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Héctor Negro, poeta popular y futbolero
- Updated: 9 abril, 2021
Por John Cardona Arteaga.
Profesor Universidad de Antioquia.
Expresidente del Deportivo Independiente Medellín -DIM

.
La sensibilidad de los poetas no se encuentra desligada de su entusiasmo por el deporte, en particular el fútbol. Ya hemos hablado en pasadas crónicas de la pasión futbolera
de muchos de ellos y, en especial, de su apego por el club de sus preferencias. Van algunos ejemplos de letrados que han dedicado su inspiración a sus ídolos y casacas: Rafael Alberti, Gunter Grass, Miguel Hernández, Camilo José Cela, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Juan Gelman, Roberto Santoro, Horacio Salas, Julián Centeya, Héctor Gagliardi y Homero Manzi; en Colombia podemos mencionar a Federico Díaz-Granados, Fernando Escobar, Ramón Cote, Darío Jaramillo, Juan Manuel Roca y Juan Diego Mejía.
Seguir al club preferido en el estadio o en la TV y vibrar con las jugadas de sus ídolos no es incompatible con la vocación y vena poética. Horacio Salas, destacado hombre de letras argentino, recientemente fallecido en Buenos Aires, decía en una entrevista que para él no era contradictorio asistir a la Bombonera a un partido de Boca Juniors con un libro de poemas de Borges debajo del brazo. Si el poeta grita en las gradas o frente a una pantalla es porque siente y manifiesta sus afectos. De igual manera el bardo traslada sus emociones al texto para comunicarse con sus lectores.
También en estas disquisiciones hemos encontrado algunos casos de deportistas que, tras su experiencia competitiva en la cancha, han trasladado con su lírica propia las reflexiones desde su rol como escritores. Citamos los casos de Américo Tesorieri, Jorge Valdano y Enrique Ernesto Wolff, más reconocido como Quique Wolff en el ambiente deportivo. De este último citamos un extracto de su Poema al Fútbol:
“¿Cómo vas a saber lo que es el amor?
Si nunca te hiciste hincha de un club
¿Cómo vas a saber lo que es el dolor?
Si jamás un zaguero te rompió la tibia y el peroné
y estuviste en una barrera y la pelota te pegó justo ahí…
¿Cómo vas a saber lo que es el placer?
Si nunca diste una vuelta olímpica de visitante
¿Cómo vas a saber lo que es el cariño?
Si nunca la acariciaste de chanfle
entrándole con el revés del pie
para dejarla jadeando bajo la red…
¿Cómo vas a saber lo que es la poesía?
Si jamás tiraste una gambeta
¿Cómo vas a saber lo que es la humillación?
Si jamás te metieron un caño…”
https://www.fanbolero.com/2015/09/poema-al-futbol-de-quique-wolff/
Culminamos la introducción a esta Cápsula destacando en esta sincronía entre poesía y fútbol a varios clubes que deben su nombre a destacados poetas y escritores de nuestros países como Universidad César Vallejo, Fútbol Club Melgar y Real Atlético Garcilaso en Perú, Centro Deportivo Olmedo en Ecuador y el Club Atlético Sarmiento de Junín de Argentina.

Héctor Negro
Queremos en esta oportunidad resaltar la obra y manifestación en torno al fútbol de un gran poeta y letrista popular argentino, presente en el tango y en sus letras. Se trata de Ismael Héctor Varela (1934-2015), más conocido en el ambiente cultural bajo el seudónimo de Héctor Negro. En él se consagran los sentimientos vinculados a la poesía, el fútbol y el tango, como unidad indisoluble. Recomendamos leer la semblanza que de él hace don José Gobelo en todotango.com.
https://www.todotango.com/creadores/biografia/664/Hector-Negro/
Héctor Negro fue miembro de la Academia Nacional del Tango y de la Academia Porteña del Lunfardo y conferencista en múltiples certámenes relativos a la canción ciudadana. Fue ganador de varios premios sobre música y poesía y consagrado como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Con motivo de su muerte, el diario Clarín reconoció sus aportes al tango en el siguiente texto:
“Poeta de profunda sensibilidad y afinada expresión, formó parte, junto a Horacio Ferrer y Eladia Blázquez, de “la plana mayor de la cancionística porteña en los umbrales del nuevo siglo”, como señaló el ensayista José Gobello en el libro Tangos, letras y letristas. Le supo escribir a Gardel, a Julio Sosa, a las milongas de barrio y a los mitos atesorados entre las mesas del café Tortoni. “Viejo Tortoni. En tu color/ están Quinquela y el poema de Tuñón. / Y el tango aquel de Filiberto, / como vos, no ha muerto, / vive sin decir adiós.” La obra letrística de Negro abarca cerca de doscientos tangos grabados en el país y en el exterior por figuras como Osvaldo Pugliese, Susana Rinaldi, Osvaldo Arana y Rubén Juárez. Publicó una veintena de libros, entre los que pueden mencionarse los poemarios Bandoneón de papel (1957), Luz de todos (1965) y Para cantarle a mi gente (1971).”
https://www.clarin.com/musica/murio-hector-negro-poesia-luto_0_BJmmWXYwQl.html
Sobre su vínculo poético con el fútbol queremos hacer especial referencia a un libro de su autoría, que recomendamos leer, titulado el lenguaje y la poesía del fútbol, Ediciones Corregidor, Buenos Aires,2005.
