Capsulas de Carreño

En Tunja: Del sufrimiento a la alegría. Por María Victoria Zapata B.

TUNJA. Andrés Ricaurte se dirige a los hinchas rojos que fueron hasta el estadio La Independencia. Fue la rúbrica del DIM en esa difícil plaza, el segundo gol, el de la victoria. Foto tomada de la página web del DIM.

Por María Victoria Zapata B.

 

¡Que hermosa será la fiesta que nos espera el próximo miércoles en el Atanasio…!!!

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Muy complicado el partido en el estadio La Independencia,  de Tunja, en el primer tiempo  y demasiado meritorio el triunfo  del DIM ante Boyacá-Chicó, en los 45  finales.

La preocupación por un primer tiempo enredado difícil,  dio paso a la desazón  en el minuto 55 por la anotación de  Misael Riascos, después a la tranquilidad por cabezazo de Murillo que empató el partido y, finalmente, a la euforia con el gol de la victoria en tiempo de reposición.

Con ganas, con voluntad, con fútbol  en el período complementario y con un equipo de obreros, el DIM  sumó sus primeros tres puntos en condición de visitante.

Primer tiempo  difícil
Flojo  el comportamiento defensivo de Independiente Medellín  en  el período inicial.  A la carencia de filtro en primera línea de volantes, que facilitó el despliegue ofensivo del cuadro local, se sumaron las ya reconocidas deficiencias por las bandas, que agudizaron la falta de solidez en la zaga roja.  Una y otra vez llegó Boyacá-Chicó a predios de David González y una y otra vez el cancerbero del DIM  se exigió al máximo para evitar la caída de su valla.

Confundido lució el DIM en los  primeros 45 minutos de juego. Obligado a cumplir una doble función- en marca y ataque- el fútbol del volante Andrés Ricaurte perdió  brillo y funcionalidad. De otro lado,   debido a la fuerte presión  que  ejerció el  onceno boyacense en mitad de campo,  el  Medellín intentó, erróneamente, jugar al pelotazo y fue absorbido por el sistema táctico  local. Careció  de  manejo  e  ideas en zona medular   y de   opciones de gol en los primeros 45 minutos. Tan solo una  de Germán Cano, al 34, que sacó de la raya el defensor Jordy Monroy.

Sin concesiones
Sacudido de la marca férrea, de la presión y  de la poca tenencia del balón,  Independiente Medellín  recuperó  balón y terreno en mitad de campo, permeó el sistema táctico local  y se volcó en un fútbol ofensivo en el período complementario.  Fue, sin embargo, el Boyacá-Chicó, el encargado  de abrir el marcador, al minuto 55, con en una acción en la que la zaga roja pecó por su pasividad.

El 0-1 no amilanó al DIM. Por el contrario,  buscó  con más insistencia el arco de  Sergio Avellaneda y logró 7 minutos después la paridad,  en  un cabezazo del zaguero  Jesús  David Murillo.  Con los relevos de  Yairo Moreno y Juan Fernando Caicedo por Rodín Quiñones y Leonardo Castro,respectivamente,   ambos al minuto 70, y de Germán Cano por John Edison Hernández, al 80,  el  técnico Ismael Rescalvo  no solo oxigenó el equipo sino que  le dio más  libertad de acción a Andrés Ricaurte y mayor vocación de ataque al DIM.

No bajó la guardia el Medellín. Tampoco cesó en su búsqueda del gol vencedor… Una jugada  colectiva en tiempo de reposición, (minuto 90 +1)  en la que intervinieron Mauricio Gómez, Leonardo Castro y, finalmente, Andrés Ricaurte,  le entregó el segundo triunfo consecutivo del  torneo  al Deportivo Independiente Medellín y  le permitió  conservar el liderato en la tabla de posiciones. Igualmente le augura una inmejorable asistencia para su duelo del próximo miércoles, un verdadero clásico,  ante Millonarios,  actual campeón de Liga y Superliga.

 

Un DIM  con otro semblante
No obstante las dificultades vistas  en el periodo inicial como  las hace tiempo  detectadas deficiencias defensivas por la carencia  de laterales definidos  y los problemas en marca en mitad de campo,  generados por  la ausencia, por sanción,  de  Didier Moreno en estos dos primeros partidos del campeonato, el DIM modelo 2018 continúa   destacando sus nuevas motivaciones y  su nuevo fútbol

En el aspecto  anímico  se observa una escuadra aguerrida, con objetivos y  sentido de pertenencia, características  extraviadas en  el torneo inmediatamente anterior.

También se percibe una sorprendente  versatilidad en algunos  de los jugadores, entre los que sobresalen Mauricio Gómez y Andrés Ricaurte.  Y  brilla, así mismo,  por su temperamento y precisión en los pases   Daniel Restrepo, un jugador con un estilo de juego  que se asemeja bastante al de John Javier, Choronta, Restrepo,  y  quien hasta ahora ha mostrado ser  un socio  de excepción  para Didier Moreno.

En ese orden de ideas, y teniendo en cuenta que el DIM   adolece de un  10 genuino,   todo parece indicar que la generación de juego  en el actual semestre  recaerá en  Ricaurte, un volante con extraordinaria visión de arco contrario y de mejor desempeño cuando  se ubica en segunda línea de volantes, y en Gómez, un centrocampista que por su técnica y capacidad de sacrificio ya empieza a marcar diferencia en el DIM.

Contamos, igualmente, con jugadores de relevo, lo que se traduce en variantes tácticas y estratégicas para el cuerpo técnico, cuando la situación así lo amerite.

¿Qué faltan  asuntos por corregir? Si.  Faltan,  por ejemplo,  una defensa más sólida, unos  laterales que cumplan con su función  como debe ser  y la definición de  algunas posiciones en mitad de campo, lo que redundará en   una mayor conexión entre medio campo y ataque para  darle, de esa manera,   relevancia a la labor de armado y  al accionar  de  goleadores puros como Germán Cano y Leonardo Castro.

Finalmente,   ganó el DIM en una plaza difícil  como la de Tunja y con un fútbol que sin ser brillante, fue combativo, con  rápidas transiciones de defensa a ataque y, ante todo, efectivo. Pasamos del sufrimiento a la alegría y  vimos un DIM que aunque en construcción continúa mostrando hechos para destacar. Es un triunfo sin concesiones y con un Medellín que  ahorró una sola gota de sudor.

El próximo miércoles nos espera un gran partido en el  Atanasio Giradot.   Que hermoso será  ver   todas las tribunas colmadas de seguidores Poderosos y  todos los rincones del estadio pintados de rojo. Que hermoso será escuchar 40.000 hinchas cantando y alentando sin cesar.  ¡Que hermosa será la fiesta que nos espera…!!!
(María Victoria Zapata B.)

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