El destino de un periodista

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 12 agosto, 2024

En NBC, Juan Fernando Mora, periodista colombiano, sigue sorprendiendo por su versatilidad en la información deportiva. No solo comenta fútbol, sino que ahora lo hace como un maestro del golf.

======

POR WILLIAMS VIERA desde USA.
Columnista Cápsulas.

Lo siguiente podría ser uno de esos chismes que divulgan las redes sociales o en alguna revista de farándula que exhibe, digámoslo de esta manera, el anuncio en la portada y dentro de sus páginas el resto de la información pertinente.

Se aseguraba en un tiempo que los periodistas deportivos eran únicamente los que hablaban o escribían solo de fútbol porque con ello, captaban de esa manera, una gran audiencia radial o televisiva mientras que sus lectores, “les creían a pies juntillas todo lo que daban a conocer tanto en el micrófono como en el papel”.

Sin embargo, Juan Fernando Mora, graduado de la Universidad Autónoma de Occidente, en su primera generación, desde que se radicó en Estados Unidos, le ha tocado amoldarse a las circunstancias que rodean al periodismo en esta época luego de la experiencia radial que tuvo en Caracol Radio y en Radio Deportes, cadena que nació en 1983 y que concluyó sus labores en el 2001.

Mora integró, en Cali, el grupo de periodistas dirigidos por Óscar Rentería Jiménez y en el que estuvieron, entre otros, Reynaldo Barco, Hébert Montoya Tascón, el médico César Augusto Arias, Darío Ángel Rodríguez, Carlos Alberto León Forero, Marino Millán Moscoso, Gustavo Vidales, los narradores Jairo Aristizábal Ossa, Benjamín Cuello y Rafael Araújo Gámez.

Sin embargo, a la colectividad de profesionales del micrófono que se ha mencionado, hay que agregar a los locutores comerciales Carlos Alberto Cataño y Juan Manuel Laguna; pero también, en el grupo tenía un capítulo aparte, Carlos Alberto Lenis, quien informaba de la actividad ciclística tanto de Colombia como de lo que ocurría en el mundo de las bielas y los pedales. Y junto a los anteriores, Williams Viera, el autor de esta nota.

“Lo de Cali fue una linda experiencia radial. En ese entonces recién había salido de la Universidad Autónoma y me encargaron de cubrir los otros deportes que no tenían tanta acogida entre los oyentes, pero cuando alguno de los reporteros del Combo Deportivo tenía otra misión informativa, iba a los entrenamientos del Cali o del América porque integraba el grupo de Radio Deportes-Cali junto al médico Arias y Williams en el programa nacional llamado ‘Todo Fútbol’ que se originaba en los estadios en los que se realizaba la jornada del fútbol en Colombia, sin narradores por la escasez de los mismos, que dirigía Hernán Peláez Restrepo desde Bogotá”, dijo Mora.

Un paréntesis…

De Juan Fernando Mora hay que puntualizar que era uno de los encargados de realizar las entrevistas para las producciones especiales que se hacían en el Combo Deportivo de Caracol.

“Recuerdo, como si fuese ayer, en la oficina de deportes, ubicada al fondo de una casona en el barrio Centenario, en Cali, una mañana llegó Williams, con una de sus locuras, antes de irse a escribir a El Tiempo Cali y al semanario Balón, nos dijo, a Hébert (Montoya) y a Gustavo (Vidales): ‘Hagamos un especial para el día de la madre’. En mi caso, fui al entrenamiento del América y mientras iban llegando los jugadores para trabajar bajo las órdenes del técnico Gabriel Ochoa Uribe, me le acerqué al médico y le digo: ‘Doctor Ochoa, ¿podemos conversar?’…”, contó Mora para esta crónica.

Ochoa Uribe miró al reportero Mora, vestido de saco y corbata, y en un principio pensó que se trataba de un vendedor de algún producto que se encontraba ahí, de manera fortuita, en la cancha de Cascajal, en la vía a Jamundí. Entonces, le respondió: “Después de que termine el entrenamiento lo atiendo. Ya sé que viene de Caracol”.

Luego de hora y media, Ochoa Uribe se le aproximó a Mora y con su estricto rigor, le dijo mientras el reportero encendía la grabadora.

─ Ya podemos conversar.

─ Doctor Ochoa, tengo una sola pregunta: ¿Para usted qué significa el día de la madre?