El contenido del texto es francamente llamativo en cuanto aborda sus recuerdos y afanes para consolidarse como poeta y protagonista aficionado en sus primeros pasos literarios, acudiendo al fervor que se desprende de sus actuaciones en el potrero o el baldío, para convertirse luego en protagonista del propio juego como hincha alentador del fútbol, de sus ídolos y de las hazañas de su entrañable CA Independiente. Sus versos brotan del sentimiento y de la propuesta social que ordena su vida.
Dice Negro en su libro: “…Pero de esa poesía no hay que hablar, hay que hacer que ella se exprese por sí misma, que cobre existencia propia y se meta por los caminos de la percepción estética y de la sensibilidad emotiva y despierta. Esa poesía tiene su propio espacio, su propia vida. Y entrevera en un fecundo amasijo distintos lenguajes a los que no se cierra permitiendo y necesitando que la exalten. Entre ellos, el lenguaje del fútbol, al cual si hay que darle un espacio para manifestarse., explicarse y hacerse familiar aún hasta con quienes no suelen frecuentar su trajinado y fascinante mundo…”
Sostiene Negro, después de su inicial reflexión, que existe en el fútbol un lenguaje “formado por conceptos, frases, definiciones (algunas metafóricas), calificaciones, descalificaciones, que forman parte de una suerte de jerga, sobreentendidos y modismos, que, por lo general, manejan, entienden y hasta llegan a dominar los aficionados y protagonistas que integran el “mundillo” del popular deporte”. Bajo esta justificación dedica un espacio a palabras y frases involucradas en el lenguaje futbolero y a otras consideraciones sobre el mismo.
En cuanto a la poesía del fútbol, a la cual dedica la mayor parte del libro, constituye un compendio de los versos publicados en revistas deportivas y en libros del autor, difundidos en espacios radiales principalmente por los periodistas Víctor Hugo Morales y Alejandro Apo.
Los títulos de los poemas publicados son una clara referencia a su contenido: La pelota, Ranchito junto a la cancha, Retorno al baldío, Fútbol, River-Boca, ¡Gol! (Génesis del grito), Canto al gol, Gracias Arsenio (dedicado a Arsenio Erico), Elegía a la vieja cancha de San Lorenzo (dedicado al viejo Gasómetro), Plegaria futbolera, La cancha era otra cosa (dedicado a la vieja cancha de Platense), Diez estrofas para un diez (para Ricardo Bochini), Versos para Maradona (a Diego Armando), Independiente Campeón (tras el épico logro contra Talleres de Córdoba en 1977), Fiesta de “la de cuero “en banda roja(elegía a la Máquina de River), Juega el Bocha(a Bochini), La última película.
Para orientar nuestro homenaje futbolístico a este gran poeta popular escucharemos dos de sus poemas citados:
La pelota en la lectura de Alejandro Apo, destacado periodista deportivo argentino.
https://www.youtube.com/watch?v=DKK6JaH2wEY
Versos para Maradona en la voz de Hernán Castro Balbi leído en Radio La Redonda
https://www.youtube.com/watch?v=nM63jTlbLqc
Negro desde el tablón
Uno de los poemas que publicado en el libro que comentamos lleva por título Desde el tablón, el cual se convirtió en un tango, gracias al concurso musical de Osvaldo Avena. Se trata de una reflexión futbolera a manera de añoranza por las vivencias de un pasado que se reclama.
Así escribe el amigo y colaborador de estas columnas José María Otero en su blog Tangos al bardo, para referirse al poeta y letrista.
“En aquella Buenos Aires de los años cuarenta y cincuenta, el fútbol y el tango, eran la aguja que nos picaba y nos inyectaba vitaminas espirituales. Aquellas experiencias emocionales componían una especie de sinfonía del universo. Y la radio, la pista de baile, el tablón de la cancha, sí, eran fogonazos de vida que surgían del sentimiento más profundo, con su maciza identidad.
El poeta Héctor Negro, hincha de Independiente, desgrana su sensibilidad poética, oteando las costumbres suyas y de tantos seguidores pasionales que saltaron, vibran, gritaron, corean, en ese contenedor tribunero que los cobijaba y los convoca como embrujados, con estos versos que le brotan del cuore.
El cantor Carlos Varela, también hincha de los diablos rojos, como Negro, fue amigo suyo y grabó varios temas de Negro. Lo definía así:
–Negro es un poeta social que señala los problemas pero que no se queda en la queja, ya que su poesía siempre tiene un mensaje positivo, superador y de esperanza. No apela a la melancolía o la nostalgia. Su poesía es colectiva, nunca habla de una sola persona. Si Negro hubiera vivido en la época dorada del tango, estaría en ese podio de los grandes poetas, pero el hecho de haberle tocado estar en los 60 lo dimensiona como un salvador de la poesía del género.”
