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DIM, sin rumbo.
- Actualizado: 19 febrero, 2023
Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
*El DIM modelo 2023 no produce más que desazón. No hay estructura colectiva ni figura táctica.
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Otra paupérrima presentación de Deportivo Independiente Medellín y otra derrota, la tercera en línea, en un campeonato del que solo se han jugado cinco fechas y en la que el Equipo del Pueblo no conoce la victoria.
Y este decepcionante presente rojo que, con apenas 2 puntos conseguidos (por los empates ante Junior y Santa Fe), un deprimente 13.3% de rendimiento y un vergonzoso penúltimo lugar en la tabla de posiciones,-solamente supera al Atlético Huila- muestra un DIM que no responde en la cancha ni el banco, en lo fútbolístico ni en lo anímico. Un caótico y confundido DIM.
Porque, la verdad es que a este DIM no se le ve el fútbol, tampoco combatividad; el orden táctico no se ve por parte alguna, el juego colectivo brilla por su ausencia y el trabajo de orientación técnica es una utopía.
Lo que vemos, a cambio, es un DIM sin elaboración ni reacción, con un pronunciado déficit en sus dos líneas de volantes, con una estéril posesión del balón, con un doble nueve inoperante, sin gestión por los costados y con una severa descompensación entre defensa y ataque.
Y vemos, además, un onceno acéfalo, inconexo, sin movilidad, predecible, con escasos o inexistentes disparos al arco (como hoy, ante América) y carente de sociedades y de esquemas tácticos y estratégicos.
Y también nos desconcierta la dejadez mental del equipo. Duele mucho ver un DIM despojado de su sentido de pertenencia, de su amor propio, del espíritu de lucha que es inherente a la competición. ¿Por qué esa apatía colectiva?
En cuanto al cuerpo técnico del DIM, David González se muestra como un orientador “desorientado”, valga la redundancia, nublado como el que más. La conformación de oncenos titulares, la lectura de los partidos, las sustituciones, el miedo a asumir riesgos en materia de ataque y la búsqueda de alternativas son, generalmente, objeto de severos cuestionamientos al entrenador jornada a jornada.
En conclusión, el DIM modelo 2023 no produce más que desazón. No hay estructura colectiva ni figura táctica. El equipo se ve cada vez más desarticulado y desequilibrado y, lo peor, luce débil en el plano emocional. Sin fútbol, sin alma y sin dirección técnica , el DIM perdió su rumbo.
No puede ser peor la antesala a la participación roja en Copa Libertadores.
[María Victoria Zapata B.]