Capsulas de Carreño

En el 89  se rompió el sueño.

Otra copa que se escapó de las manos del DIM. Foto @Dimayor.com.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

 

No bastaron los goles de Joaquín Varela al minuto 13, ni de Edwuin Cetré, al 55, tampoco el 2-0  que marcaba la pizarra a pocos minutos de la finalización del partido,  y que  cerraría con  broche de oro una  excelente campaña del Deportivo Independiente Medellín, tanto en la fase clasificatoria como en cuadrangulares.

 

Porque la anotación de Vladimir Hernández, al minuto 89, precedida de  gruesos errores en marca  y defensa,  rompió en pedazos la ilusión. Unos cuantos minutos separaron al DIM de la anhelada séptima estrella. Y dolió  demasiado.  Sigue doliendo, y de qué manera…!!!

 

Hoy, mañana y quien sabe cuantos días más,  muchos hinchas rojos nos seguiremos preguntando que  indujo al técnico Alfredo Arias a  ordenar las sustituciones de Jaime Alvarado por Andrés Ricaurte, de  Diego Moreno por John Palacios y de Brayan León por Luciano Pons, todas  ellas al minuto 82,  que  dieron al traste con el efectivo esquema de juego, pulverizaron el trabajo de contención y rompieron el cerco poderoso, para el  fatídico gol  de Hernández.

 

En cuanto a la lotería de los penales, no deja de ser injusta,  estresante y, en muchos casos, desigual. Por mi parte, no me someto a esa tortura. Bastante hago con recordar aquella  entre Independiente Medellín y Cortuluá,  el 12 de junio de 2016,  con 22 eternos cobros, que le entregó el tiquete a la final al Equipo del Pueblo y, posteriormente, la sexta estrella, precisamente ante Junior.

 

Cero y van ocho.

Lo ocurrido anoche, también nos lleva a preguntarnos  el por  que de tantas finales perdidas en los últimos años:

–  2001  y 2008-2  con América de Cali

– 2012-2 con Millonarios

– 2014-2 con Santa Fe

– 2015-1 con Deportivo Cali

– 2018-2  con Junior

-2022-2 con Deportivo Pereira

-2023-2, nuevamente con Junior.

Algo falta, algo falla y, queda claro que en casos como el de anoche un subtítulo está muy  lejos de premiar una muy  buena campaña  y, por el contrario, obliga  al análisis, la crítica, la detección de los errores cometidos y  la búsqueda de mecanismos que propendan por mayores aciertos en las finales. El hincha del DIM  no merece ni aguanta más subcampeonatos, es una verdad de a puño.

 

Mientras se buscan mecanismos que permitan la conclusión efectiva de un campeonato como este cuyo telón se bajó  anoche, los creyentes poderosos   seguiremos convencidos  que en el actual merecimos muchísimo más que el cupo a Sudamericana que  hoy carece de color, sabor y sazón para nosotros.

 

Esperamos, igualmente, el afianzamiento del trabajo que se adelanta con el cuerpo técnico que encabeza  el estratega uruguayo Alfredo Arias, el respeto por la columna vertebral del equipo, la continuidad   del zaguero Joaquín Varela  y alguna noticia que sirva de paliativo al dolor y decepción que  hoy sentimos.

 

Nada más que decir…
[María Victoria Zapata B.]

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