Capsulas de Carreño

¡Ibagué se rindió a los pies del campeón! (El Rincón del Vinotinto)

Por Mario Alejandro Rodríguez,
Ibagué
www.elrincondelvinotinto


La vida premió este domingo a más de 400.000 ibaguereños y tolimenses permitiéndoles celebrar la gesta más grande del fútbol profesional colombiano. O no al mes la que más se recuerde en los últimos 20 o 30 años.

Deportes Tolima, el flamante campeón de la Liga Águila 1 2018, también sacó sus copas. Las exhibió sin pudor alguno y junto con su fiel hinchada, brindó por la gloria.

Esa que es efímera, pero reconfortante. Que hace olvidar por un momento las penas y une tanto a ricos como a pobres. Que nos hace pensar en los que ya no están, alzar la mirada y decirles: ¡Cumplimos!

Las principales calles de Ibagué fueron arrasadas por una marea humana que a su paso solo dejó felicidad. Desde tempranas horas los hinchas se dieron cita en el aeropuerto Perales para recibir al técnico Alberto Gamero y sus muchachos.

No importaba el medio de transporte. Motos, carros, bicicletas, patines y hasta a pie. Lo importante era llegar a la terminal aérea y darles el recibimiento que solo se le puede dar a quienes dejaron todo en pro de dos colores.

Mientras tanto, los jugadores buscaron acomodo en una máquina de bomberosdispuesta por el Municipio, que entendió la magnitud de la fiesta. Que dejó a un lado las diferencias del pasado con Gabriel Camargo Salamanca y le reconoció su conquista.

«Contra todo y contra todos, Tolima es el campeón. Ojalá nos sigan apoyando. Esta vez dos más dos fueron cuatro», expresó Camargo, quien otra vez dejó ver su lado más humano. Ese que genera respeto y admiración, lejos de su carácter explosivo.

Así como en 2003. O en menor medida en 2014. La ciudad se rindió ante el monarca del balompié rentado, ese que enmudeció a más de 45.000 almas a los 93′ con el tanto de Danovis Banguero. Y que las liquidó con el tanto de Marco Pérez, con la ayuda de Álvaro Montero.

«Estamos a paz y salvo. Estábamos en deuda con ustedes con un título y hoy lo pagamos», dijo un emocionado Alberto Gamero, quien se metió para siempre en el corazón de todo un pueblo.

El recorrido de más de 5 kilómetros no podía terminar en otro lugar que no fuera el gramado del Manuel Murillo Toro. En donde comenzó a germinar esa ‘semilla’ que floreció en la antesala de San Juan.

Más de 20.000 espectadores colmaron las graderías, como si de nuevo se estuviera disputando el título. Un domingo diferente a todos los demás.

Qué mejor regalo para un pueblo sufrido, que pese a no tener escenarios deportivos óptimos se da el lujo de sacar campeones, tanto en la rama aficionada como profesional. Que con las uñas planta cara en cualquier circunstancia.

«La verdad nos sentimos muy orgullosos de defender estos colores. Era un sueño individual y grupal darles esta alegría. A los que siempre están ahí, gracias. Nunca perdimos la fe», manifestó el capitán Fáiner Torijano, en medio de lágrimas.

Ahora el plantel de jugadores y cuerpo técnico disfrutarán de tres semanas de descanso, antes de retomar labores con miras a defender su corona. Bien merecido se lo tienen.
(Fuente: www.elrincondelvinotinto)

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