Capsulas de Carreño

DIM 0-Bucaramanga 1. Cuando no se puede.

Por Wbeimar  Muñoz  Ceballos

 

*Cuando un equipo  se enreda   en creación… se vuelve tosco en la llegada al área.
——————————————————————

El trabajo de Cristian Marrugo, partiendo  desde la misma altura de Didier Moreno, es aceptable porque desde allí, le da salida limpia a la pelota…pero cuando no está  Juan Fernando Quintero, es terquedad  no subirlo unos metros más, para que ejerza las funciones de gerente de la zona de creación.   Esa fue una de las razones principales, para que el DIM no hiciera claro su juego de gestación y por eso encadenó una serie de llegadas atropelladas, sobre todo en el segundo tiempo.

Un desajuste defensivo de los rojos, terminó en derrota.  A los 13’, Pajoy  habilitó en la raya a Anchico y Pertúz  no acudió en ayuda de su lateral, para doblar la marca y permitieron el centro al área.  Marlon no  referenció el cierre del ataque canario y JOHN CANO, con total libertad marcó el gol de cabeza.

En el primer tiempo  Gabriel  y Yosymar Gómez, se adelantaron  para  obstruír  a los volantes de primera línea del Medellín  y lograron que pese a la mayor posesión de pelota del   local, las aproximaciones de Arias  y Marrugo en la media distancia, un error de Obando que rebotó en el palo e intervenciones de Viola (de cabeza) y Mosquera, no culminaran en la red.  Se enfrentó el rojo  a una defensa ordenada y al arquero Alejandro Otero, en estado de gracia.

Las transiciones al ataque  de Bucaramanga , también  crearon inquietud y fueron protagonizadas  por Pajoy, Cano y Gabriel Gómez.   Ya en el segundo tiempo, cambió totalmente el paisaje.  La visita montó una guardia pretoriana, en la que un mínimo de nueve jugadores pasaron la línea de la pelota y estrecharon los espacios.   Ahí fue donde hizo falta un director de orquesta que tuviera desequilibrio, en el desborde, en la filtración de pases y en la verticalidad del juego.   El Medellín  fué presa de la ansiedad y el apuro.   El oponente no volvió a pisar  el área y concentró su trabajo en defender de manera cooperativa.
El rojo  desplegó sus huestes por los costados (Arias, Marlon, Goma, Valencia y después Hechalár), estrelló un tiro en el vertical, creó jugadas mano a mano con Otero …y Caicedo se atragantó de gol en dos ocasiones.  La pelota no entró, a pesar de que el DIM  le dio intensidad al  esfuerzo.  Siempre quedó en deuda con la penúltima jugada y los 20865 asistentes al Atanasio Girardot, añoraron a Quintero y extrañaron que Marrugo siguiera jugando muy lejos de la zona caliente.

Llovieron pelotazos al área, pero entre Torres y Palacios, abrocharon a  los cabeceadores locales.  Y ni hablar de Otero, quien se multiplicó en sus despejes con los puños. El resto de los bumangueses tejieron una red de espera, que se asemejó a una manada de lobos y se sintieron muy cómodos defendiendo y renunciando al ataque.  El rojo intentó romper la costura rival… pero cuando un equipo  se enreda   en creación… se vuelve tosco en la llegada al área.

En la rueda de prensa, el  DT visitante, Pecoso Castro, dijo :   “es un marcador mentiroso ; el DIM pudo ganar o mínimo empatar”.
Se perdió un partido…  pero la vida continúa .
No les parece  ???

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *