Capsulas de Carreño

Eliminación del DIM  en noche de olvidos.

Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

 

 

 

*El DIM subestimó al rival  y fue  un  cuadro amnésico,  escaso de carácter  y con poca reacción.
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En el fútbol no hay enemigo pequeño, reza una famosa  sentencia  del balompié.  Y esta  se cumplió tal cual, en el partido de vuelta entre el Deportivo Independiente Medellín y el Cúcuta Deportivo,  en el estadio Atanasio Girardot, con la victoria 2-1 del cuadro visitante en los 90 minutos de juego para empatar el global  2-2,  y su posterior  clasificación  a la ronda semifinal de Copa Colombia  con el 5-4  en la serie de cobros desde el punto penal.

 

Y anoche el DIM tuvo demasiados  olvidos:   Olvidó su fútbol ofensivo, colectivo y dinámico,  que jugaba en condición de local, que traía una ventaja de tres puntos y un gol  en virtud de su triunfo hace una semana en el General Santander,  que los goles  se buscan desde el  inicio mismo  del partido y no en sus minutos finales, que las clasificaciones es mejor asegurarlas en tiempo de juego y no en los aventurados cinco  cobros desde el punto penal y  también olvidó, justamente, que al rival no se le puede infravalorar. Por ningún motivo.

 

Entre la confusión y el desespero.

El  Independiente Medellín del  período inicial  fue un equipo  aletargado, confundido,  sin fútbol, maniatado por el  esquema táctico rival,  lento e impreciso.  La agresividad, el coraje, la velocidad  y las variantes en ataque brillaron por su ausencia. Y el del período complementario,  fue un  DIM con muchas llegadas y  escasa definición,  primero,  y  desesperado y atropellado en los minutos finales.

 

En  cuanto al Cúcuta Deportivo,  fue un onceno cauteloso, ordenado, con un muy buen planteamiento defensivo  y  efectivo en definición.  También  buscó el resultado,  anotó dos goles  con bastantes similitudes y desde fuera del área,  cuidó el 2-1 y acertó en sus cinco cobros.

 

Al minuto 87, llegaron la anotación roja  del descuento , para el 1-2,  que obligó, luego,  a  la definición de la serie  con tiros desde el punto penal y  el gesto  desobligante, provocador  y ofensivo   del lateral Yulián Gómez a la tribuna, en la celebración del gol. Repudiable  y censurable  acción  en un futbolista,  que  lo aleja cada vez más de la aceptación de la afición  del DIM.

 

Eliminación sin atenuantes.

 Por las razones descritas,  la eliminación en Copa Colombia fue un papelón, un fracaso y una nueva decepción rojas. El DIM subestimó al rival, olvidó su fútbol, se equivocó  de manera protuberante en el banco y en el gramado, tuvo notables fallos defensivos  que aprovechó  el cuadro cucuteño y su falta de definición le pasó una altísima cuenta de cobro.

 

De otro lado, y para infortunio nuestro,  los delanteros  del DIM  siguen sin responder con sus objetivos y funciones. El  Equipo del Pueblo  tiene delanteros, tiene extremos, tiene jugadores veloces, tiene  volumen de ataque, pero  adolece de lo más básico y a la vez lo  más vital: EL GOL.  Hoy por hoy, no hay  en Independiente Medellín un  jugador que marque diferencia, que defina partidos, que sea  un verdadero  y genuino goleador.

 

El  DIM, en definitiva, fue eliminado  por su desaprovechamiento de las ventajas que  traía consigo a este juego de vuelta, por sus múltiples olvidos y errores, igualmente por su  falta de gol.  Anoche, el DIM subestimó al rival   y fue  un  cuadro amnésico,  escaso de carácter  y con poca reacción.  Por tal razón,  el reclamo del técnico Alfredo Arias  respecto de la ubicación  del cancerbero  Mastrolía,  carece de fundamento y de argumento.  La derrota y la eliminación se produjeron por  insuficiencias propias, incluyendo  el lanzamiento  “telegrafiado” del último cobro del penal.
[María Victoria Zapata B.]

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