El técnico del América abrió los ojos como si le fuesen a echar gotas y miró a Mora. Para él no había sido una buena mañana y las nubes, en ese instante, se encresparon embravecidas y un viento rabioso regó las hojas en la cancha.

─ ¿Usted me viene a preguntar por el día de la madre? Ustedes, los periodistas, tienen la culpa. Los jóvenes ya no respetan a la madre ni a nadie. A la madre ya no se le da el valor que se merece y se le irrespeta de una u otra manera. La juventud considera que ellas no son hijas de Dios… ─ le dijo, disgustado, el técnico Ochoa Uribe.

El especial libreteado fue titulado ‘El amor de una madre’ y en él estuvieron las voces de futbolistas de esa época y obviamente la respuesta de Gabriel Ochoa Uribe. La musicalización y la grabación fue realizada por el ingeniero de sonido Fabio ‘el rey’ Londoño mientras que la voz del narrador de aquel programa era la de Juan Manuel Laguna.

La realidad sin manipulación

Si bien Juan Fernando Mora siguió obteniendo experiencia radial también tuvo la tentación de la televisión al llegar al cargo de jefe de producción en la programadora de Jahn Fontalvo que tenía su programa de tenis y de otros deportes de los que no se informaba ni en los periódicos ni en los programas deportivos.

Y como se incrementaba la inseguridad en contra de los comunicadores y las oportunidades laborales empezaban a decrecer en Colombia, por aquello de que se tenían que convertir en vendedores de publicidad para obtener un salario para sobrevivir, Mora, un buen día, puso los pies en polvorosa y cogió las de Villadiego.

“No ha sido fácil abrir el camino en este oficio al aplicar aquella frase de mi padre que me decía que ‘una mala persona no será un buen profesional’…”, nos dijo el hijo de don Eduardo y doña Francia. “En mis inicios, en Caracol, me escondían la grabadora con las notas que iba a presentar en los últimos 15 minutos del programa y me borraban de la lista de ingreso al estadio para los partidos del América y del Deportivo Cali. Hoy me pregunto: ¿sería para que Rentería me despidiera? Vaya usted a saber y, sin embargo, aquí estamos, sin pisarle la cabeza a nadie ni llevándole flores a la maestra, pero lo más importante, sin abrir los codos para sacar a los compañeros del camino, aunque me han hecho el cajón por lo que he tenido que nadar en medio de tiburones en las empresas en las que he laborado”.

Los periodistas Juan Fernando Mora, colombiano, y Jorge Calvo, mexicano, durante la transmisión del 152º Abierto Británico de Golf que se realizó en Ayrshire frente a la escarpada costa oeste de Escocia y que fue transmitido por NBC.

Hablar de golf no está prohibido

Atrás quedó aquella época en que Juan Fernando Mora, salía a las 5:00 de la mañana para llegar a las 6:00 a Caracol, porque tenía que caminar, desde la casa de sus padres, ubicada, en Cali, en el barrio Colseguros hasta Centenario y horas después, regresar por el mismo camino, sin tener miedo de ser atracado, como ocurre hoy, al exhibir el único tesoro que lo acompañaba, además de su vida, la grabadora con la que esperaba conseguir el sueño de ser periodista radial, así no recibiese, en ese inicio, ninguna remuneración.

La experiencia radial y televisiva, adquirida en Colombia, le sirvió a Mora para laborar, en Estados Unidos, con Univisión, con Telemundo, con CNN, con GOLTV, con Bein Sports y de recibir un llamado de los directivos de NBC para comentar otros deportes, diferentes al fútbol, como sucedió, recientemente, con el 152º Abierto Británico de Golf con la participación de 19 campeones que representaban distintos hitos del golf moderno y que se disputó en el Royal Troon, Escocia, del 18 al 21 de julio pasado.

Y en esa competencia golfística estuvieron, entre otros, los estadounidenses Xander Schauffele, quien fue campeón; Scottie Scheffler con seis títulos en el primer semestre de 2024; y Tiger Wood con su fracaso en el torneo referido que llevó al escocés Colin Montgomerie a decir: “Tiger no disfrutó de ningún golpe y es difícil decirle a él que le diga adiós al deporte que lo dio a conocer”.

