Capsulas de Carreño

Fútbol del DIM: ¡¡¡… Esto ya es el colmo…!!!

Para Itagüí Leones el empate fue ganancia en el estreno del exrojo Luis Amaranto Perea. Para el DIM son 4 encuentros sin ganar. Foto Alfonso Ramìrez Jaramillo en Cápsulas.

Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas

Ya se agotaron todas las disculpas, si es que  alguna vez las hubo. Y se agotaron, también, todos los análisis  para un equipo que no solo no juega a nada  sino que perdió hasta  su  combatividad y coraje.

No hay derecho a tanta  pasividad,  a tanta mezquindad, a tanta mediocridad, a una presentación tan lánguida como la del Deportivo Independiente Medellín  esta tarde, ante  Leones de Itagüí.

Es que el fútbol del DIM es patético. Con una zaga  inoperante, un medio campo inexistente y un ataque que depende de un todo y por todo de la vena goleadora del capitán Germán Cano, cualquier  rival, grande o pequeño, le pasa fácilmente por encima.

Sin argumentos  en ataque, sin la más elemental solvencia defensiva, sin generación de juego y sin filtros en mitad de campo,  así luce hoy el DIM modelo 2018, el DIM  de don Raul Giraldo, el DIM que olvidó lo que es una victoria, el DIM   que cada vez cae más bajo  debido a sus múltiples carencias deportivas y, fundamentalmente,  por la ausencia de un verdadero timonel en su administración.

Duele muchísimo  observar el  bajísimo nivel de jugadores como Javier Calle, Jesús David Murillo, Luis Luna,  Yulián Anchico, William Parra (sustituto de Luna, al minuto 46) y Elvis Mosquera,  por mencionar solo los que estuvieron en el gramado del Atanasio Girardot  esta tarde. En el banco de suplentes la situación  es aún más grave.

Aflige  demasiado ver a Andrés  Ricaurte y Leonardo  Castro venidos a menos  por cuenta de un  experimento tan inútil como improcedente y  entristece,  en grado superlativo,  ver a un jugador de las calidades de Germán Cano en la terrible orfandad en la que hoy se encuentra.

Infortunadamente, cada partido de Independiente Medellín se encarga de ratificarnos lo que los hinchas sabíamos antes de la  iniciación de la Liga Águila II del presente año y que olvidamos momentáneamente  por las buenas presentaciones ante Millonarios y Deportivo Cali: Que NO tenemos nómina., ni dirigentes, ni presidente, ni nada de nada. Y cada partido  nos  señala, igualmente,  el peligroso retroceso del equipo en todos sus ámbitos.

Porque ni  la muy leve mejoría del DIM  en el período complementario, ni el gol del gladiador Cano,  que empató el juego al minuto 69,  ocultan la realidad de un Medellín que hace rato perdió su brújula  administrativa y ahora carece también de norte deportivo y motivacional.  Ese Medellín que a pasos agigantados se dirige hacia un abismo similar al de las nefastas eras Castillo y Osorio Ciro y ese mismo Medellín que hoy nos pide a gritos,  a todos sus  hinchas, que nos unamos, nos movilicemos y emprendamos nuevamente una cruzada por su salvación, recuperación y posicionamiento.

Ya solo sumamos tristezas.

Y rabia e impotencia y desengaños.

No hay justificación para  el 1-1 con aquella manida frase de “por lo menos empatamos”, por cuanto éramos locales, estábamos obligados a ganar, a mejorar en el fútbol y a mostrar algo más que la pobreza franciscana que caracteriza al equipo desde  aquella última y pírrica victoria  ante Águilas de Rionegro, el pasado 19 de agosto.

Ante Leones, ni ganamos, ni mejoramos en el fútbol. Por el contrario se  agudizaron las limitaciones  y las desmotivaciones, ésta últimas tanto en el gramado como en la tribuna.

Con unas tribunas semivacías, una escuadra que no llena el alma ni la retina,  muy pocos   abonados frente al  elevado número de hinchas  cuyo ingreso  a occidental baja se efectúa con  pases de cortesía,  el presente del Deportivo Independiente Medellín es sombrío, su futuro es incierto y su fútbol actual  es patético.

Lo que hoy vivimos, sentimos y sufrimos los hinchas rojos en el  Atanasio Girardot, fue mucho más que dolor, indignación y desilusión. Fue un capítulo más del desdén administrativo,  otro paso hacia el despeñadero y  otra porción de sueños que se tira a la basura.

La presentación de esta tarde en el estadio fue la recordación de pesadillas y épocas que queremos olvidar.

La presentación de esta tarde fue EL COLMO  de la incapacidad, la frustración y la desesperanza.
(María Victoria Zapata B.)

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