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En la Roja vale todo (José Miguélez, La Tercera)

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 24 septiembre, 2015

Por José Miguélez,
La Tercera

*Sampaoli no mira hacia atrás, sólo hacia mañana.

Igual lo que demuestra Sampaoli no es debilidad, sino generosidad. Quitarse importancia personal en beneficio del colectivo que maneja. Convoca lo que cree mejor para la Roja y se olvida de las afrentas pendientes con sus subordinados, de sus gestos groseros y sus malas palabras. Deja a un lado los asuntos del orgullo, incluso el propio, y sólo se ocupa del resultado. Y bueno, Chile es campeón de América. Quizás se trate de una virtud.

Pero la sorprendente redención de Orellana después de su caprichosa y ruidosa renuncia a la lista previa para la Copa América alimenta una vez más la certeza de que en la selección el futbolista tiene licencia para comportarse como le dé la gana. El delito, la indisciplina, el insulto, la ofensa al escudo, los pecados de fuera del campo, están consentidos siempre que sobre la cancha se albergue la esperanza de un buen rendimiento. Tal vez no es el mejor escenario para demostrarlo, pero al menos en esto Sampaoli es coherente. Paredes, Valdivia, Fuenzalida, Vidal… Orellana confirma una línea, habla de una tendencia. No hay pecado imperdonable.

Maliciosamente valdría deducir que citándolo, Sampaoli concede la razón a Orellana: admite que su procedimiento en junio con él no fue el correcto; ni la versión que dio, sincera. Cabe también interpretar que el DT le ha garantizado minutos (si no, lo mismo Fabián es capaz de plantarse otra vez y no viajar). O simplemente concluir que Sampaoli no mira hacia atrás, sólo hacia mañana. Aunque le deje mal, genere agravios y logre que la selección parezca un despelote.