Capsulas de Carreño

El ascenso económico y social mediante el fútbol (2a. entrega)

 

Por John Cardona Arteaga.
Profesor Universidad de Antioquia.
Expresidente del DIM.

*Continuamos con las reflexiones sobre el ascenso económico y social de muchos deportistas a partir de su éxito en su vida como profesionales.

La superación de las vicisitudes provenientes de su origen humilde, plagado de problemáticas familiares, los coloca como dignos ejemplos para quienes aspiran a ser triunfadores a partir de la práctica futbolística. Nuevamente, por medio del tango se encuentran mensajes que alientan esta discusión, entendiendo la capacidad de esta música para interpretar la pasión y la realidad social que hay detrás del fútbol.

En otra dirección, las aspiraciones de los jóvenes que juegan y juegan hasta el cansancio para persistir en ese anhelado futuro, no se deben frustrar de entrada. Así recogemos el mensaje en el tango “Déjelo señora”, con letra de José De Grassi y música de Miguel Bonano.


“El pelo revuelto, las medias caídas,
Los zapatos rotos, de tanto jugar,
Una camiseta ya descolorida,
Debajo, una almita, que sueña ser crack.

Cansada, la madre, de tanto llamarlo
Por fin a la calle, lo ha ido a buscar,
El pibe, con pena, deja “la de trapo”
Y firme se apresta, al reto final.

¡Déjelo señora!, Déjelo jugar,
Tal vez, algún día, le dé la alegría
De verlo hecho un crack.

Benavidez, Méndez, Lacasia, Labruna,
Boyé, Grillo, Pescia y otros muchos más,
Fueron como el pibe y ya ve señora,
La “celeste y blanco”, defienden ahora
Entre los más grandes del fútbol mundial.

En todos los barrios, del Gran Buenos Aires
Igual que su pibe, mil pibes están,
Shoteando y shoteando, tejiendo en las calles
Con mil filigranas, sus sueños de crack.

Y así, déle y déle, hasta que algún día
Rodeados de gradas, glorioso y triunfal,
Entre el clamoreo, de hinchadas bravías
Defienda la insignia de un “team” nacional…

¡Déjelo señora!… Déjelo jugar.”.

Escuchémoslo en la voz de Edmundo Rivero con guitarras.

https://www.youtube.com/watch?v=-oV4quqhmFg

 Pero no siempre la suerte está acompasada con los sueños. A veces juega malas pasadas como en el caso de “La mascota del barrio”, tango con música de Abel Aznar y letra de Reinaldo Yiso.

“Del club Once Estrellas era el «centrofobal»,
prometía el pibe ser un Bernabé.
Todos los domingos en andas volvía,
los goles del triunfo los hacía él.

Pero fue en una tarde, fatal esa tarde,
en una jugada su pierna quebró
y el mejor del cuadro, destino cobarde,
en andas al barrio nunca más volvió.”

Escuchemos este tema en la voz de Roberto Chanel con la orquesta de Osvaldo Pugliese.

https://www.youtube.com/watch?v=tjuIEyA44-Y

El fracaso y la frustración son amigos del desencanto. Cuántos de estos jóvenes no logran coronar sus sueños y se seguirán preguntando por la oportunidad que no tuvieron. Esas reflexiones están en “A los cracks que no llegaron “, tema con letra de Jorge Sansone Diéguez (AGADU) y música de: Enrique Raúl Estrázulas Montero (AGADU).

“Son sombras de baldío, los cracks que no llegaron
Dribleando la pobreza, un drama pasional,
Son los que nadie nombra, son los que la pelearon
Toda una vida entera por salir del orsái…

Acaso fue la suerte, que a pocos acompaña
Tal vez una mancada, de alguna diagonal,
O un fueye mal comido, que lo dejó palmado
O un pálpito fulero, que les marró el penal.

Son pibes de ojos tristes, los cracks que no llegaron
Algunos son canillas que venden ilusión,
Son centros a la olla donde faltó calado
O la tarjeta roja de algún chifle botón.

Me duelen en la zurda, me siguen en el viaje
Chanfleado de esta vida, que no tiene perdón,
Cuando los justicieros se pegaron el raje
Y hay un campeón varado, que pasa por chambón.

Son pájaros perdidos, los cracks que no llegaron
Son goles en la noche que ninguno soñó,
Cuando las esperanzas pegaron en el palo
Y el silbato te grita, que todo terminó.

Miguel Montero

La parca también interviene en estas reflexiones sobre las aspiraciones de jóvenes deportistas, dejando sin esperanzas a la institución que se ama y representa. Así lo refiere con mucho sentimiento el tango “Carbonilla”, con música: José D´Ariño (José Libertella), y Miguel Montero (Miguel Ángel Monteros) y letra de Aldo Queirolo:

“El cuadro futbolero “Los once corazones”
No juega este domingo, pues sólo quedan diez,
Hoy falta Carbonilla, el wing izquierdo negro
Que gambeteando estrellas se fue pa´ no volver.

