Capsulas de Carreño

DIM ante Pasto:  Lo que no debe ser. Por María Victoria Zapata

Por María Victoria Zapata B.

 

*Nublado, acéfalo, apático y, lo  peor, sobrador, así lució el Deportivo Independiente Medellín ante el Deportivo Pasto, anoche, en  el estadio Libertad de la capital nariñense.

En el fútbol no hay enemigo pequeño, reza  un conocido axioma  que el Equipo del Pueblo olvidó por completo en este juego de la penúltima fecha de Liga Águila.

En esta ocasión, el DIM no solo subestimó al rival. También perdió  memoria, cerebro y corazón en un partido en el que  el fútbol, las ideas y las ganas  fueron reemplazados por una displicencia desesperante y peligrosa, por una  abulia que  estuvo a punto de llevarnos a la derrota. Una anotación de pena máxima, del  capitán Germán Cano y, fundamentalmente,  la gran actuación del cancerbero David González, lo impidieron.

 

¿Se trocaron  los alicientes?

Aunque era de capital importancia el aprovechamiento de este juego de la penúltima fecha para la  promoción de la  sanción automática por acumulación de amarillas, ante Envigado, en la jornada de cierre de la fase clasificatoria, también lo eran la búsqueda del liderazgo en las dos tablas, el afianzamiento de Germán Cano  como máximo goleador del torneo y, de manera especial, la ratificación de la curva ascendente en el fútbol rojo, de cara a la fase final del  segundo campeonato del año.

Ninguna de las anteriores razones era excluyente. Por el contrario, la sumatoria de todas ellas estimulaba una muy buena presentación del DIM en el estadio departamental Libertad, de la ciudad de Pasto, sin embargo el comportamiento del equipo no cumplió con ninguna de las expectativas y su juego fue tan pobre en fútbol como en  motivación.

No obstante la igualdad a un gol, la  nueva anotación de Cano, quien  ya completa 16 en Liga,  y las extraordinarias atajadas de David González, entre ellas una pena máxima al zaguero Gilberto  García, al minuto 75, el fútbol del DIM brilló por su ausencia  lo mismo que el coraje del que habían hecho gala los jugadores rojos en jornadas anteriores.

Ante Deportivo Pasto, disminuyó de manera considerable el volumen de ataque del DIM. Cedió espacios, permitió la permanente  llegada del cuadro local por el sector de Alcatraz García y no  aprovechó  las ventajas en el marcador (desde el minuto 23) y numérica (desde el 44), tras la expulsión, por doble amarilla, de Mauricio Casierra.  Pasó de  un aceptable primer tiempo a un deslucido período complementario.

Sorprendido con  un  gol de Brayan Lucumí   cuando apenas se acomodaba en la cancha para los segundos 45 minutos de juego,  el DIM  careció de un planteamiento táctico que le permitiera neutralizar el insistente  ataque del  cuadro local  ni  usufructuar  su jugador de más. Las sustituciones ordenadas por el técnico Zambrano nublaron  aun más el sombrío panorama  de Independiente Medellín por cuanto el aporte de Luis Luna,  Yulián Anchico  y Javier Calle, relevos de William Parra, Larry Angulo y Juan Fernando  Caicedo,  se redujo a la mínima expresión.

El excelente trabajo de David González, figura del DIM y del partido anoche, en Pasto, evitó la caída del Poderoso ante un onceno nariñense  que lo complicó durante la totalidad del período complementario con  García, Vásquez, Lucumí y Estupiñán, entre otros.

Conclusiones.

Aun está viva  en la memoria de muchos hinchas rojos, la amarga experiencia  del segundo campeonato  del 2014, con el técnico Hernán Torres, cuando el DIM, clasificado con antelación a  cuadrangulares y  la gran  final,  desdeñó    rivales, partidos y puntos, empató de local  con Equidad(1-1)  y perdió de visitante con Boyacá-Chicó (1-3)   en las dos últimas fechas de la fase todos contra todos y , de manera insólita, se envió un equipo suplente a “perder” (1-2) con el Deportivo Cali, en la Sultana del Valle, en la sexta  jornada de cuadrangulares.   Se  echó  por el vertedero la posibilidad de acceso a Copa Sudamericana y  la final ante Santa Fe fue un fiasco total.  Nos  quedamos sin título y nos faltaron tres puntos para el cupo a Sudamericana. Lo único que “ganamos” fue  una decepción  sin límites.

Aprendimos con dolor y lágrimas una lección que no tiene por que repetirse ahora….

Pese a que el  1-1  suma y  extiende  a ocho fechas el invicto rojo (seis victorias y dos empates), la presentación del DIM dejó un sabor más agrio que dulce. Con un equipo ayer  sin  ambiciones,  un medio campo desordenado en el segundo tiempo,  una lectura inadecuada del partido y tres sustituciones tan desacertadas,  que al final fue precisamente  Independiente Medellín el equipo que dio la impresión de  estar en   inferioridad numérica. Lo único rescatable del compromiso fueron  la anotación de  Cano y  el excelente comportamiento del arquero David González.

Así el  desapacible clima o el deprimente estado de  la  gramilla(???) conspiraran contra el fútbol y obligaran al DIM  a  la adopción de  medidas que minimizaran los riesgos de una lesión en la fase definitiva del campeonato, ayer se jugó mal. Y tampoco  se ganó un punto. Se perdieron dos.

Ante Deportivo Pasto, el DIM quedó en deuda con su afición, con sus convicciones y con su fútbol. No hizo mayor esfuerzo por la victoria, olvidó todas las razones para buscar los tres puntos,  pecó,  en exceso, de conformismo,  subestimó al rival, lo reitero, y casi se queda con las manos vacías.

¡ Así no debe ser…!!!
María Victoria Zapata B.

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