Capsulas de Carreño

¡GRACIAS COLOMBIA!

Por Luis Felipe Gómez Isaza.
Columnista Cápsulas.

 

 

En Trogir, Croacia, estábamos apostados algo más de 10 o 12 colombianos y unos 4 o 5 meseros croatas que con su mal español apoyaban la nueva era del fútbol en el mundo, la selección de Colombia.

Había también por supuesto una perdida Argentina que muy callada ante unos ilusionados hinchas colombianos apostaba para que su selección siempre gloriosa y en primeras planas pudiera continuar reinando en el mundo.

Como había escrito en una columna anterior “Colombia así  en MAYÚSCULAS”  era nuestro momento y aun sigo creyendo que es nuestro momento. Estamos en presencia de una generación de futbolistas colombianos, no solamente de élite sino también con  una consciencia del profesionalismo a carta cabal, formados en las mas altas escuelas y clubes de Europa y del mundo.

Los futbolistas colombianos  con su riqueza técnica han apostado a la preparación física y al  mantenerse actualizados en lo que es el fútbol mundial. Así que no solamente una gran dosis de riqueza individual sino también colectiva se aprecia en el conjunto colombiano. Creo sin lugar a dudas que el único que no atendió adecuadamente la cita fue el guajiro Luis Díaz quien, o por demasiado marcaje o por temor a la escena mediática y al alto protagonismo no pudo reivindicar  las glorias a las cuales nos tiene acostumbradas en el Liverpool inglés.

Desde su arquero, su técnico, sus suplentes y todos a excepción de Díaz en realidad los jugadores cumplieron. James demostró que ante comentarios negativos y de una visión mediática y cortoplacista es el jugador insignia que en este momento porta los mejores lauros del fútbol colombiano a pesar de que Pibe Valderrama , Asprilla y otras gloriosas figuras también apostaron en su momento por ser estandartes.

De hecho nuestros compañeros croatas preguntaban por ellos  y por el arquero René Higuita. En Croacia la gente es de fútbol y en realidad admiran y querían que el equipo colombiano se vistiera de gloria como en repetidas ocasiones lo habían hecho ellos y por supuesto el fútbol que teníamos en frente, el argentino.

Solamente me queda por escribir y plasmar la felicidad que se siente de ver una selección que juega un fútbol rico no solamente técnico sino físico como el que juega en conjunto y que en realidad dejó atrás egos y meloserías para brindar ante el mundo una invitación a ser parte de la  élite del fútbol.

¡GRACIAS MUCHACHOS, GRACIAS Colombia!.

Compartir:

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *