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DIM 0 –Tolima 1: Una derrota más, una decepción más.
- Actualizado: 23 septiembre, 2024
Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
Plano, liviano, desprovisto de cerebro y dinamismo, sin colectividad y carente de argumentos tácticos o futbolísticos, fue el DIM alterno que ayer, en el retorno del cuadro rojo al Atanasio Girardot, enfrentó al Deportes Tolima y cayó 0-1, en una derrota que lo acerca muchísimo más a la segunda eliminación de cuadrangulares semifinales de Liga, en el 2024.
Y fue, así mismo, una continuación del inexpresivo y decepcionante DIM que hemos observado en el presente campeonato -y también en el anterior-. Un DIM que, transcurrida más de la mitad del torneo, no consolida un equipo base, que adolece de identidad tanto en el onceno profesional como en el alterno, un DIM tan limitado en su nómina y fútbol como en sus aspiraciones.
Y lo más preocupante es que justamente esas aspiraciones que, ya lo hemos visto, se volcaron todas en pos de Copa Sudamericana, menoscabaron la competición roja en Liga, mandaron al vertedero la ubicación del Deportivo Independiente Medellín en tabla de reclasificación y con ello arriesgaron también la posibilidad de obtención de cupo a participaciones internacionales en el 2025.
Por ello son inevitables las preguntas que nos formulamos una y otra vez muchos seguidores rojos: Si la intención era llegar lejos en Sudamericana, ¿por qué no fue reforzado el equipo de manera conveniente y con tal fin?, ¿por qué la vinculación o permanencia en el equipo de jugadores cuyo nivel no les da ni para ser suplentes de los suplentes? ¿Por qué el DIM no puede asumir con entereza, ganas y decoro todas sus competiciones? De no lograrse el objetivo internacional, ¿la dirigencia roja ya hizo un estudio pormenorizado de las graves implicaciones deportivas y económicas de una prematura eliminación en Liga?
No importa si la anotación del centrocampista pijao Juan Pablo Nieto se produjera en el minuto 90+2, ni si el DIM presentó una nómina mixta, alterna o suplente. En este caso es irrelevante, pues el DIM volvió a jugar mal, fue un onceno pasivo a pesar de su por ratos atropellado fútbol y, lo más preocupante, dejó nuevamente en evidencia sus limitaciones y carencias, lo mismo que su fragilidad mental.
Ante el Deportes Tolima el DIM fue un equipo aparatoso en su escaso ataque, con mucho de velocidad y nada de ideas, sin sorpresa, precisión ni ambición. Fútbol colectivo o de sociedades no hubo, trabajo en mitad de campo y enganches tampoco. Se reiteró, además, la orfandad de la línea delantera. Fue, en resumen, un Medellín, endeble en fútbol y en actitud y, lo peor, nuevamente distanciado del arco contrario. El mismo DIM que, salvo algunos partidos o tramos de ellos, hemos visto durante el 2024.
La décimo sexta casilla en tabla de posiciones y décimo tercera en Reclasificación son elocuentes. Con 8 puntos en 9 partidos jugados (están aplazados su juego visitante ante Santa Fe, de la quinta fecha, y local frente a Alianza, de la octava jornada), la clasificación se aleja cada vez más. Quedan por jugar los compromisos ante Once Caldas, América de Cali, Atlético Bucaramanga y Atlético Nacional, en condición de visitante. Y con Equidad, Jaguares, Patriotas, y Envigado, como local.
El mayor problema del DIM no son sus rivales, en el Atanasio Girardot o fuera de él. Es la liviandad de su fútbol, que se incrementa de manera considerable con lo limitado de sus aspiraciones. Y también es complicada la separación de objetivos en la presente temporada, que bien podría dejar al equipo con las manos vacías y sumaría más fracasos a la ya extensa lista de decepciones que ha tenido que digerir y asimilar la hinchada roja en los últimos años.
Quiera Dios que el próximo miércoles, en el estadio Atanasio Girardot y con su nómina titular, el DIM ponga alma, fútbol y transpiración en el partido de vuelta ante Lanús y pueda escalar un peldaño más en Sudamericana. Sin embargo la participación roja en este importante torneo internacional no basta para tapar tanta incongruencia y tanto despropósito. No es suficiente para ocultar la pobreza de fútbol y resultados rojos, ni la decepcionante intervención del DIM de Liga.
[María Victoria Zapata B.]