Las últimas palabras que pronunció su boca
Las dijo para el cuadro que siempre defendió,
Pidió que le pusieran la camiseta roja
Por eso se la lleva, pegada al corazón.

Era un diablito negro, jugando a la pelota
Con esa zurda loca mareaba al defensor,
En más de un entrevero volaban sus motitas
Y así, de palomita, marcaba siempre un gol.

Hoy vuela rumbo al cielo, el barrio lo recuerda
Y hay una madre negra que sola se quedó,
Besando la medalla que ayer los compañeros
Le dieron al negrito, por ser el goleador.

El cana de la esquina que estaba de parada,
Se cuadra con tristeza soltando un lagrimón,
Y piensa acongojado que al pobre Carbonilla
Por pícaro y travieso, mil veces lo corrió.

El lungo Carozito, que estaba boicoteado
Se pliega con la barra mezclando su dolor,
Y añora aquellas tardes que junto a Carbonilla
Pateando la de trapo, soñaba ser un crack.”

Grabado por Miguel Montero con acompañamiento de la orquesta de José Libertella.

https://www.youtube.com/watch?v=tr2_Fav-YVs

Una de las historias más llamativas y fantásticas del crecimiento personal mediante el fútbol es la del astro Diego Armando Maradona, quien logró escalar todos los peldaños posibles para el éxito que lo arropó y luego lo atropelló, en proyección a los ideales de una hinchada o mejor de muchas hinchadas de clubes y selecciones. No es el momento de entrar en particularidades suficientemente conocidas y juzgadas sobre sus actuaciones, sus valores y sobre todo por las referencias permanentes que se hacen con otros grandes deportistas. Esos juicios, a veces inclementes, han opacado sus grandes gestas y los títulos obtenidos con la casaca patria. De Villa Fiorito salió a los trece años y, según él, conserva la fuerza para ganarle a la vida, para vencer las adversidades, “sin esperar de los de arriba”.

En el tema “Pibe de Villa Fiorito”, que tiene letra y música de Daniel Ursini, se reflexiona acerca de ese olvido de las alegrías y satisfacciones que dejó Diego a lo largo de su vida deportiva. ¿Si la relación de causalidad también existe en otros casos deportivos, porqué somos tan exigentes con Maradona? Esa parece ser la pregunta clave para países como los nuestros, donde el abandono del Estado parece querer remediarse con las capacidades inmensas de unos pocos que logran escapar de ese lamentable estado de cosas. He aquí la letra que nos llama a repensar:

“En él vimos y sentimos
realizados nuestros sueños
vencimos las frustraciones
con el Don del pibe genio
pibe que nunca creció
y dentro de un hombre habita
para él no hay bien ni mal
y su ley nadie la dicta.

Somos todos responsables
de esa infancia tan sufrida
la que él cambio un día
gracias a su picardía
a ese pibe hoy lo juzgamos
nuestra ingratitud se ensaña
con aquel que idolatramos
festejando sus hazañas.

A ese pibe de Fiorito
le hicimos creer que era Dios
él es hijo del creador
así como vos y yo.

A ese pibe de Fiorito
con su pelota de trapo
será que no recordamos
cuanta alegría nos trajo.

Pibe de Villa Fiorito
hoy te enjuiciamos a vos
perdoná es por nuestro anhelo
de querer ser más que Dios.

Pibe de Villa Fiorito
aun conservas la inocencia
que habita en tu paraíso
donde no existe indecencia
pibe que mal te enseñamoscon nuestros peores ejemplos
ellos son el resultado
de un mundo sin fundamentos

A ese pibe de Fiorito
le hicimos creer que era Dios
él es hijo del creador
así como vos y yo

A ese pibe de Fiorito
con su pelota de trapo
será que no recordamos
cuanta alegría nos trajo

Pibe de Villa Fiorito
hoy te enjuiciamos a vos
perdoná es por nuestro anhelo
de querer ser más que Dios.

