Capsulas de Carreño

«El Súper Barça, campeón: goleada y humillación al Real Madrid»

*El Barcelona es el supercampeón de España con todo merecimiento. Y es mucho más que eso. Porque humilló (5×2) a su eterno enemigo ante los ojos de millones de espectadores tras remontar el tanto inicial de Mbappé. Y no cavó más en la miseria de su rival porque se quedó con uno menos al inicio de la segunda mitad.

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Dani Olmo besa la Supercopa. Foto tomada de Flashscore.co.

Por César Suárez.
Flashscore.co

Pero es de destacar el vendaval de juego, de oportunidades y de goles que protagonizó. Lamine Yamal, Lewandowski, Raphinha y Balde marcaron antes del descanso para colocar un contundente 1-4. Después, Raphinha volvió a marcar antes de que Szczesny fuese expulsado y Rodrygo recortase distancias.

Qué espectáculo de Barça. Se presentaba el Real Madrid con ánimos de revancha por lo sucedido en el Bernabéu en el mes de octubre. Pero lo que se encontró fue un rapapolvo aún mayor, una paliza histórica, un resultado vergonzoso para los blancos. El plan de Ancelotti de esperar atrás y salir a la contra duró cinco minutos. Lo que Vini y Mbappé tardaron en correr como leones hambrientos ante Szczesny para que el francés marcase el 1-0. Pero para ser justos, la idea del italiano no funcionó nunca. Porque, antes de eso, Courtois ya había tenido que negarle dos goles a Lamine Yamal y a Raphinha.

Y a partir del 1-0, los de Flick, que pasó otra vez tácticamente por encima de don Carlo, minimizaron al rival, los empequeñecieron hasta parecer alevines contra profesionales. Lo mismo influyó la lesión de Mbappé, que resbaló y recibió el pisotón involuntario de Koundé. Le vendaron el tobillo, pero ya no se le vio en el primer acto. Pero hubiera dado lo mismo que el francés estuviera al 100 %. El Madrid, en defensa, era Papá Noel y los Reyes Magos juntos. Especialmente, el tridente de arriba, que dimitió de defender. Por dentro, los culés encontraban espacios una y otra vez. Por ahí se colaban Raphinha, Pedri y Lamine Yamal. Y cuando éste la recibió tras una sublime descarga de Lewandowski, ocurrió magia. Recortó y engañó a Tchouaméni y la puso imposible para Courtois. Empate justo y merecido.

Reaccionó tímidamente el campeón vigente del torneo, pero siempre con balones largos, o a balón parado. Szczesny respondió de maravilla a un testarazo de Tchouaméni. Fue un oasis esa ocasión en el desierto saudí. Enseguida el Barça retomó su control y encerró a los blancos, a los que asediaron hasta que Camavinga cometió un error infantil, y muy frecuente en su ímpetu habitual. Clavó los tacos en el muslo de Gavi en un intento de despeje y desde el VAR avisaron a Gil Manzano. Penalti que transformó Lewandowski en el 1-2 antes de la media hora de juego.

El recuerdo de lo sucedido en el Bernabéu en Liga se apareció como un fantasma a los blancos cuando un centro lateral de 50 metros de Koundé, desde su propio campo, aparentemente inofensivo, lo remató Raphinha con más hambre que Tchouaméni y Lucas para marcar el 1-3. El brasileño persiguió la bola mientras sus rivales contemplaban el cielo de Yeda.

No contentos con el 1-3, aún celebraron otro tanto más. Tras un saque de esquina de los merengues, recuperaron la pelota y se lanzaron a tumba abierta. Balde fue quien puso la puntilla antes del descanso con el 1-4.

La manita y la roja
En la caseta se quedó castigado Camavinga y entró Ceballos con la intención de tener la bola. Rodrygo, en la primera llegada de la segunda mitad, estrelló un balón en la madera. Pero en la continuación de la acción, recuperó el Barça y salió Raphinha ‘a lo Mbappé’. Cuando llegó al área, retrató a Tchouaméni con un recorte bestial y marcó el quinto de la noche.

La goleada amenazaba con ser escandalosa. Mas entonces Bellingham, todo orgullo, robó un balón y habilitó a Mbappé, que fue derribado por Szczesny siendo el último hombre. De nuevo el VAR tuvo que avisar a Gil Manzano para que expulsara al polaco. Era el minuto 56. Cuando se reanudó el partido tras la entrada de Iñaki Peña, lanzó Rodrygo la falta frontal… y gol del brasileño para colocar el 2-5.

Aún había esperanzas para el Madrid. O eso creyeron. Incapaces de generar peligro, fueron pasando los minutos y Tchouaméni, menudo desastre, y Vini se jugaron la expulsión. Ambos acabarían sustituidos poco después. Pero tampoco los cambios, con Brahim y Modric, mejoraron el panorama. El cuadro catalán aguantó sin problemas, Peña se reivindicó en la última acción a tiro de Mbappé, y el Barça se proclamó campeón de la Supercopa en una final histórica que puede traer consecuencias futuras para unos y otros.

Jugador Flashscore del partido: Raphinha (Barcelona).

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