Capsulas de Carreño

Fútbol fariseo.. Por Esteban Jaramillo Osorio.

Por Esteban Jaramillo Osorio.

 

*No olvides que los valores para la competencia, pasan por otros aspectos trascendentales. No es como me peino sino cómo me conduzco.

 

Azota “bolillo” Gómez a los futbolistas jóvenes, porque sin ganar algo, piensan  en la cosmética y en la vida excéntrica y frívola. Muchos de ellos trazan rayas geométricas en sus cabezas, pintan sus cabellos, compran lujosos carros o se regodean  entre chicas bellas. Saltan de salones de belleza y discotecas, a las canchas de competencia.

Pasa por alto “Bolillo”,  que fue plácida su infancia, sin necesidades apremiantes, que en su juventud no hubo relación con la pobreza como centenares de futbolistas, famosos en la actualidad, hijos del hambre y la necesidad. Forjados en medio de privaciones, en los cordones de miseria de pueblos y ciudades, entre ladrones, marihuaneros, atracadores, al lado de borrachos, infieles y sicarios. Ellos lo han confesado.

Que vieron  llegar la muerte y escaparon de ella, asociados con la pelota, en su afán de reivindicación frente a la sociedad, que los rechazó.

Por eso sus picardías y pericias para jugar, porque desde niños supieron en los potreros, en las calles y en las canchas polvorientas o empantanadas de los barrios, lo que es el engaño (la gambeta), y el gol, como cuenta de cobro.

James creció sin padre, solo con una madre de hierro. Lo mismo Cristiano Ronaldo, hijo de un hombre pobre. borracho y drogadicto. El Tino lavaba carros, Gabriel Jesús limpiaba calles, Cuadrado se crió entre vendetas mafiosas y limpiezas sociales y Amaranto Perea vendía frutas.

Poco saben Bolillo y otros técnicos, con sus rigurosos y estrafalarios códigos, lo que es la rebeldía  con causas, y lo que son las revanchas, porque vivieron, muchos de los futbolistas famosos, en economías miserables.

Proliferan los entrenadores, con la idea de que para ser jugador de fútbol hay que ser malo, tener mucho de gamín, pegarle al rival sin asco, lanzarse al piso fingiendo una falta para ganar tiempo y hasta insultar para desquiciar un árbitro?

No, no, no, Bolillo…, no les pegues a los chicos…,enséñales. Mucho puedes transmitir desde tu experiencia pero no les arrebates las libertades que los reivindican, por excéntricas que sean. Nunca supiste lo que es el hambre.

No olvides que los valores para la competencia, pasan por otros aspectos trascendentales. No es como me peino sino cómo me conduzco. No es  exhibirme con mujeres voluptuosas , sino respetarlas. No es tener un coche fino, sino conducirlo con respeto.
(EJO)

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *