En el DIM:  Sobró actitud, faltaron  goles.

De estos primeros 90 minutos de la semifinal  de Copa Colombia  quedan la certeza de un buen planteamiento  en el DIM,  ambición,  coraje  y ningún ahorro en transpiración. Lastimosamente al DIM le faltó definición. Foto @DIM_Oficial.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.

Ante Nacional, en el juego de ida de Copa Colombia, al Deportivo Independiente Medellín le sobraron ganas,  transpiración y actitud. También  se evidenciaron los rasgos de mejoría observados en los últimos partidos  y hubo opciones en el arco verde, ayer custodiado por el emblemático David Ospina. Infortunadamente  faltó un cerebro  en mitad de campo, movilidad y definición,  y  por ello el Equipo del Pueblo terminó derrotado, 0-2,  ante su tradicional rival de plaza.

No obstante el empleo del módulo 1-3-4-3 con  el que el DIM  ha encarado sus últimos partidos, y a diferencia de su efectividad  en  los dos juegos  ante Boyacá-Chicó, en cuartos de final, y Jaguares en fecha Liga,  anoche  no fue posible  materializar en goles las opciones  que tuvo el equipo, especialmente en el período complementario. David   Ospina se constituyó en inexpugnable cerrojo verde y se erigió  como la figura del compromiso.

Aparte de la ineficacia  en definición,  a la que “contribuyó” el excelente desempeño  del legendario arquero nacionalista, en este clásico  afloraron  nuevamente la carencia de un genuino armador en el DIM,   lo que repercute de  manera directa en el rendimiento  de los delanteros rojos, y la vulnerabilidad en algunos sectores y/o posiciones del equipo.

Si bien es cierto fútbol del DIM  siguió  dando señales  de mejoría, aunque tardías dado lo avanzados de Liga y Copa Colombia, también lo  es que  las carencias en nómina le impiden mostrar un juego más colectivo y sólido en partidos que, como el de ayer ante Nacional, las exigencias son mucho mayores.

Aunque el  2- 0 a favor del cuadro verde no es determinante, la ventaja es significativa  y  le pondrá  a Independiente Medellín una carga mucho más pesada  para el juego de vuelta, en  el que oficiará como local.  Se requerirán para entonces mucho acompañamiento, mucho fútbol y mucha definición, además de la elevada dosis de corazón y entrega que son característicos de este tipo de partidos.

De estos primeros 90 minutos de la semifinal  de Copa Colombia  quedan la certeza de un buen planteamiento  en el DIM,  ambición,  coraje  y ningún ahorro en transpiración. Lastimosamente al  DIM le faltó definición, le faltaron goles y, fundamentalmente, le sigue faltando nómina.

[María Victoria Zapata B.]

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