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Noche de reencuentros. Por María Victoria Zapata
- Updated: 3 febrero, 2018
Por María Victoria Zapata B.
*Escuadra comprometida, bien trabajada, delantera eficaz.
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Noventa auspiciosos minutos nos regaló anoche el Deportivo Independiente Medellín en el estadio Atanasio Girardot, en su primer partido oficial del 2018.
Ante Atlético Huila, el DIM nos deleitó con pinceladas de muy buen fútbol tanto en el orden individual como en el colectivo, nos obsequió tres filigranas que precedieron a sus tres anotaciones, una escuadra con un alto sentido de pertenencia y un inobjetable 3-0 en la fecha de apertura de la Liga del presente año.
Y fue la noche de los reencuentros. Con los amigos, con el fútbol, con el ídolo, con la doble celebración de quien hace tantos torneos perdiera su rótulo de goleador y con esa alegría ausente y extraña para nosotros en el deslucido del segundo torneo del 2017.
No cabe duda que el Deportivo Independiente Medellín que saltó al gramado para dar comienzo a su participación en la Liga Águila I- 2018, es diametralmente opuesto a aquel equipo aburguesado, amorfo e indolente del semestre inmediatamente anterior.
El de ayer, fue un DIM que transpiró, que se entregó, que tuvo serenidad cuando lo requirió y que sobresalió no solo por la metamorfosis de su fútbol sino también por la feliz mutación de su actitud.
Fue el DIM que saludó el retorno del ídolo Germán Ezequiel Cano, y cuyo gol al minuto 22, el primer gol oficial del año y del campeonato, fue celebrado con vehemencia por el jugador en la gramilla y por la hinchada en la tribuna.
El DIM que reconcilió a Juan Fernando Caicedo con la red contraria en los minutos 31 y 60, delantero para quien tampoco se ahorraron aplausos desde las graderías del estadio.
Fue el DIM que sorprendió con el nivel del volante Daniel Restrepo y el buen debut de Jesús David Murillo, el que brilló en mitad de campo por la gestión de Andrés Ricaurte y Mauricio Gómez y, ante todo, un DIM con hambre de gloria y consistencia de equipo, que exhibió un fútbol asociado, ofensivo, efectivo y promisorio.
En cuanto al rival, se vio demasiado liviano el Atlético Huila 2018, a pesar de su dinámica de los primeros 15 minutos de juego y su velocidad en el período complementario. Al conjunto opita le sobró voluntad pero le faltaron cohesión, definición y trabajo en todas líneas.
Sinónimo de ilusión
La fragilidad del cuadro huilense en modo alguno desmerece la contundente victoria de Independiente Medellín. Al cuadro rojo se le ve otra dinámica, otra actitud y otra identidad. Desde la pretemporada, se percibe un equipo con motivación, carácter, con visión de arco y con un alto sentido grupal. Presiona bien arriba, tiene buen manejo de medio campo y, lo más importante, no se encierra después de la anotación. Es indudable que aun adolece de trabajo por las bandas y de solidez defensiva, pero ellas no le restan reconocimiento a ese DIM diferente que anoche derrotó con suficiencia al Atlético Huila.
Finalmente, y por encima del 3-0, de la poca exigencia del contendor y de las correcciones que todavía se precisan en materia defensiva, el mejor de todos los reencuentros de anoche, en el juego de apertura del campeonato, fue el que hinchada tuvo con la ilusión. Porque tuvimos la oportunidad de ver una escuadra comprometida, bien trabajada por parte del cuerpo técnico, con jugadores de excelente rendimiento, con una delantera eficaz y con un fútbol que nos devuelve la capacidad de soñar.
(María Victoria Zapata B.)
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