Capsulas de Carreño

Falleció Horacio Gil Ochoa, referente del periodismo gráfico deportivo

Horacio nació en Barbosa (Antioquia) y contaba con 88 años de edad, de los cuales dedicó algo más de medio siglo a la fotografía no solo deportiva sino igualmente social, política y empresarial en los más importantes medios de comunicación locales y nacionales como El Colombiano, El Tiempo, Occidente, El Periódico, Deporte Gráfico, Nuevo Estadio, Vea Deportes, El Correo y la REVISTA MUNDO CICLISTICO.

Su cámara y lentes así como su pluma -escribía una columna que se titulaba VISOR- estuvieron presentes en 20 vueltas a Colombia e igual número de Clásicos RCN, además de numerosos eventos de tipo olímpico incluidos los de México 68, además de Vueltas a México, Guatemala, Táchira, Tour del Avenir, Premio Guillermo Tell, Dauphiné Liberé y varios Campeonatos Mundiales de Ciclismo.

Su legado profesional reposa en la biblioteca Pública Piloto de Medellín y escribió varios libros sobre el ciclismo entre los que se destacan “Mi bicicleta, mi cámara y yo”, así como una biografía sobre Martín Cochise Rodríguez, su ídolo, que tiene por título “Cochise, Campeón de la bicicleta y de la vida”.

La suya fue una vida personal y profesional donde la concepción filosófica de su trabajo así como del deporte y la existencia  fueron sus pilares. Entendió siempre la vida como una carrera por etapas de la cual hicieron parte la alegría y la tristeza, el entusiasmo y la curiosidad, además de la superación, dolor, cariño, solidaridad y amor por su entorno familiar y amistoso.

Horacio Gil Ochoa fue un hombre cuya vida transcurrió por Antioquia, Colombia y el mundo, en la búsqueda no solo del la mejor fotografía, sino del mensaje y contenido de la misma, convirtiéndose en un artista de la fotografía, valiéndose de su maletín cargado al hombro con las cámaras- sus inseparables compañeras-, que fueron testigos y cómplices mudos de su pasión y enamoramiento del deporte en general y del ciclismo en particular, así como de su adoración por el hombre o la mujer que han tripulado una bicicleta.

Quienes tuvimos la fortuna de conocerlo y de seguir su ejemplo así como de disfrutar de su trabajo en MUNDO CICLISTICO, sabemos que hemos perdido a un operario de las caravanas ciclísticas y un formidable personaje al que hoy rendimos en medio de la tristeza, sincero homenaje y gratitud .

Horacio Gil Ochoa nos deja el recuerdo de su amistad, la cercanía a su familia integrada por Juan Felipe su hijo, Lilian su nuera y sus nietos Ricardo y Raquel a quienes hoy acompañamos en su dolor  ante la irreparable pérdida de quien escribió en su libro, como epílogo, la frase que siempre estará en nuestra memoria: “…..Y SIGO MONTANDO EN BICICLETA PARA QUE CUANDO LA MUERTE LLEGUE ME ENCUENTRE EN FORMA”.
(Fuente: Héctor Urrego, director revista Mundo Ciclístico)

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