Capsulas de Carreño

Ganó el sí. (Jorge Iván Londoño Maya)

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Por Jorge Iván Londoño Maya

 

*Que se venga Cerro Porteño, que acá, al igual que a otros otros equipos que nos han visitado, les tenemos como actividad turística, subirlos  al cerro de Las TRES Cruces.

De acuerdo con mi parecer, Nacional jugó el primer tiempo sin jugar jugando. Casi que con el cero pegado en la frente de los once jugadores, idea corroborada por lo parsimonioso de su juego, por las entregas, que no fueron malas sino horribles, por unos pelotazos perfectos…pero para los recogebolas y por solamente dos o tres llegadas al arco, siendo la más clara la desperdiciada por Guerra, suficiente, creo yo, para que la tribuna saliera del letargo con el madrazo a coro, no por el ejecutante sino por la jugada. Coritiba se alzó con el botín del primer tiempo, gracias al estupendo gol de tiro libre, ejecutado por el venezolano González, quien hizo gala de sus atributos brasileros en esta clase de jugada.

 

Para el segundo tiempo, y no es primera vez que ocurre,  Nacional le apostó al SI. Si al juego colectivo, si a mejores entregas, si a los desbordes de Ibargüen, por fin vimos al que jugaba en el Tolima, si a demostrar cuál es el campeón de esta parte del continente y si a hacer valer su condición de local y de paso hacer respetar a los asistentes, que a esa hora desempacaban los plásticos por el amago de lluvia.

 

Y todos esos si condujeron a la lógica aparición de su majestad el gol, tres dianas logradas por Borja en un lapso de 24 minutos, siendo la segunda la obra maestra, propia de artistas como Miguel Ángel. Una escultural tijereta “borjada” en el aire que nos dejó a todos boquiabiertos, pero mucho más a los narradores, quienes tuvieron que extender su gooooooooooooooool más de lo acostumbrado. ¡Apague y vámonos!.

 

A pesar de los tres goles de ventaja (cuatro en el global) Nacional siguió fiel a su libreto de agradar a la tribuna y de buscar ampliar aún más la ventaja, pero Wilson hizo su aporte para que esto no sucediera. Fue un segundo tiempo de éxtasis para la tribuna y para nosotros los telesofá. Fue el rescate de aquel equipo arrasador de los inicios de la Libertadores.

 

Coritiba, que esta vez no tuvo el árbitro a su favor como en el partido anterior, y que fue menos recio en la marca, gracias a la muy buena conducción arbitral, entendió que al frente tuvo no solo al mejor equipo, sino a uno de los técnicos nominados al Balón de Oro como el mejor entrenador

 

Que se venga Cerro Porteño, que acá, al igual que a otros otros equipos que nos han visitado, les tenemos como actividad turística, subirlos  al cerro de Las TRES Cruces.

 

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