Grabado por Daniel Ursini con el acompañamiento de su guitarra.

https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=BCNOxWFiq2c

Quizás las situaciones más problemáticas en el crecimiento deportivo de los jóvenes y en la búsqueda de oportunidades para salir de situaciones desfavorables, en el orden social y económico, corresponden a la propia familia del deportista. El sueño del pibe pasa a convertirse en el sueño del padre o de la madre, quienes aspiran a satisfacer sus necesidades con el fruto de los triunfos del joven prospecto, que ellos lo imaginan en el pedestal de los campeonatos del hipotético club o de la selección de su país. A esto le sumamos la presión de los representantes con premoniciones sobre la excelencia en las actuaciones y los jugosos réditos económicos que brindará el futuro triunfador. Casos hemos conocido de familias que hipotecan sus pocos bienes para caer en las garras de falsos promeseros, que no pueden garantizar nada en la vida futura del futbolista. Sobre este tema se refería el columnista Rodrigo Pareja en el periódico El Mundo, bajo el título “Futboleras” el 18 de diciembre de 2012:

“…Al margen de lo anterior hay otro tema que pareciera no tener relación con el balompié: la trata o comercio de personas, definido como delito de lesa humanidad. Cuando se negocian jugadores desde los 13, 14 o 15 años y se escrituran – si vale el término – a determinada persona o equipo, ¿no se está incurriendo en una novedosa forma de esclavitud por parte de algunos avivatos? Claro, con el beneplácito de los propios padres, quienes dan la impresión de asumir a plenitud el papel del personaje cantado por el poeta Luis Arce en su tango El pibe nos va a salvar, cuando canta: “Tengo un pibe que la pisa, que la amasa, que la gasta/ mucho más que una promesa ya es una realidad/ y con todo ese futuro no necesito laburo/ con el talento que tiene no tendré que trabajar”. Además de la aquiescencia del iluso progenitor, esta práctica cuenta con la poderosa ayuda de aquellos que llaman “cometeros”, incluidos algunos del periodismo deportivo, encargados de inflar a las potenciales figuras con el aliciente de la comisión que genere el negocio…”

https://www.elmundo.com/portal/pagina.general.impresion.php?idx=208460

El contenido del tango “El pibe nos va a salvar” de Lucio Arce en letra y música representa la radiografía de quienes aspiran que su pibe resuelva los faltantes hogareños en materia económica.

Su letra es elocuente en esta historia que es real y todos los días se repite:

“Tengo un pibe que la pisa, que la amasa, que la gasta
mucho más que una promesa, ya es una realidad.
Y con todo ese futuro no necesito laburo
con el talento que tiene, no tendré que trabajar.
Aunque sólo tiene doce vieras cómo la descose
este viernes muy temprano lo llevo a la Capital.

Vivirá el sueño del pibe, jugará en Boca o en River
y en España o en Italia ganaremo’ un dineral.

Vos haceme caso a mí, te digo que es así.
Dejame que yo sé,
nos vamos derechito pa’ Madrid,
si ya lo veo salir al Bernabéu.
Verás corno se acaba la malariacuando el pibe pise el área
y vibre la popular.

Y pedile al carnicero
que te fíe pa’l puchero
porque alguno de estos días
¡el pibe nos va a salvar!

Vos tenémelo sanito, meta bifes y fideos
y después a ver videos de Diego en la selección.
Después lo llevo al potrero,
que haga jueguito un buen rato
con la pelota de trapo que le armé con el calzón.

Aguantá, tené paciencia, si la plata no te alcanza
este pibe es la esperanza, tiene alma de campeón.
Pronto vas a comprobar, cuando el mundo grite “ole”,
este pibe con sus goles es calidad de exportación.
Vos haceme caso a mí, te digo que es así.

Dejame que yo sé,
nos vamos derechito pa’ la Roma,
pa’ Milán o Barcelona
o al Aleti.

Verás cómo se acaba la malaria
cuando el pibe pise el área
y vibre la popular.

Y pedile al verdulero
que te fíe pa’l puchero
porque yo sé que algún día
¡el pibe nos va a salvar! “

Tango grabado por Lucio Arce con el acompañamiento del conjunto “Los del Zaguán”. (2007)

https://www.youtube.com/watch?v=L-lJlrnYfIQ

Las reflexiones sobre el ascenso logrado por muchos jóvenes deportistas no pueden esconder las circunstancias difíciles en que se encuentran la mayoría de nuestros niños, en lugares donde falta la mano del Estado en materia de servicios básicos para asegurar su formación como futuros ciudadanos de bien. Los sucesos de quienes pudieron superar sus dificultades, gracias al fútbol, son escasos y virtuosos y, de ninguna forma, se pueden tomar como remedio a esa problemática. Villa Fiorito no es diferente ahora, a pesar de la gloria posterior de Maradona. Rescatamos, en muchos casos, la superación de los jugadores que, conservando su humildad, no olvidan su origen y orientan su mirada, a través de fundaciones para el apoyo de los chicos necesitados, como fueron ellos.

Finalmente, las aspiraciones legítimas de los pibes y de sus allegados no pueden ser birladas por personajes inescrupulosos que juegan con el sentimiento y la necesidad de familias esperanzadas que invierten sus pocos recursos en el supuesto futuro prometido.

[John Cardona Arteaga – Profesor Universidad de Antioquia – Expresidente del DIM]
Medellín, diciembre de 2019

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