Capsulas de Carreño

Entre clásicos, cumpleaños del DIM.

El gol de Brayan León no alcanzó frente a Nacional. Cierre sombrío para  la temporada roja  en 2024  y  justamente  en  la conmemoración de los 111 años de fundación del Equipo del Pueblo. Foto @DIM_Oficial.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

 

Tres partidos  de gran importancia  para el DIM  en una semana, dos de ellos  ante el  Atlético Nacional. El primero  de  los cuales se jugó ayer en la penúltima fecha clasificatoria de Liga, con la imperiosa necesidad del triunfo pero que  concluyó 1-1,   y  el del partido de vuelta en fase semifinal de Copa Colombia, que tendrá lugar el próximo domingo, en horas de la  noche,  y  en el que Independiente Medellín deberá enfrentar, además, el marcador adverso que también  le tiene a las puertas de la eliminación en dicho torneo.

 

Dos partidos  con una carga emocional y deportiva altísima  y dos compromisos  con fechas de realización muy cercanas  entre sí: lunes 11 y domingo 17 de noviembre.  Y dentro de dos días, el jueves 14,   en  la mitad de dos partidos cruciales,  la fecha de cierre de la fase todos contra todos, que coincide con   la conmemoración de  los 111 años de fundación del Deportivo Independiente Medellín,  una efemérides que  agiganta  el rojo corazón  del hincha poderoso, ese  seguidor fiel e incondicional  golpeado una y otra vez y aferrado, hoy,  a una esperanza de clasificación tan lejana como efímera.

 

Un hincha al que  se le han arrebatado una a una todas las ilusiones de la temporada, por citar solamente las del presente año,  con una eliminación en el primer campeonato 2024 tras la obtención de 29 puntos que “no alcanzaron”, una participación  en Copa Sudamericana que  se cerró con unos pobres resultados en la llave de cuartos de final ante el argentino Lanús, un recorrido  lleno de baches e inconsistencias en  la  etapa clasificatoria  de Liga II y solamente  suavizado en la recta final cuando el rezago ya  era excesivo y casi imposible de superar, y una última opción en Copa Colombia  con un  agobiante  0-2 a cuestas.

 

Será, por todo ello, una conmemoración entre clásicos- el joven ante Envigado   y el tradicional con Atlético Nacional-  y una fecha especial que viviremos los seguidores rojos desde dos perspectivas  diferentes:  La primera, inamovible, la  de  ese amor   ardiente, inmortal, sin vacilaciones ni claudicaciones, que  se gesta en centro mismo del corazón y que es también   devoción, estilo de vida y símbolo de identidad. Un amor que nos enorgullece, nos fortalece y  nos arropa siempre el alma con la casaca encarnada que amamos hasta el frenesí.

 

La otra, ineludible, la de las preguntas, los interrogantes y los  cuestionamientos, a quienes  actualmente  deberían ser los garantes  de ese patrimonio inmaterial llamado Deportivo Independiente Medellín,  pero que, lastimosamente,   no son más que mercaderes del sentimiento y  herejes disfrazados de creyentes poderosos. Por eso  nos golpean tan duro  la interminable cadena de fracasos, la muy extensa lista de desatinos en materia de contrataciones, la venta de jugadores sin apenas haber mostrado su potencial,  los recurrentes desmantelamientos del equipo y todas aquellas políticas institucionales que le han negado al DIM, de manera sistemática, sus metas y conquistas  deportivas y le han dejado al hincha nada más que frustraciones y desengaños.

 

Ayer, en el clásico ante Atlético  Nacional, vimos  un cuadro rojo que  mostró el pundonor y  sentido de pertenencia que inexplicablemente se ausentaron en las primeras fechas del campeonato, un 1-1 que  reflejó combatividad, esfuerzo y ganas pero   que poco sirvió  al DIM urgido del triunfo,  y una afición que, dentro o fuera del estadio,  estuvo y estará ahí,  con el equipo  en lo más profundo el corazón.  Una afición que no abandona, que idolatra al DIM y que merece mucho, muchísimo más de lo que ha recibido en estos últimos años, y en este opaco  y triste 2024.

 

Cuando en  la búsqueda de las clasificaciones intervienen la calculadora, el azar, terceros en discordia, cruces de resultados  y una serie interminable de hechos  unidos  a un partido y fechas como la de ayer o la última del calendario,  que  jugará  el próximo jueves, ante Envigado F.C, en horario unificado de Liga,  es porque el DIM  no ha hecho bien  la tarea, ya  fue objeto  de una eliminación y está a escasos milímetros  de “sumar”  otras dos. Es, en conclusión, un  cierre sombrío para  la temporada roja  en 2024  y  justamente  en  la conmemoración de los 111 años de fundación de nuestro  muy amado Equipo del Pueblo.

Ni el DIM ni su  hinchada lo merecemos…!!!
(María  Victoria Zapata B.)

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