Capsulas de Carreño

El problema no es Juan Carlos Osorio. Por Gilberto Maldonado Bonilla


Por Gilberto Maldonado Bonilla

*El pésimo desempeño de Atlético Nacional en el torneo del primer semestre hizo que se lanzaran voces pidiendo una reingeniería en la nómina de Atlético Nacional.

Llegó Juan Carlos Osorio, para un nuevo período, a la dirección técnica del equipo verdolaga; y la reclamada re-ingeniería empezó casi por arte de magia: la velocidad casi sideral ha sido la nota más importante: el TAS fue borrado del mapa; el lamento por los altos costos en la adquisición de futbolistas es cosa del pasado. En fin, nunca en la historia de Atlético Nacional se ha dado todo con tanta facilidad.

Deben estar de plácemes los hinchas que han reclamado la reingeniería en la nómina de Atlético Nacional. ¿Será que con ésta se vuelve a los caminos del triunfo?

La anhelada y lograda reestructuración nominal es el caballo de Troya de la mitología griega; es el cumplimiento del axioma «nadie es profeta en su tierra» para los futbolistas de las divisiones menores. Unos esperaran confiados una utópica oportunidad y otros optarán por el éxodo.

Aquí, han aparecido voces de inconformidad y recriminación hacia el director técnico; se le recalca que nunca ha sido una persona inclinada hacia el trabajo con jugadores juveniles. En eso tienen razón.

Pero no se han puesto a pensar que el problema, el eje central, no es Juan Carlos Osorio.

El problema es el resultadismo. Resultadismo del que son fieles devotos muchos de los que protestan por el ostracismo al que se ven avocados los jugadores juveniles en Atlético Nacional. Vaya paradoja!

Juan Carlos Osorio es un apéndice del resultadismo; es un trabajador de éste. ¿Resultadista por convicción o resultadista como sujeto de un principio de la realidad?

Difícil comprender esa especie de doble moral en el caso concreto de la salida de Nicolás Hernández hacia Independiente Santa Fe. Me parece inhumano que se justifique su salida de Atlético Nacional por errores en su desempeño en el equipo titular.

El solo hecho de pisar una cancha da el derecho a un futbolista a equivocarse. Por errores cometidos no podemos descalificar a un jugador como Nicolás Hernández. No podemos ignorar las cualidades técnicas. En justicia era un jugador para pulir; para repotenciar como dicen ahora.

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