Capsulas de Carreño

DIM 1- Envigado 0:  A punta de ganas

ITAGÜÍ. El DIM  derrotó  al Envigado F.C. a punta de ganas,  mostró mejor estado físico, fue consistente en su vocación ofensiva,  destacó  la recuperación del nivel del indio David Loaiza. Foto @Dimayor.com.

===

Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

El DIM derrotó al cuadro naranja- ayer con uniforme verde-  gracias  a una  acción de pena máxima, ejecutada por Daniel Londoño al minuto 72,  y en un partido en el que  evidenció mejorías  físicas y anímicas pero volvió a  mostrar severos problemas en fútbol colectivo,   en generación de juego y definición.

 

Ante  Envigado F.C. a Independiente Medellín le sobraron ganas y le volvió a faltar  el fútbol del que hace tanto tiempo carece,  porque el DIM no  cuenta con un fútbol articulado y tampoco  con un cerebro de mitad de campo, ese vital jugador N°10  sinónimo de elaboración y dinámica en el equipo,  que maneje los ritmos, que le imprima cohesión al equipo le  de relevancia al trabajo de los delanteros.

 

Con un onceno titular aun sin definir, con una zona de armado  cuasi inexistente, con una línea  de ataque con reparos por doquier y con algunos de  refuerzos todavía sin debutar, cada partido es un reto monumental para el técnico  Alfredo Arias, obligado a experimentar  con diversidad de alineaciones y  también de sustituciones, en busca del fútbol, el carácter,  la identidad y los resultados que le urgen al DIM.

 

La pregunta obligada en este momento es  si  la recuperación del  nivel en jugadores como Plata, el retorno de Pardo, Ibargüen y Ricaurte después de sus  prolongadas  incapacidades, más la disponibilidad de  Orejuela y  Varela,  pueden suplir las necesidades del DIM en sus tres líneas   y  contribuir de manera efectiva con la conformación y afianzamiento de la  estructura colectiva  de la que hoy carece.

 

Porque si bien es cierto, la victoria al Envigado destacó algunos crecimientos individuales lo mismo que un auspicioso despliegue  físico, una  constante voluntad de ataque y una notable predisposición anímica colectiva,  también lo es la pobreza  franciscana que sigue mostrando el fútbol rojo.  Medellín juega mal, su posesión del balón es tan tediosa como estéril y, a pesar de su mayor volumen de ataque ahora  bajo la orientación del  técnico uruguayo Alfredo Arias, la orfandad y la falta de definición se conjugan por igual en la delantera roja.

 

Sigo convencida que  a pesar de sus limitaciones en nómina   y de los constantes exabruptos directivos en materia  de contrataciones, el Deportivo Independiente Medellín  está en condiciones – y también en la obligación –  de ofrecer un fútbol diferente a ese sin color, sabor ni alma, que lleva varias temporadas anquilosado en el equipo.

 

Anoche, el DIM  derrotó  al Envigado F.C. a punta de ganas,  mostró mejor estado físico, fue consistente en su vocación ofensiva,  destacó  la recuperación del nivel del indio David Loaiza y nos dijo, por enésima vez,  que su estilo de juego carece de asociación  y  exige de un viraje total.

 

¿Se producirá  ese giro con los jugadores que faltan por retornar, con aquellos que todavía no han debutado y con el nuevo cuerpo técnico rojo?  No lo sabemos. De lo que si hay certeza es que  así haya triunfado a punta de ganas y transpiración, el fútbol actual del DIM  necesita otro nivel de juego, otra estructura colectiva  y otra identidad,  que le devuelvan su protagonismo,  que lo conecten nuevamente con su afición.
María Victoria Zapata B.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *