Capsulas de Carreño

LA COPA VACÍA. Por Jorge Iván Londoño Maya

Por Jorge Iván Londoño Maya

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*El triunfo en Barranquilla también fue para muchos el habernos sacado la espina de aquella final de la Copa Mustang II 2004.

 

 

La Copa Colombia ganada por Nacional en Barranquilla con un juego brillante ante el Junior, nos llegó vacía gracias a que el derecho de asistir a la Copa Suramericana, que era el premio por obtenerla, y al igual que muchas licitaciones en nuestro país, le fue adjudicado a dedo al subcampeón. Pero no importa porque ese derecho lo vamos a adquirir cuando quedemos campeones de ese torneo en la presente edición.

 

No recuerdo un primer tiempo jugado por nuestro equipo con tanta categoría y contundencia, repleta de toques por docenas, con solvencia para salir jugando desde el fondo, con opciones claras de gol que llegaron bien por jugadas en conjunto o por el solitario y demoledor arranque de Borja.

 

Hasta que llegó el gol de Ibargüen, ahora si el Ibargüen bautizado en Nacional, en una jugada iniciada por el mismo y continuada por Borja, Macnelly y Berrio, quien hizo el pase milimétrico para que entrara Ibargüen y anotara; jugada que más pareció un tejido de croché.

 

Nacional llegó al Metropolitano con un ambiente caldeado, no por el buen fútbol de Nacional sino por el pésimo del Junior, y por la presión de las barras de no permitir una vuelta olímpica en su estadio, sabiendo que Nacional no la iba a dar porque ese derecho tienen marca registrada por toda la hinchada verde y por ende reservada para el próximo partido de local.

 

La impotencia del Junior se tradujo en faltas aleves que ameritaban no un pálido amarillo sino un entonado rojo, pero que el árbitro, por su floja actuación, convirtió en negro desteñido. Súmele la descortesía de no asistir a la ceremonia de premiación, aún a sabiendas que se habían ganado el premio; mejor dicho, quedaron como si se lo hubieran ganado en un bingo y ratificando que este no es Junior tu papá sino Junior sin papá.

 

A la extensa vitrina de Nacional llega la copa número 26, lo que lo encumbra como el equipo de más logros en Colombia y uno de los más “encopatado” en el concierto mundial. Quedan en juego tres copas para cerrar la temporada 2016, y mientras Nacional haga parte de la disputa por cada una, y mientras se siga por la senda ganadora y por la práctica de un fútbol jugado con pergaminos, y exista la unión de equipo y la entrega de cada jugador, la posibilidad de aumentar ese número está latente.

 

El triunfo de anoche también fue para muchos el habernos sacado la espina de aquella final de  la Copa Mustang II en diciembre de 2004,  en la que Junior  nos sacó la copa del bolsillo en nuestro propio estadio, luego de una remontada de Nacional sin precedentes, con la diferencia de que esa vez, a cambio de trifulca en la tribuna, y de la buena,  el Junior fue despedido con aplausos. Vayan viendo.

 

 

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