Capsulas de Carreño

El fantasma de Perú… Por Hugo Asch, Diario Perfil

 

Por Hugo Asch, Diario Perfil

*Persigue a la Selección Argentina y la Bombonera está lista para ejercer otra vez como escenario intimidante. Los antecedentes.

Argentina tenía que ganar, pero perdía con Perú y se quedaba afuera del Mundial de México 70. Empató Albrecht de penal, con ocho minutos por jugar, pero enseguida Cachito Ramírez definió de contra, frío como un killer: 1-2. La gente abandonaba el estadio como en un incendio, así que me sobró espacio para ver el golazo del Toscano Rendo sobre la hora, eludiendo conitos, como lo haría Maradona con los ingleses 17 años más tarde. De nada sirvió.

El fantasma de Perú persigue a la Selección. En 1985 casi la deja otra vez sin México. Nos salvó Passarella, antes de ser volteado por la maldición azteca del agua mala. Sobre la hora corajeó y la dejó sobre la línea para que Gareca, hoy técnico peruano, la empujara. Gol. Clasificados. Sin embargo no hubo premio ni segunda vuelta: ninguno de los dos jugó ni un minuto en el Mundial de la Mano de Dios.

Palermo, también a segundos del final en el Monumental y bajo una cortina de agua, fue el muchachito de la película en 2009. Un elenco estelar con Messi adentro y Maradona afuera. Cheque en blanco que, oh sorpresa, no tuvo fondos en 2010.

Ahora, otra vez Perú y otra vez la Bombonera. Glup. Impresiona un poco, pero así son las cosas.

La pyme La 12, marca registrada, tiene todo controlado. Entradas, reventa, merchandising, fast food, estacionamientos, coro griego, banderas, bombos y fuegos artificiales para garantizar un show inolvidable. Si los jugadores ayudan adentro, será fiesta total. Si no, ¡be carefull Catalina! Habrá que ver si el arreglo con AFA incluye un fondo patriótico para apoyar aun en la derrota. No será fácil.

No hay motivos para ser pesimista. O eso creo. Messi sigue siendo el mejor del planeta, Dybala es el dueño de la Juventus, el club de la familia Agnelli, aunque aquí se siente un okupa y lo dijo. Antes que la pasión reguetonera castigara al Kun Agüero, tenía asegurado un lugarcito cómodo en el banco. Hoy ya no: deberá tragar saliva si le toca entrar. Benedetto, hombre de la casa, tal vez obligue a Saint Paoli a caer en la obviedad a costa de Mauro Icardi de Wanda. La Rent-a-claque lo pedirá.

“¡Antes muerta que sencilla!”, dicen las señoras en Madrid y también Saint Paoli, al ritmo feroz de su excitación psicomotriz. Quizá defienda con línea de tres, recupere a Di María, ponga de líbero a Mascherano, sorprenda con algún tapado y coloque a uno en la posición de otro. O no. Nadie lo sabe. Ni él, intuyo. Y a nadie le importa.

Total, hay que ganar sí o sí, como sea, 6 a 0 también, afirman con furia los unos y los otros en esta tierra de memoria frágil y niños ricos sin tristeza.

(*) Nota publicada en el Diario Perfil.

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