Capsulas de Carreño

El fútbol: Un duro deporte. Por Alexis Garcìa Vega.

Por Alexis García Vega

 

“ El fútbol es un deporte duro y brillante, pero hay que estar seguros de que no sea un juego mortal”, A. Shearer.

Preocupado por los problemas que le haya podido dejar el fútbol, sobre todo inquieto por tantos remates de cabeza que tuvo que realizar durante sus 18 años de carrera profesional, que pudieron ocasionarle daños cerebrales, según él, Alan Shearer el magnífico centro atacante de Inglaterra, histórico de su selección Nacional y referente del fútbol Inglés, teme por su vida después de retirado.

Shearer acaba de protagonizar una película llamada “ La demencia, el fútbol y yo” un documental en donde se somete a pruebas neurológicas con resultados preocupantes.

El autor que 260 veces puso el balón a besar las redes de las porterías contrarias, en 18 temporadas, se encuentra preocupado porque la mayoría de veces ese balón llevaba la marca de su frente.

“ Cuando eres profesional esperas tener problemas de tobillo, rodilla, espalda, jamás pensé que este deporte estuviera ligado a enfermedades cerebrales “, por lo que califica su memoria como horrible.

Me parece que cualquier actividad en la que se involucre vocación, pasión, entrega total, genera riesgos de todo tipo, especialmente en la parte emocional y creo que el goleador en mención no puede echarle la culpa de su mala memoria a cabecear la pelota, debe buscar el mal en aspectos como la falta de hábitos que ejerciten la parte intelectual, algo muy escaso en los jugadores profesionales de fútbol, que marcan una distancia grande con los libros y la capacitación mental.

El deporte en general necesita integrar la parte sicológica, física con la espiritual, es claro que el deportista jamás podrá desligar su estructura personal de su actividad y sobre todo del manejo de los resultados, no hay nada que destruya mas a un deportista que sentirse un Dios en la victoria y un demonio en la derrota.

Son mas peligrosas las críticas, el maltrato, los comentarios tendenciosos y la lucha entre barras, que en ocasiones vuelven los estadios de fútbol  escenarios más peligrosos que el duro asfalto.

Sueño con el día en el que este bello deporte recupere su sentido lúdico y los estadios vuelvan  a ser  lugares de sana convivencia en los que la cabeza no solo se use para pensar sino también para hacer hermosos goles como los de Shearer.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *