El Apocalipsis del Verde.

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 19 octubre, 2023

Por Jorge Alberto Cadavid.
Columnista Cápsulas.

*Todo está consumado, es el Apocalipsis, el derrumbe de un grande que quiere ser chico.
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Desde mayo de 2019, Nacional no pierde tres partidos en línea, todo lo que hoy se vive, es una metódica destrucción de la historia, de la imagen, de la grandeza, de la gloria que hoy ni a Directivos, ni a jugadores les importa.

Ir a disputar una semifinal con una nómina muy liviana, de novatos, sin estructura de equipo, sin planteamiento, sin una idea de juego, es una afrenta a los aficionados que todavía esperan que los milagros existan, que por generación espontánea todo cambie.

Para empezar vuelve Bodmer a equivocarse, Mejía solo de cabeza de área, por mucho que se multiplique, no logra el equilibrio, igual que ante el DIM, no se percató, no lo vio, vuelve a repetir y para ajustar lo acompaña con Deossa que viene en una caída libre, en barrena, además de ubicarlo en un lugar que no es el propio para él.

Solo bastaron 11 minutos para que por la vía de la pelota quieta, tiro de esquina, como en repetidas veces, una y otra vez, le ganan a los centrales, les cabecean y les anotan.

A todo esto se adiciona la involución de los canteranos, Perea el de mostrar, en toda su permanencia en la cancha no ganó un duelo , no hizo un pase bueno, los laterales Ocampo y Velásquez, van bien al ataque, pero no regresan, les ganan la espalda, dan muchas ventajas marcando, Arias nervioso, complicó a Aguirre.

Cada llegada del Matecaña al área Verde prende las alarmas, los hermanos Rodríguez hacen estragos.

La cereza para la torta la puso Deossa, que pasa con Nelson, irresponsablemente se hace expulsar cerrando la inicial.

Para comenzar la complementaria, Bodmer entendió que el ingeniero Duque debía acompañar a Mejía, sacó a Torres y tuvimos 15 minutos donde con 10 se jugaba mejor que con 11, había más orden y a partir de esto viene la elaboración, parecía posible llegar al empate.

Pero todo volvió a lo visto en la inicial, Nacional dejaba espacios grandes entre líneas, volvía a aparecer la falta de equilibrio .

En el banco, nada como para aspirar a buscar la igualdad, Asprilla (desperdició la más clara para el empate) y Mena más imberbes para enfrentar y Mosquera un veterano en su ocaso.

A los 90 minutos el telón cae, los espacios que deja la contención del Verde, permite el segundo del local, todo está consumado, es el Apocalipsis, el derrumbe de un grande, que por Administración y Dirección quiere ser chico.