fácil que después cuando llegás al futbolista te dice: ´Pero no es como vos lo decís´. Hay que matizar eso, pero sí que ayuda, lógico».

Como Scaloni, Placente pone primero de todo a sus jugadores. Está abierto a los datos, a las nuevas tendencias, a los entrenamientos específicos. Pero, a la larga, se guía bajo la misma lógica que Pekerman implementó hace más de 20 años. Los buenos jugadores son los que hacen la diferencia, ganan partidos y títulos.

«Sabemos que lo importante son los jugadores, entonces nosotros ayudamos, acompañamos y tomamos decisiones, pero que los que deciden son ellos y creo que todos nos damos cuenta que eso es lo importante», comentó.

Placente, integrante del plantel Albiceleste en la Copa Mundial 2002 dirigida por Marcelo Bielsa, se concentra, por ejemplo, en la diversión. Le gusta empezar sus entrenamientos con un juego, para distenderse. Lo atraen las sonrisas, cree en lo lúdico.

«Nosotros con José no solo entrenábamos, no solo competíamos, si no que la pasábamos bien, que es un poco lo que queremos transmitir acá, que no solo vengan a competir sino que la pasen bien mientras están los ratos libres, mientras juegan, mientras compiten, porque después se puede dar esoq ue a lo largo de su trayectoria después se encuentren y sean amigos», dijo Placente a FIFA.

La Selección argentina se ilusiona con el título en Chile, objetivo que no consigue desde el 2007, cuando tuvo al Kun Agüero como su máxima figura. Pero todo lo hace bajo un ritmo de serenidad de un entrenador que parece esquivar los grandes carteles y que piensa al fútbol sin grandes sentencias o automatismos.

Así explica Placente cuando detecta talento en algunos de sus proyectos. «Nunca queremos sacar la libertad de jugar, sacar esa magia que tienen muchos, la creatividad. Nosotros sabemos a veces cuando ves un entrenamiento uno hace algo diferente o le puede pegar de rabona o hace algo diferente y decís bueno, ‘si lo tiene, que lo haga’, no quitarle eso».

Y agrega: «Cuando un jugador tiene otra diferencial, sea la velocidad, sea el pase, eso también incorporarlo y después conocerlo, porque uno cuando lo va conociendo sabe qué libertad y qué le puede salir un jugador y ayudarlo y apoyarlo y que agarre esa confianza para demostrarlo dentro del juego».
(Fuente: Fifa.com]

Si te gustó este artículo, compártelo en tus redes:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Notas relacionadas