Capsulas de Carreño

La Colombia de Queiroz.. Por Hugo Illera, Diario Deportes

Por Hugo Illera, Diario Deportes

*Me dejó buen sabor la Colombia de Queiroz vs. Brasil. Hay motivos suficientes para pensar que, como vamos, vamos por el camino correcto…

Es posible que, aun hoy, jugar ante Brasil produzca temores. En el caso de los brasileros sí se da aquella sentencia que equipo malparado es posible que se lleve su goleada. El juego Colombia 2 x Brasil 2 despejó muchas dudas, aclaró muchos aspectos y nos certificó que estamos frente a nuevas ideas, formas y maneras de plantear el juego del fútbol. Al cambiar un técnico suramericano (Pekerman) por uno europeo (Queiroz) lo más elemental que iba a pasar es lo que estamos viendo: un fútbol práctico, más rápido, con una idea futbolística que cumplir (deberes) sin castrar mentalmente al jugador para que aporte su individualidad. Hablo de desarrollo de la idea del técnico complementada por las habilidades personales de cada uno de ellos.

De salida, jugar sin Falcao y James siempre supuso dar ventaja pues, en los últimos años, han sido los dos referentes de nuestro fútbol. James como generador de fútbol y Falcao como goleador insigne. Mucho de lo que se habló antes del juego se refirió a eso como también al dibujo táctico que implementa Queiroz 1-4-3-3 diferente al 1-4-2-3-1 de Pekerman.

No se crea que la valoración numérica de la posición de cada jugador es un mero capricho de referencia. No, al cambiar la distribución genérica del dibujo táctico se cargan y se descargan responsabilidades.

Lo que valoro del 1-4-3-3 es el juego o el bloque compacto teniendo a los jugadores más cerca uno del otro, teniendo menos terreno cada uno de ellos para defender y atacar haciéndose muy solidario por las obligaciones grupales como los relevos, las coberturas y el apoyo de uno con el otro. Eso se vio en el primer tiempo ante Brasil que terminamos ganando 2×1.

La Colombia que pretende Queiroz es con fútbol disciplinado tácticamente sin perder la gestión individual positiva de cada jugador, la certeza de poder defender y atacar de manera ordenada e intensa. Lo que pasa es que, en los 9 partidos que ha dirigido no se ha podido redondear ese trabajo. Hablo de lo que se vio en el primer tiempo vs. Argentina en Copa América y del primer tiempo vs. Brasil en este juego amistoso. Disciplina táctica, presión del rival en su propio terreno, rapidez de los aleros o punteros, apoyo prolífico de los volantes de primera línea subiendo un poco más para ayudar a ahogar al contrario quitándole el balón más cerca del arco del rival.

Ese trabajo de hostigar, de presionar de manera intensa no se ha podido redondear en tiempo. Hasta ahora sólo 45 minutos en cada uno de los dos partidos (los mejores para mí) que han servido para ganarle 2×0 a Argentina con Messi a bordo y empatar 2×2 con Brasil con Neymar y Daniel Alves en su alineación.

Qué cuando vuelvan Falcao y James qué va a pasar. Pues, nada. Llegarán, se integrarán, trabajarán y harán la parte de la alineación cuando les corresponda. Ya lo hicieron en la Copa América y no hubo tanta presunción ni arandelas como ahora cuando van a regresar. Falcao es un goleador de raza y James es un gran jugador sin ser el volante clásico 10 que algunos insisten en endilgarle. James, con Queiroz en Copa América, jugó por la banda derecha con Falcao y Muriel, o con Zapata y Roger y lo hizo de manera natural pues en los equipos donde ha jugado en Europa lo ha hecho también.

Todos hablamos de los laterales o marcadores. Que son zagueros centrales devenidos a jugar por las bandas. Eso no es extraño. Que deseamos ver jugadores más menuditos, rápidos, con salida y pase gol. Es posible que eso nos haya deleitado en el pasado reciente, pero Queiroz lo desea diferente. Fuertes en la marca, intensos, aunque no tengan el aporte ofensivo a que estamos acostumbrados.

Los cambios tácticos en la distribución de los jugadores en el desarrollo del juego indican la necesidad de la atención, la movilidad y la concentración en el terreno de juego. Colombia ante Brasil comenzó 1-4-3-3 y en diferentes tiempos y situaciones hizo 1-4-5-1 o 1-5-5 para montarse en el juego unas veces y para defenderse en otras. Lo único que no vimos bien fue el retroceso del equipo cuando comenzó el segundo tiempo y ganábamos 2×1. Esa no fue una orden de Queiroz. La cara de angustia de él, gritando que salieran, es la confirmación de eso. A veces se hace inconscientemente y otras porque el rival te obliga. Creo que, esta vez, fue lo segundo.

Me dejó buen sabor la Colombia de Queiroz vs. Brasil. Hay motivos suficientes para pensar que, como vamos, vamos por el camino correcto…

© HI

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