El síndrome de la hoja en blanco. Por Alexis García Vega.

By Alfredo Carreño
Updated: 21 febrero, 2018

Por Alexis García Vega

*El entrenador tendrá que llegar a cada entrenamiento con la sensación de un trabajo suficientemente preparado para sacar el equipo de la incertidumbre.
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Levantarse una mañana con la intención de escribir un artículo, de dejar un mensaje que impacte aunque sea a una sola persona, es un reto que constantemente enfrentan los escritores, es lo mismo que se vive ante la inminencia de un partido, ante los segundos previos a presentar un examen el estudiante de cualquier carrera, la previa a una entrevista de trabajo o la espera al nacimiento de nuestro hijo.

La mente enfrenta momentos de incertidumbre, instantes de nubosidad que impiden encontrar la idea, en otros los ratos de claridad facilitan la creación y el permiso para la llegada de una oleada de inspiración que permite escuchar una especie de dictado que va trayendo las ideas, arrastradas por hermosas palabras, como cuando la jugada se va produciendo sola en pleno trance futbolístico y la magia produce la efectividad y la belleza, para el disfrute de un público ávido de espectáculo.

Hoy amanecí con el deseo de mostrar la desnudez del que se sienta ante una hoja en blanco, del que en su vida ha enfrentado la decisión de hacer fila detrás de la normalidad, no de la genialidad, del que tiene que hacer gala de su imaginación para luchar por sus logros, del que tiene que enfrentar sus propias hilachas mentales, sus limitaciones, he intentar crear su momento para la posteridad, su instante que lo acerque a la gloria, a la felicidad, que debe ser un logro buscado, luchado en la cotidianidad del día a día.

En el fútbol como en la vida la confrontación con nuestro propio sueño, nos pone en la decisión de crear o morir, en este comienzo del torneo Colombiano veo equipos que no han empezado a escribir su historia y aun se encuentran con su hoja en blanco, Atlético Nacional el doble campeón de Copa Libertadores y el más histórico de Colombia enfrenta un momento en el que tiene enfrente una lucha con su presente acosado por su pasado, la urgencia de encontrar las ideas, el juego y el convencimiento en su potencial, además de los buenos resultados, tiene una dura y ardua tarea a la que se enfrentan los que tienen todos los días retos con su propia grandeza, responsabilidad con un destino que los enfrenta a la opción de seguir escribiendo una historia cada día más grande.

El entrenador tendrá que llegar a cada entrenamiento con la sensación de un trabajo suficientemente preparado para sacar el equipo de la incertidumbre, una tarea concienzuda que construya la conciencia colectiva del equipo que dirige, deberá pasar ese aprendizaje por el terreno de las emociones que es por donde deberá empezar a convencer a sus jugadores de que su importancia consiste más en el SER que en el ESTAR.

No hay nada más difícil que enfrentar la incertidumbre de la hoja en blanco, de encontrar respuestas cuando no se hacen las preguntas correctas o de tener el sentimiento de que todo te da igual, cuando eso ocurra es porque estas haciendo mal las cuentas.
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