Era la de Natalia Sánchez, la arquera que conquistó seis preseas doradas y otras dos plateadas en los Juegos Nacionales en Ibagué.
“Me preparé para hacer un buen trabajo, pero no me imaginé que me iba a ir tan bien”, así aseguró ayer la antioqueña, que a sus 32 años de edad demuestra que tiene la fuerza mental y física para apuntar a objetivos grandes.
“La verdad no tengo la cuenta de cuántas veces he subido al podio en mi historia en Juegos, sé que son bastantes, pero ya perdí la cuenta, lo que sí sé es que estos oros me llenan de confianza y motivación para escalar más alto en el deporte”, enfatizó Sánchez, que se impuso en las pruebas de 50, 60 y 70 metros, individual, equipos y la suma de distancias en el arco recurvo, mientras que en 30 metros y equipos mixtos fue segunda.
“El secreto para seguir firme radica en la perseverancia, dedicación, disciplina y las ganas que le pongo a lo que hago”, confesó la arquera, que además es sicóloga.
De esta manera, Natalia cerró un año brillante, en el que además fue oro por equipos en los Panamericanos de Toronto y logró la clasificación a los Olímpicos de Río-2016.
“Ha sido una temporada fenomenal”, indicó la atleta, mientras su entrenador Ángel Barriosle expresaba que aún no era el tiempo para descansar. “Así es, hay que seguir trabajando porque ahora apunto a ser campeona olímpica. No es un sueño, es un objetivo, es algo que está en mis planes”, manifestó la laureada arquera, que ayer llegó a su casa para guardar el tesoro que halló en Ibagué.