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Dolor de patria, nos bajaron del pedestal. Por Jorge Alberto Cadavid
- Actualizado: 19 junio, 2018
Por Jorge Alberto Cadavid Marín
*El pedestal está menos a nuestro alcance, lo miramos con ganas, pero con angustia.
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El entorno que rodeaba el inició para Colombia de su participación en Rusia 2018, miraba mas para adelante que la confrontación ante el Japón, parecía que el resultado 4-1 de Brasil 2014 era suficiente garantía para superar el primer escollo en Rusia, las pollas todas jugaban a un amplio y cómodo marcador.
Los espacios deportivos radiales y televisivos, copaban las horas de comentarios, especulando si James iba o no, quien lo reemplazaría o como se conformaba la zaga central de acuerdo a la baraja que para el puesto existía, mas cháchara que preocupación o realidad.
Y en la mente de Pékerman, impredecible, parecía que todo era relajación, poner la linea de lujo ante el fácil rival no era justificable, descanso a los referentes para que en los partidos duros por llegar, estos se presenten descansados y lúcidos.
Una alineación con los primíparos, salto a la cancha a dar la cara al compromiso inicial, Sanchez, Mojica, Lerma, Izquierdo, tenían toda la confianza de nuestro técnico a un encuentro de toche con guayaba madura. Que nos quería mostrar, que su proyecto consolidado tenía en firme el relevo generacional?
Esos jóvenes llenos de pánico escénico, a los tres minutos de juego cometieron el primer y gran error, que costó la expulsión de uno de los mas importantes hombres, el del equilibrio en el medio campo, el de la salida y un penal que se convirtió en la ventaja nipona.
Con diez hombres y solo minutos de iniciado, se esperaba la capacidad, la inteligencia, la mano, los revulsivos del técnico, su magia para conjugar planteamiento, estrategia y motivación que permitiera empatar y mantener el resultado, nada, nada que mostrara que tenemos técnico.
Hombría mostraron, actitud en la etapa inicial y la calidad de Quintero para de tiro con pelota quieta, la anotación volviera el alma al cuerpo.
Pero camerino no hubo en el intermedio, como hipnotizados entraron los criollos a cumplir la complementaria, entregaron el útil, el terreno y las ganas, los diminutos japoneses nos convirtieron en marionetas e hicieron del área chica nuestra, su lugar de juego preferido, el gol de la ventaja tenía, se veía llegar y llegó, el que menos errores comete, aportó, Ospina y su defensa no atinaron.
Los cambios, desacertados en su mayoría, no cumplieron, que sentido tenía ingresar a James, mantenido entre de algodones a llegar a buscar salvar un imposible?
Al final lo que nadie esperaba, inició con derrota, y futuro con posibilidades, pero con mayores dificultades cuando ya sabemos quien es Senegal y Polonia, ya el pedestal está menos a nuestro alcance, lo miramos con ganas, pero con angustia, ¿si lo alcanzaremos al menos para la fase de grupos?