Mora, periodista acostumbrado a hablar de lo que acontece en una cancha de fútbol con los movimientos tácticos de los equipos en contienda, se le vio y se le escuchó, a través de la ‘caja boba’ que ya no es ni boba ni caja, analizar durante los cuatro días del Abierto de “los golpes de salida”, por ejemplo, que es el primer golpe de cada hoyo cuando se arranca desde el ‘tee’ (un pequeño soporte que se clava en la tierra y sobre el cual se pone la bola de golf que es dura), procurando, cada jugador, conseguir un golpe largo y recto con el ‘drive’, el palo más largo de la bolsa, con lo que se tiene la intención de enviar la bola a la zona más lejana y lo más cerca posible al ‘green’ como si fuese un “saque de arco”, valga el símil, con el que se reinicia, en el fútbol, el juego después de que la pelota se fue afuera del rectángulo por la línea de fondo.

Debido al trabajo televisivo, Mora ha tenido la oportunidad de conversar con diferentes figuras como los cantantes Celia Cruz, cubana, y Raphael (español), el técnico argentino Marcelo Bielsa (actual seleccionador de Uruguay), los futbolistas Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, René Higuita y Fredy Rincón, los golfistas Tiger Wood y Camilo Villegas, amén de un largo listado.

“Le doy gracias a Dios que sigo siendo el mismo Juan Fernando Mora de mis inicios en el periodismo porque puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios. Tal vez tenemos que apegarnos a una frase de Bielsa cuando puntualiza: ‘El éxito deforma al ser humano’. En tal circunstancia lo único que pido es respeto”, dijo Mora.

No hace mucho, como publicaría alguna revista de farándula, el hijo de don Eduardo y doña Francia, se convenció, de manera directa, que en los campos de golf se mueven los negocios del mundo.

Y esa lección se la enseñó Juan Antonio ‘Chi-Chi’ Rodríguez, primer golfista profesional puertorriqueño en ingresar al Salón de la Fama del Golf Mundial.

“Le vi hacer negocios al ‘Chi-Chi’, en el campo de golf y sin firmar ningún documento. Y no por cualquier cifra al igual que a otras personas que estaban vinculadas en cargos ejecutivos en empresas que nadie se lo imagina, pero sentían una especie de alivio cuando se juntan y hablan no solo de golf, sino de fútbol o de otros temas que les permiten conocerse antes de separarse”, dijo Mora.

Y luego, recordó una frase que lleva en el corazón como si fuese parte de una camisa de fuerza que lo impulsó a mejorar sin olvidar los instrumentos de trabajo como son los audífonos y el micrófono.

Un regaño de manera elegante

Juan Fernando Mora en territorio estadounidense se ha convertido en un personaje de lo que se llamaba, en un tiempo, la ‘caja boba’ porque ha demostrado conocimiento de lo que transmite al televidente.

“Llevaba poco tiempo de mi graduación de la primera promoción como Comunicador Social y Periodismo de la Universidad Autónoma de Occidente. Eso hace 35 años y durante un partido, entre las selecciones departamentales de Bogotá y Valle, observé a Edgar Yacué, operador de sonido del vestuario local de Caracol, quien corría desesperado desde el otro extremo de la pista de tartán, en el estadio Pascual Guerrero, con la lengua afuera y con la respiración agitada. Llegó a mi lado y me pasó los audífonos. Y sin poder hablar, me dijo: ‘Póngaselos’ y mientras lo hacía, alcancé a escuchar la risa burlona de Darío Ángel Rodríguez por ese amplificador de sonido y luego, Jairo Aristizábal Ossa, de manera elegante, me dijo, ‘Juan Fernando, un soldado nunca deja el fusil… Nunca más se quite el fusil’. Y después de tanto tiempo, sigo sin olvidar esa enseñanza de un profesional de la radio”, dijo Mora, quien cumple el destino de un periodista.

Por eso, no es extraño, en Estados Unidos, ver y escuchar a Juan Fernando Mora, a través de la pantalla chica, comentando o narrando campeonatos mundiales de judo, de voleibol, de motociclismo o de fútbol, tanto femenino como masculino, por lo que, nadie, por estos días, se sorprendió de que el hijo de don Eduardo y doña Francia, hable, entre otros términos, de hándicap, de los agujeros de animal o de la bolsa de palos con la propiedad de un maestro tanto de la bola de golf como de la pelota por ser herramientas de dos deportes con gran poder de seducción al igual que la música que lo seduce y por ello, toca algunos acordes con la guitarra que compró en una venta de garaje al igual que un teclado y lo hace en momentos de soledad, quizás, para no enloquecerse.