La Copa América en Datos – (VI). Viernes del recuerdo.

By Alfredo Carreño
Updated: 19 julio, 2024

Estadio Hard Rock de Miami, escenario triste para Colombia, no por el partido sino por las demostraciones de incultura deportiva.

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Por Tobías Carvajal Crespo.
Columnista Cápsulas – Cali.

A reiterar el respaldo al técnico Néstor Lorenzo.
Parecen olvidarse las grandes tragedias.
Un auténtico eructo mental.

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Argentina 1 – Colombia 0, resultado final de la Copa América, versión 2024. Le ‘faltó calle’ u oficio a Colombia, según la mayoría de opiniones, para enfrentar airosa esta clase de definiciones. Y la aseveración es cierta, pero no culpa del equipo.

En la historia del certamen, entre no oficiales -escasos 7 incluido el primero en 1916- y los demás ediciones -Argentina finalista en 30 de ellas- 16 como campeón y 14 como subcampeón.

Colombia hizo su estreno en 1945, cuando ya se contabilizaban 17 antes. Si de fogueo en finales se trata, a Colombia le falta no solo ‘calle’ sino ‘autopista’. Pero por acá las opciones a títulos son cada 4 años entre Copa América y Copa Mundo, bien difícil el último.

Independiente de todo ello, encomiable labor del equipo nacional y espaldarazo total al técnico Néstor Lorenzo al inmediato futuro. Acertó perfecto en los cambios frente a Uruguay y erró en segundos definitivos frente a Argentina.

Igual reconocimiento grande, muy grande a los jugadores que actuaron muchos o pocos minutos. Dejaron en alto el prestigio futbolero del país, al punto de ser James Rodríguez el futbolista estrella y varios en el onceno ideal de América.

Lástima grande que la estupidez infinita -parte de una frase de Einsten- sumado a ignoración supina, permitan opinar, como eructo mental, que los futbolistas nacionales son similares a los delincuentes de la primera línea que a sueldo vandalizaron capitales como Bogotá y Cali.

Dejemos atrás la Copa América y mejor ubiquémonos en el día 10 de septiembre del presente año. A partir de este viernes estamos a 53 días del partido eliminatorio de Copa Mundo frente a Argentina, luego de regresar de Lima, en la reanudación del largo calendario.

Con pocas horas de concentración, el equipo de Lorenzo deberá comenzar a buscar consolidarse en la mejor ubicación del tablero al final de la eliminatoria, para tener la opción de ser cabeza de grupo mundialista y así lograr una fase previa estilo Argentina, bien ‘aromatizada’ por rivales de poca monta.

Y sin ánimo de revancha y muchísimo menos de violencia, ya de locales, buscar vencer a los campeones de Copa Mundo, de la intercontinental -Argentina/Italia- y de la reciente Copa América. Una victoria inobjetable sería un inmejorable bálsamo para curar la reciente herida.

Y a propósito de herida, el estadio Hard Rock de Miami -por culpa de quienes ahora se relevan la responsabilidad como si se tratara del testimonio en una carrera de relevos- pudo terminar siendo un escenario de tragedia.

Tragedias como las ocurridas en Bruselas (Heysel) mayo de 1985 y Sheffield (Hillsborough) abril de 1989 que cobraron decenas de muertes, pudieron -a Dios gracias no ocurrieron- repetirse. En los desmanes colombo-argentinos de Miami, con énfasis criollo, había bebés, niños y adolescentes de ambos sexos, expuestos intempestivamente en una exhibición de salvajismo incontrolable y padres igualmente indefensos.

En unos cuantos meses a la redonda, al menos a inmigración de Miami, será prudente no ingresar con camiseta amarilla de la Selección Nacional. Frente a las autoridades está injustamente estigmatizado tan emblemático atuendo, por cuenta de delincuentes que deshonran nuestra nacionalidad. El UNICO lazo, materializado en una tela, que unifica a Colombia en estos tiempos de incertidumbre, está en el ojo del huracán…y a todos los niveles para mayor dolor.

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P.D.

A quienes montaron el nuevo papel de WIN: IMPULSIVOS, por mucha emoción que exista, jamás podrá reemplazarse, al menos ortográficamente, por INPULZIVOS.