Recomendamos la lectura completa en:
http://tangosalbardo.blogspot.com/2019/09/desde-el-tablon.html
Acompañados del cantor Carlos Varela, quien ha realizado un profundo trabajo sobre la poesía y las letras de Negro convertidas en tango, tenemos previsto un homenaje radial que anunciaremos próximamente.
A su vez, el colega y amigo Carlos Federico Torres, con quien hemos compartido jornadas académicas en la República Argentina, en su libro Gente de tango: Tomo 2, anota sobre la temática que nos ocupa:
“La poesía de Negro relata los sueños frustrados de tantos argentinos que han querido llegar a los primeros planos del fútbol nacional y que debieron conformarse con observar el espectáculo futbolero desde los viejos tablones que hasta esa época identificaban a muchos de los estadios de Buenos Aires y del interior del país.
Este último tango oficiaba como cortina musical de un programa irradiado por Canal 11 titulado Polémica en el fútbol, utilizándose a tal fin la grabación que en ese mismo año y con esa finalidad efectuó el cantor Hugo Gabriel con la orquesta del propio compositor de la música para el sello Metrópolis.
Además, Desde el tablón fue grabado por Carlos Moreno como cantor solista para el sello RCA Víctor y por Miguel Montero, también como solista, acompañado, como ocurriera en Bien de abajo, por la orquesta dirigida por Ángel Domínguez en el año 1972.”
Desde el tablón
(1971)
Letra de Héctor Negro
Música de Osvaldo Avena
Llené mi pecho con el aire del potrero.
Le di a la mala con la leña del tablón.
Y fue mi canto un estribillo futbolero.
El primer canto que grité de corazón.
No tuve nunca quien me diera mejor fiesta
que los domingos esperados como el sol.
Y este delirio de seguir mi camiseta
y la alegría reventando cada gol.
Si mi mejor juguete fue redondo.
Y mano a mano, nadie pudo más,
porque al final de cuentas sólo tuve
esa posible forma de ganar.
Mi infancia caminó por aquel cielo,
por tanto barro que debió esquivar.
Y todos los domingos vuelvo y vuelvo,
por el desquite que la vida no me da.
Yo vi los goles que se cuentan a los nietos
y las pifiadas que dan ganas de olvidar.
Rompí el carnet cuarenta veces, eso es cierto,
pero por eso no me han visto desertar.
Porque tuve berretines goleadores
y de este lado del alambre los colgué.
En cada grito voy soltando los mejores
pedazos de alma, que rodando amasijé.
Este tango grabado en 1972 por Miguel Montero con la orquesta de Ángel Domínguez y puede escucharse en el siguiente link:
https://www.youtube.com/watch?v=QHNnndcLvi0
El fútbol es un campo abierto y fértil para las manifestaciones filosóficas, sociológicas, artísticas, literarias, sicológicas y poéticas, más allá de la única y estrecha mirada que tenemos sobre la actividad balompédica, orientada a los resultados de nuestro equipo y al buen juego desplegado por los ejecutantes de una orquesta, muchas veces desafinada, bajo la batuta de su director técnico , con el apoyo y conducción de los responsables de la gestión, en un mundo cada vez más orientado por el mercado y los negocios adheridos a esta popular disciplina deportiva.
Resulta estimulante encontrar las expresiones poéticas asociadas al fútbol, emanadas de un sentimiento genuino que nace del corazón y del afecto por una institución como el caso de Héctor Negro por el CA Independiente o por sus verdaderos ídolos como Arsenio Erico y Ricardo Enrique Bochini, sin que éste escape a la integralidad que involucran otros temas relevantes asociados como su lenguaje, sus elementos o el contexto social en que se inscribe este deporte. En este sentido, las unidades organizacionales de nuestros clubes en encargadas de la proyección y difusión de una cultura asociada al fútbol, tienen un rico filón para el despliegue de estas actividades en beneficio de sus aficionados y grupos de interés de la institución.
(John Cardona Arteaga
Profesor Universidad de Antioquia
Expresidente del Deportivo Independiente Medellín -DIM)
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Medellín, abril de 2021
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José María Otero
10 abril, 2021 at 6:46 am
*Por la crónica de John Cardona sobre Héctor Negro
Justo reconocimiento a un gran poeta del tango y muy futbolero, las dos pasiones porteñas. Hincha de Independiente, casi nada. Lindo recuerdo.
José María Otero, Madrid, periodista
Del editor. Verdadero orgullo para John Cardona, columnista Cápsulas, que sus crónicas de los Viernes del Recuerdo sean exaltadas por personajes del periodismo como José María Otero, periodista ex revista El Gráfico en su mejor versión.
Hincha de Independiente
Madrid