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Entre clásicos, cumpleaños del DIM.
- Updated: 12 noviembre, 2024
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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
Tres partidos de gran importancia para el DIM en una semana, dos de ellos ante el Atlético Nacional. El primero de los cuales se jugó ayer en la penúltima fecha clasificatoria de Liga, con la imperiosa necesidad del triunfo pero que concluyó 1-1, y el del partido de vuelta en fase semifinal de Copa Colombia, que tendrá lugar el próximo domingo, en horas de la noche, y en el que Independiente Medellín deberá enfrentar, además, el marcador adverso que también le tiene a las puertas de la eliminación en dicho torneo.
Dos partidos con una carga emocional y deportiva altísima y dos compromisos con fechas de realización muy cercanas entre sí: lunes 11 y domingo 17 de noviembre. Y dentro de dos días, el jueves 14, en la mitad de dos partidos cruciales, la fecha de cierre de la fase todos contra todos, que coincide con la conmemoración de los 111 años de fundación del Deportivo Independiente Medellín, una efemérides que agiganta el rojo corazón del hincha poderoso, ese seguidor fiel e incondicional golpeado una y otra vez y aferrado, hoy, a una esperanza de clasificación tan lejana como efímera.
Un hincha al que se le han arrebatado una a una todas las ilusiones de la temporada, por citar solamente las del presente año, con una eliminación en el primer campeonato 2024 tras la obtención de 29 puntos que “no alcanzaron”, una participación en Copa Sudamericana que se cerró con unos pobres resultados en la llave de cuartos de final ante el argentino Lanús, un recorrido lleno de baches e inconsistencias en la etapa clasificatoria de Liga II y solamente suavizado en la recta final cuando el rezago ya era excesivo y casi imposible de superar, y una última opción en Copa Colombia con un agobiante 0-2 a cuestas.
Será, por todo ello, una conmemoración entre clásicos- el joven ante Envigado y el tradicional con Atlético Nacional- y una fecha especial que viviremos los seguidores rojos desde dos perspectivas diferentes: La primera, inamovible, la de ese amor ardiente, inmortal, sin vacilaciones ni claudicaciones, que se gesta en centro mismo del corazón y que es también devoción, estilo de vida y símbolo de identidad. Un amor que nos enorgullece, nos fortalece y nos arropa siempre el alma con la casaca encarnada que amamos hasta el frenesí.
La otra, ineludible, la de las preguntas, los interrogantes y los cuestionamientos, a quienes actualmente deberían ser los garantes de ese patrimonio inmaterial llamado Deportivo Independiente Medellín, pero que, lastimosamente, no son más que mercaderes del sentimiento y herejes disfrazados de creyentes poderosos. Por eso nos golpean tan duro la interminable cadena de fracasos, la muy extensa lista de desatinos en materia de contrataciones, la venta de jugadores sin apenas haber mostrado su potencial, los recurrentes desmantelamientos del equipo y todas aquellas políticas institucionales que le han negado al DIM, de manera sistemática, sus metas y conquistas deportivas y le han dejado al hincha nada más que frustraciones y desengaños.
Ayer, en el clásico ante Atlético Nacional, vimos un cuadro rojo que mostró el pundonor y sentido de pertenencia que inexplicablemente se ausentaron en las primeras fechas del campeonato, un 1-1 que reflejó combatividad, esfuerzo y ganas pero que poco sirvió al DIM urgido del triunfo, y una afición que, dentro o fuera del estadio, estuvo y estará ahí, con el equipo en lo más profundo el corazón. Una afición que no abandona, que idolatra al DIM y que merece mucho, muchísimo más de lo que ha recibido en estos últimos años, y en este opaco y triste 2024.
Cuando en la búsqueda de las clasificaciones intervienen la calculadora, el azar, terceros en discordia, cruces de resultados y una serie interminable de hechos unidos a un partido y fechas como la de ayer o la última del calendario, que jugará el próximo jueves, ante Envigado F.C, en horario unificado de Liga, es porque el DIM no ha hecho bien la tarea, ya fue objeto de una eliminación y está a escasos milímetros de “sumar” otras dos. Es, en conclusión, un cierre sombrío para la temporada roja en 2024 y justamente en la conmemoración de los 111 años de fundación de nuestro muy amado Equipo del Pueblo.
Ni el DIM ni su hinchada lo merecemos…!!!
(María Victoria Zapata B.)