*De traficar con cocaína a la quiebra deportiva. Álvaro López Bedoya, quien está en el ojo del huracán por la mala gestión en el club risaraldense.
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Fuente: marca.com
La historia del Deportivo Pereira, un equipo con raíces profundas en el fútbol colombiano, se ha visto drásticamente empañada por la gestión de su máximo accionista y presidente, Álvaro de Jesús López Bedoya
Su trayectoria está marcada por un escandaloso pasado judicial en España y una administración que, a pesar de un breve periodo de gloria deportiva, ha sumido al club en una profunda crisis financiera.
Condena por narcotráfico: La sombra de un pasado en España
El pasado judicial de Álvaro López Bedoya es el punto más controvertido de su vida pública. Según recoge el diario El Tiempo y en el caso que ha sido recordado por el periodista Alejandro Pino Calad en su podcast de Historias Secretas, en 1987 fue detenido en Barcelona, España, tras un operativo de la Guardia Civil que descubrió casi siete kilogramos de cocaína ocultos en una exportación de libros provenientes de Colombia. Los ejemplares, supuestamente de su editorial Ediciones Pereira, contenían compartimentos internos llenos de droga.
López Bedoya fue condenado en 1989 a 10 años de prisión por un delito contra la salud pública (narcotráfico). La pena no fue cumplida en su totalidad. En 1990, López Bedoya aprovechó un permiso especial y se fugó de la cárcel de Granollers.
Aunque se emitió una orden internacional de captura, esta fue archivada en el año 2000 por vencimiento de términos, lo que le permitió regresar a Colombia y reanudar sus actividades empresariales sin cargos judiciales vigentes. Él mismo ha admitido que fue «un error» y que la condena prescribió, insistiendo en que está «limpio» ante la ley.
Conexiones empresariales y sospechas de lavado de activos
Tras su regreso al país, López Bedoya se vinculó al sector empresarial en Pereira, destacándose como socio principal de Promasivo, una empresa operadora del sistema de transporte público Megabús.
Esta actividad empresarial también generó polémica. En 2004, la Fiscalía abrió una investigación por la posible infiltración de dinero ilícito o proveniente del narcotráfico en Promasivo, involucrando a López Bedoya, su hermano y otros socios. Si bien la investigación fue archivada por falta de evidencia de lavado de activos o enriquecimiento ilícito, el episodio puso en alerta a las autoridades sobre la transparencia de sus negocios.
El ingreso al Deportivo Pereira y el camino a la quiebra
La relación de López Bedoya con el Deportivo Pereira comenzó en 2010. En un momento de profunda crisis financiera, en el que los jugadores estaban en paro por salarios impagos, él aportó $250 millones, lo que le permitió ingresar como socio minoritario.
Con deudas cercanas a los $6.000 millones, el club fue transformado en 2011, consolidando a la familia López Bedoya como la máxima accionista. A pesar de asumir el control, la gestión no evitó la debacle, y el Deportivo Pereira fue declarado en quiebra en 2012, entrando en un largo proceso de liquidación.
La temporada de gloria y la caída inevitable
En 2020, tras una década de procesos judiciales, el club se transforma en Sociedad Anónima con la colaboración de la Dimayor. En 2022, le fue devuelto a López Bedoya como principal acreedor. Ese mismo año, el equipo alcanzó su cúspide histórica, coronándose campeón del fútbol profesional colombiano por primera vez.
La hazaña deportiva continuó en 2023 con una participación histórica en la Copa Libertadores, generando ingresos extraordinarios por más de USD 6,4 millones solo por premios de la Conmebol.
Sin embargo, esta bonanza económica fue efímera y no se tradujo en estabilidad. La gestión de López Bedoya fue señalada por:
Deterioro financiero: A finales de 2023, los pasivos del club eran de aproximadamente $4.660 millones, pero para 2025, algunas fuentes periodísticas reportaron un aumento de las deudas hasta cerca de $25.000 millones, con pérdidas que superaron los $3.300 millones solo en 2024.
Incumplimientos laborales: El presidente ha sido multado por la Superintendencia de Sociedades por no revelar el control de sus empresas. Además, la crisis se ha manifestado en el incumplimiento reiterado del pago de salarios a jugadores y empleados.
La crisis actual: Paro de jugadores y humillación deportiva
La gestión de López Bedoya alcanzó un punto crítico a finales de 2025, cuando los jugadores del plantel profesional se han declarado en paro por el incumplimiento salarial.
Ante esta situación, el club se ha visto forzado a recurrir a futbolistas juveniles (sub-17 y sub-20) para disputar partidos oficiales de la liga, lo que resultó en derrotas abultadas y una severa degradación de la imagen del club y de la competición.
El panorama actual del Deportivo Pereira es un reflejo de una administración polémica y financieramente insostenible, reviviendo los patrones de crisis que históricamente han marcado al fútbol colombiano, donde los antecedentes de sus dirigentes a menudo contrastan con los valores que debería representar el deporte. La pregunta que queda es si, tras la gloria de 2022, el club podrá sobrevivir a la última debacle causada por quien una vez fue condenado en el extranjero.
(Fuente: marca.com)




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