Capsulas de Carreño

Dos juegos, dos caras. Por Juan Felipe Betancur Ramírez, DT

Por Juan Felipe Betancur Ramírez.

*Un Medellín que se mostró más equilibrado..  Un Águilas donde el peso de lo estadístico distrae la mirada..  Nacional sigue en deuda con titulares o suplentes.

Dedicar tiempo a la lectura del fútbol es un placer. Se hace muy seductor entendiendo lo que proporciona el fútbol y en particular el juego desde la toma de decisiones.

Abordando un primer juego, Águilas Doradas Vs Deportivo Independiente Medellín, encontramos como un equipo ofrece una idea de tener la iniciativa con balón, mientras el otro prefiere tener la iniciativa de cerrar líneas de pase y de tiro a gol, primero el cero a favor, en este caso Medellín.

Mientras Águilas, intentó superar el orden del Medellín sin encontrar la vía, volviéndose el tiempo su propio adversario.

Se hace evidente el grado de estrés que representa competir, aún más vivir el cómo se incrementa ese estrés si a los 47 segundos del juego, ya existe un gol en contra, ello golpea la moral deportiva, venga como venga la anotación.

Es de sumar además que las vías para buscar la igualdad, están siendo controladas por el oponente, creando impotencia y principalmente un efecto negativo desde lo mental, nada favorable y en este caso le ocurrió a Águilas.

Consideremos que, teniendo los medios para realizar situaciones simuladoras preferenciales del juego y la competencia, en lo práctico y teórico, es lamentable que se evidencie tan poco contenido preconcebido en un plantel que entrena todos los días como lo hace Águilas.

Dice mucho al dejar al azar, a la improvisación e inspiración en los jugadores, estando por encima de las estrategias y más cuando el partido se hace complejo para descifrar.

Caso contrario pude leer del Medellín, su referente un orden, una idea, un posicionamiento primero que una posesión. Saber jugar en bloque, en zona, es una idea base y con el ingrediente de ser muy agresivo en cada posicionamiento.

Eso sí, sin quedarnos en qué es más fácil, destruir que construir. La relevancia de una u otra posibilidad, da resultado al preparar e incluir en el diario entrenar. El saber leer qué hacer con balón o sin balón, debe reflejar un patrón de comportamiento facilitador desde lo individual y colectivo, sin olvidar la base orgánica y su dosificación durante los diferentes estímulos que el juego en su especificidad exige, es jugar, es competir consciente.

Un Medellín que se mostró más equilibrado, presentó un comportamiento acentuado, de acuerdo con lo que desea y viene haciendo; un Águilas donde el peso de lo estadístico distrae la mirada desde lo administrativo, del cuerpo técnico y jugadores, más que en el juego en sí, gran diferencia.

 

SEGUNDO JUEGO

Otra cara. Atlético Nacional vs Junior de Barranquilla. Desde los tres primeros minutos mañas, mañas; fricciones, provocaciones, aspectos que llevan al límite. ¿Recordamos, cómo finalizó el juego?

Es bien claro expresar que el Junior desde los primeros siete minutos pudo dar apertura al marcador desde el balón parado a través de Sebastián Viera. Un equipo barranquillero haciendo juego directo y tras perdida de la posesión realiza cerrar líneas de pase en zona de avance de Nacional y desde saque de meta, presión alta.

El Junior manteniendo la posesión del balón, del juego y la iniciativa a los 20 minutos encuentra anotar y por lectura de la visión arbitral (VAR) se anula la acción por fuera de juego. Teniendo Junior mayor control del juego, terminó el primer tiempo.

En Nacional tanto primer tiempo como segundo, sin encontrar un fútbol que identifique su estructura. Es un argumento de poco peso, hacer ver que hay muchos compromisos y que la rotación de algunos jugadores se hace para recuperar y “descansar los titulares”.

Hoy si tiene sentido la rotación en la nómina de Nacional. Se olvidó cuándo se logró la clasificación a copa libertadores 2021 y las demás obligaciones competitivas locales que llevan años realizando, definitivamente de acuerdo con el entrenador de turno, nos acomodamos. Debe haber una línea organizacional desde lo institucional, identidad.

Un Nacional que al verse limitado para reanudar el juego desde saque de meta o de balón en juego, la única vía fue juego directo. Con otras limitantes, desde las situaciones simuladoras preferenciales que se evidencian, por ejemplo: servicios de meta sin orientación, otros recibidos por el adversario, algunos divididos o al saque de banda. Es decir, ausencia de pases facilitadores para un compañero y poder elaborar juego de forma más continua.

La recursividad cognitiva al interpretar el juego y el buen recurso de la técnica, son elementos indispensables a la hora de competir, facilitando estabilidad en los momentos sin balón y con balón, pudiendo garantizar un mejor juego, aquí Nacional sigue en deuda con titulares o suplentes.

Un partido muy partido, fútbol ratero y entre dos equipos que presentaron un rendimiento a medias y entre mañas, con muchas jugadas a medias poco dignas de las nóminas presentadas para este juego.
(Juan Felipe Betancur Ramírez. DT.
Formador de Formadores. Licencias A y C).

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top