Capsulas de Carreño

«El ex Boca que trabaja en una ambulancia» (ole.com.ar)

El ex Boca jugando para el Córdoba, Adrián Gunino, enfrentó al Real Madrid por aquellos días en que James lucía en España.  Foto EFE, tomada del diario Olé.

*Adrián Gunino, de un paso fugaz por el Xeneize, dejó el fútbol a los 28 años y cambió de rubro rotundamente. Conocé acá su historia…

Jugar en uno de los equipos más grandes del mundo como lo es Boca es muy codiciado. No sólo por lo que eso conlleva de por sí, sino también porque te catapulta a otros clubes históricos del mundo en caso de haber tenido un gran rendimiento o bien a países con menos historia pero con salarios más altos. Sin embargo, eso no se da en algunos futbolistas, como es el caso de Adrián Gunino: el uruguayo hoy es camillero en una ambulancia.

«Al jugador le cuesta mucho ir a buscar trabajo. Mi currículum era de una hoja. Con los ahorros pensé en ponerme un negocio. Tuve canchas de fútbol 5, un local de alquiler de coches e invertí en ganado. En alguno me fue bien y en otros mal. Hoy estoy de camillero en una ambulancia», dijo en El Último Arco. Y explicó las razones por las que dejó de jugar: «A los 28 años terminé mi carrera por un cúmulo de cosas. Finalizó mi contrato con Fénix, esperé seis meses y no surgió nada. El manejo empresarial y dirigencial me agotaron».

El defensor llegó a préstamo al Xeneize en el 2009, a sus 21 años y proveniente del Danubio de su país. Y aunque su debut fue contra el Milan (en un amistoso), sus participaciones no fueron muchas más con la casaca azul y oro. De hecho, sólo jugó dos partidos más de exhibición y sólo uno oficial: contra Newell’s en la Bombonera por el torneo local. Ese día ingresó por la lesión de un tal Hugo Benjamín Ibarra​ y completó 70 minutos.

Y aunque su estadía en el Boca de Carlos Bianchi y Alfio Basile​ (uno como mánager y el otro como DT) duró sólo seis meses, el lateral arribó al Toulouse de Francia. Luego pasó por Fénix y Peñarol de Uruguay. Más tarde volvió a Europa para desempeñarse en el Almería y en el Córdoba de España. Y aunque le fue bien en varios de esos clubes, no pudo durar mucho en ninguno y se volvió a Fénix, donde luego de seis meses, no le llegó ninguna oferta y abandonó el fútbol. Y hoy, a diez años de su partida del Xeneize, se gana la vida en un centro médico.

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