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Falleció en Barranquilla Chelo Feliciano
- Por Alfredo Carreño
- Actualizado: 16 marzo, 2021

Chelo Feliciano, q.e.p.d.
-La junta directiva de Acord Atlántico lamenta informar que hace unos minutos, en un clínica de Barranquilla, murió el maestro Luis Alberto Feliciano, más conocido como Chelo Feliciano, socio emérito de nuestra entidad, que trabajó en diversos medios periodísticos y fue comentarista principal de Édgar Perea.
Paz en la tumba del maestro Cheo, padre, además, de nuestro socio Hollman Feliciano.
Nuestra solidaridad con Hollman y su familia.
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-Me parecía verlo en el Romelio por toda la pista atlética y en el campo con el SIGER SAY BANK , el micrófono inalámbrico de las transmisiones de Edgar Perea y el campeón diciendo Comenta CHEITO FELICIANO , Que dios lo tenga en su reino.
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P E R F I L zonacero.com
Luis Alberto Feliciano Ruiz, periodista y comentarista de raza
La natural y gradual transformación del mundo ha incidido, por supuesto, en su principal propulsor: el hombre. El tiempo siempre avanza y todos cambiamos, inevitablemente, sostiene la teoría de la variación de un estado a otro, tras largo proceso. Tal proceso es calificado como evolución, misma que con altísima tecnología ha imbuido el sentimiento colectivo, mediante velocísimos sistemas y formatos.
La radio no escapa a ello. Este acreditado medio del cual, que se conozca, aun no se cobra por escucharlo, ha tenido tres procesos: de auge, de estancamiento y de retraso. Ejemplos: Hoy dia se transmite en directo cualquier acontecimiento que esté ocurriendo en el más apartado confín del mundo.
También se ha despersonalizado la actividad en gran porcentaje, al punto de utilizar máquinas robóticas que reemplazan al humano (locutores, periodistas, operadores, transmisoristas) y ha emergido una ola de analistas, sin formación ni capacidad, muchos especializados en nada, quienes prejuzgan, juzgan y condenan a más de medio mundo.
Este preámbulo nostálgico, no quejumbroso, fue inspirado en un personaje amante de la radio bien hecha, de respeto y decencia y con criterio pedagógico: Luis Alberto Feliciano Ruiz, locutor profesional, periodista, comentarista y reportero, con énfasis en fútbol.
Feliciano nació en el tradicional y auténtico barrio de San Roque, en Barranquilla, en agosto 7 de 1940. Cursó bachillerato en el Colegio San Francisco y Economía en la Universidad del Atlántico.
Alternó sus estudios superiores con la radio y el periodismo, al iniciarse como locutor de planta de La Voz de la Patria, cuando obtuvo la respectiva y obligatoria licencia del Ministerio de Comunicaciones. Allí, en “la emisora de la tonalidad perfecta y la música nuevecita” le colaboraba a Tomás Barraza en un programa de cabina y Edgar Perea, quien alboreaba como narrador deportivo en la misma estación, lo invita a hacer parte de su grupo de transmisión desde el Romelio Martínez, fortín del Atlético Junior que reaparecía en el torneo futbolero en ese año 66.
Los acertados y pimentosos comentarios de Luis Alberto convencieron a Perea y a la audiencia. Para la época había despuntado como cantante salsero y bolerista el boricua José (Cheo) Feliciano, por lo que Perea asoció el nombre de su comentarista con el del malogrado vocalista ponceño y comenzó a nombrarlo así. A partir de entonces el primer comentarista que tuvo el narrador fue y es conocido como Cheo Feliciano.
Brillante en el análisis, de clara imaginación, Cheo Feliciano veía bien el futbol y, por ende, lo comentaba bien. También lo jugó de manera destacada. Casi siempre lo hacía como marcador izquierdo. No llegó al profesionalismo pero lo practicó a niveles intercolegial, juvenil y recreativo. Hizo parte del equipo Los Amigos, organizado por Fabio Poveda Márquez y conformado por exjugadores, viejas glorias del balompié nacional, grupo que viajaba por muchos lugares del Caribe Colombiano a recrear a los aficionados de la Comarca Costeña. En ese equipo Cheo era titular inmancable.
Durante varias temporadas acompañó a Perea en sus transmisiones en los distintos estadios de Colombia y Suramérica, para reseñar la participación del Junior o de la Selección Colombia.
Los primeros puntos de su agenda diaria eran actualización y capacitación: el reglamento del fútbol estaba a la orden en su vademécum y hacía presencia física en cuanto congresillo, foro, seminario o conferencia que hubiera sobre fútbol u otras disciplinas deportivas. En esa misión estuvo en Cuba, igualmente. Estaba al día en los temas de la Economía e hizo parte de la administración pública como Contador del Hospital de Barranquilla, directivo de Coldeportes y Secretario de la Notaría 4ª. de Barranquilla, bajo responsabilidad del abogado Carlos Peña Torres, expresidente de la Liga de Fútbol del Atlántico.
Desvinculado del grupo de Perea, también trabajó en Caracol-Barranquilla, Radio Libertad, Emisora Atlántico, Emisoras ABC, Emisora Riomar, Radio Universal y RCN, al lado, nuevamente de Perea. Ahí formó un tridente de opinión, conjuntamente con Gustavo González Hans (fallecido) y Joao Herrera Iranzo. Corría 1.976.
A Feliciano no le apeteció abandonar a su natal Barranquilla para trabajar en otras plazas, pese a tentadoras ofertas. Pero fue corresponsal de diferentes medios nacionales, tanto escritos como orales. Sus comentarios siempre fueron directos, respetuosos y ejemplarizantes.
Al medio radial al que anclaba llevaba consigo el puntilloso segmento Corre la bola, en el que irónica y mordazmente trataba y criticaba de manera minuciosa situaciones puntuales ocurridas en el Junior, en el deporte en general e incluía menciones, también, a problemas latentes de la ciudad.
Cheo Feliciano: magnífica persona, con afán de servicio a sus jóvenes colegas, principalmente, a quienes no escatimaba consejos, actuaba de manera espontánea y sin mezquindad. Les martillaba en la necesidad y obligación de leer los reglamentos del deporte a comentar.
Sus anécdotas y salidas graciosas son populares y su acritud, sarcasmos y sátiras son de antología, bajo un estilo coloquialmente conocido como «bajador de caña». Una que lo pinta de cuerpo entero sucedió en 1971 al calor de un partido amistoso nocturno en el Romelio Martínez que jugaron Junior y Alianza Lima del Perú, del cual hacía parte el genial Teófilo Cubillas, en aquellos tiempos señalado como el sucesor de Pelé. El crack inca roba el balón a Joaquín Pardo en el medio campo y avanza hacia el arco juniorista eludiendo rivales, seis en total, incluyendo al arquero Heriberto Solís y anota lo que fue catalogado como el mejor gol anotado en ese estadio. El público deliró, aplaudió frenéticamente y reverenció a Cubillas. Vinieron los comentarios sobre la jugada y Cheo opinó: «Fue bonito el gol del peruano, pero los he visto mejores. En el Estadio Moderno todos los domingos los hace Don Roque (David González) el mejor futbolista que ha dado el departamento del Atlántico».
Feliciano, genio y figura: Visto por el colegaje
El buen narrador y comentarista barranquillero Manuel Ramírez Santana, conocido también como Mannyx, valora la influencia que en él tuvo Feliciano Ruiz para su formación profesional y, aún mejor, en varias ocasiones lo acompañó en sus transmisiones, hecho que agigantó su admiración y respeto por Cheo.
(Fuente: zonacero.com)
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