Capsulas de Carreño

El Verde en modo Rosa

Al minuto 65 salió Óscar Perea por Ángel, cambió que no se entendió. Nuevo técnico en Nacional, hay que darle tiempo al tiempo. Foto @Dimayor.com.

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Por Jorge Iván Londoño Maya.

Columnista Cápsulas.

 

*Tendremos que decir como los abuelos, habrá que darle tiempo al tiempo, claro que poquito, porque esto se acabó.
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Por una causa demasiado loable, los jugadores de Nacional saltaron al gramado del coloso de la 74, lo de coloso es otra perla de nuestra exageración paisa, con chaquetas rosadas, en alusión a la prevención del cáncer de seno, color que también significa, entre otros, inocencia y cortesía, conductas que simplemente las dejo en el papel, para que sean los amables ciberlectores quienes las concluyan.

 

Esta vez el recibimiento a Nacional le salió gratis a las barras, porque la parafernalia estuvo a cargo del mismo equipo, que puso las serpentinas, la pólvora y los chorros luminosos, para  alegrar a los asistentes, que en cámara lenta fueron ingresando al estadio, hasta completar los 29.000, cantidad que dejó con los crespos hechos a quienes pregonaron durante la semana una baja asistencia, argumentando por esto, por aquello y por lo de más allá.

 

Nacional estrenaba técnico, John Bodmer, lo que generó la expectativa general,  hasta de su tocayo John, quien hace 38 años vende salpicón y ensalada de frutas en las afueras del estadio.

 

La alineación verde fue hecha teniendo en cuenta las ausencias bien sea por el llamado de varios jugadores a las selecciones nacionales o por las benditas lesiones, que siempre están a la orden del día.

 

A ojo de mal cubero, y anoto de mal cubero, porque no soy experto en táctica, me llamó la atención que en el medio campo, en lo que conocemos como contención, apareciera la dupla compuesta por Robert Mejía y Samuel Velásquez. Los de adelante fueron los mismos que charlan todas las noches en la esquina del barrio; Dorlan, Torres, Perea y Jefferson.

 

Medellín por su parte salió con su nómina de gala,  gala que también apareció por los lados del arbitraje, toda vez que le correspondió al hijo de Amalfi,  Wilmar Roldan, dirigir el encuentro a su mejor estilo de dejar jugar, y solamente pitar la falta cuando vea tripas afuera; estilo que  inexplicablemente los jugadores no le han cogido el palito, porque por lo general, luego de una acción que podría considerarse como falta, merman intensidad esperando que suene el pito, lo que casi nunca sucede.

 

Comienza el partido, y en los dos primeros minutos Medellín pone a sonar la olla atómica poniendo la parrilla en alto, con dos acciones de gol que Castillo conjura con solvencia. Medellín sigue generando más llegadas, porque tiene por las puntas par motos de 1.000 centímetro cúbicos, Cetré y Plata.

 

Nacional se aploma, y es Jefferson el que hace parar a los asistentes con un tiro desviado. En medio de acciones parejas del verde, en el que se destaca Mejía, y del rojo, en el que se destaca Torres, llega el minuto 33 que nos depara una llegada colectiva del DIM, Plata entra por su punta, de velocidad supera a Velásquez, hace el centro, despeje irregular de Ocampo, balón que queda rifado en el área, nuevamente le queda a Ocampo que a cambio de reventarlo, que era lo obvio, prefiere salir jugando, no es la primera vez ni será la última,  pierde la pelota, la misma que capitaliza Pons, dispara al arco, pega en la pierna de Aguirre, descontrola a Castillo y es gol para Medellín.

 

Al minuto 36 sale Ángulo, no sabemos que lo aquejaba, porque sale caminando muy tieso y muy majo, y entra Mena, a quien poco se le ve por estos lares, pero muy pronto se metió en el partido y mostro cosas interesantes.

 

Al minuto 59 Perea incursiona por la punta izquierda, con su veloz carrera deja en el camino a dos marcadores rojos, hace el centro que muy bien recepciona Jefferson, mira que Dorlan viene entrando, le hace un pase corto y el capitán de potente derechazo empata el partido.

 

Empate que le cae de perlas a Nacional, que poco a poco va erigiendo figura a Chunga, a quien por algo le llegó un “guasap” de Néstor Lorenzo para que mañana mismo desayune changua en Quito.

 

Al minuto 65 sale Perea por Ángel, cambio que nunca entendí; y al minuto 82 entran John Duque y Asprilla por Mejía y Jefferson, los mismos que tampoco dieron el resultado esperado.

 

Y como no ha de faltar el mosco en el vaso de leche; llega el minuto 74, centro de Alvarado a la punta izquierda, que recoge Gómez luego de entrar en posición válida para dejar  pagando a la defensa verde, que en ese instante anda descuadernada, hace el centro para que Plata dispare al arco y en la trayectoria el balón pega en la mano izquierda de Zapata quien va cayendo, por lo que Roldan, ni corto ni perezoso,  pita penal. Al cobro Torres, engaña a Castillo y es el gol del triunfo.  Nacional trata de empatar, pero Chunga justifica con creces su llamado a la selección.

 

Vi a un Nacional quizás con más llegadas al área, con más balones para Jefferson, pero descompensado en la contención por lo que Medellín entraba como San Pedro por el Vaticano; y una defensa con baches, especialmente por las puntas, porque Ocampo es mejor atacando que defendiendo; y Velásquez, que también va bien arriba, se empobreció marcando a Plata.

Todos esperábamos el triunfo verde, como recibimiento al nuevo técnico, por la nueva idea de juego, por la sacada del clavo de los jugadores por el desastroso partido anterior y por enderezar el rumbo. Por obligación tendremos que decir como los abuelos, habrá que darle tiempo al tiempo, claro que poquito, porque esto se acabó, y las instancias finales están pasando el túnel del Toyo.

 

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